Capítulo 7.

355 30 10
                                    

-¿Es ese? –Dijo Carlos mirándole.

-Sí... -Tragué saliva. –Es ese. Se está acercando.

Me giré hacia Carlos y le miré nervioso. Me tranquilizo y me acerqué a saludar a Izan. Blas no decía nada, solo nos miraba serio.

-Hola... -Dije sonriendo al acercarme a Izan.

-Hola, Álvaro. –Sonrió. –Cuando vi tu foto pensaba que sería mentira, pero veo que eres incluso más guapo en persona.

Me sonrojé y sonreí. Izan era más que guapo. Era alto, tenía el pelo castaño y unos ojos enormes del mismo color, tenía algo de barba pero no en exceso.

Le presenté a los chicos. Carlos estaba muy emocionado, Dani también, pero Blas estaba muy raro.

Entramos en la discoteca y pedimos algo de beber. No había mucha gente, pero el ambiente era muy bueno. Izan me arrastró con él a bailar, aunque me moría de vergüenza.

Mientras bailábamos agarró mi cintura y me atrajo hacia él. Pegó su frente a la mía y rozó mis labios suavemente.

-Llevo pensando cómo serán tus besos desde que te he visto... -Dijo sonriendo.

-¿A qué esperas? –Respondí.

Izan sonrió y me besó despacio. Pude escuchar los aplausos de Carlos desde donde estaba. Al terminar el beso escondí mi cabeza en el pecho de Izan, al que parecía hacerle gracia la situación.

Volvimos junto a ellos. Blas apenas me hablaba, y eso me estaba volviendo loco.

-Voy al baño. –Dije mirando a Blas.

-Te acompaño. –Dijo en seguida.

Besó a Carlos antes de seguirme. Nos metimos en uno de los baños individuales para que nadie nos escuchase.

-¿A qué juegas? –Dijo Blas.

-No juego a nada, Izan me gusta. –Respondí mirando al suelo.

Blas dio un golpe hacia arriba en mi barbilla y me obligó a mirarle a los ojos. Me miró en silencio hasta que me besó.

-¿Sientes lo mismo cuando le besas a él? –Dijo pegando su frente a la mía tras su beso.

-Blas...

-¿Lo sientes?

-No, sabes que no. –Suspiré.

Volví a besarle y acaricié su cuello. Blas estaba empalmado, y se encargó de que lo notara. Sonrió al verme nervioso. Y es que no podía evitar sentir la erección de Blas y ponerme nervioso.

-Te quiero, Álvaro. –Murmuró en mi oreja mientras la mordía. –Lo siento, pero te quiero.

-Blas... -Gemí.

Besó mi cuello y metió la mano dentro de mi pantalón. Me acarició suavemente y luego la sacó.

-Tenemos que volver. –Dijo separándose de mí.

-No me jodas.

Blas rió y asintió. Estiré de su brazo y le acerqué de nuevo a mí.

-Quiero follar contigo, Blas. –Le miré a los ojos. –Me da igual todo, quiero hacerlo contigo.

-Álv...

Asentí y Blas sonrió de nuevo. Me beso, despacio, con cariño. Nos separamos y salimos juntos del baño.

-Sí que habéis tardado. –Dijo Izan mirando a Blas.

-Había mucha gente. –Se encogió de hombros.

Blas besó a Carlos y susurró algo en su oído. Imagino lo que sería porque unos minutos después se despidieron de todos y se fueron juntos. Dani también se largó.

-¿Te acompaño a casa? –Dijo Izan sonriente.

-Claro.

En cuanto salimos a la calle mi teléfono vibró.

Blas: Que me haya ido con Carlos no significa nada. Y no significa nada lo que voy a hacer con él esta noche... Voy a estar pensando en ti.

El corazón me dio un vuelco al leer eso. No sabía si alegrarme o no, al fin y al cabo iba a tirarse a Carlos. Por mucho que pensara en mí, no era yo el que estaba con él, era Carlos.

Olvidé el teléfono, ni siquiera le respondí a Blas, y disfruté de la compañía de Izan. Realmente me gustaba ese chico.

-¿Te has divertido? –Le pregunté.

-No ha estado mal. Pero hubiera preferido que hubiéramos estado más juntos, ya sabes. Conocernos mejor, tú y yo.

-Bueno, ahora estamos solos. –Sonreí.

Izan sonrió y me agarró de la mano. Caminamos así hasta mi casa, hablando de todo y de nada a la vez.

-¿No me invitas a subir? –Dijo al llegar.

-No puedo, mi hermana no va a salir hoy. No estaré solo esta noche. –Me encogí de hombros.

-Vaya... -Acarició mi pelo. –Me apetecía tumbarme contigo...

Deslizó su mano hasta mi nuca y me atrajo hacia él. El tono de su voz era tan sensual... Tragué saliva y cerré los ojos.

Izan me besó despacio, con cuidado, como si fuera a hacerme daño. Aumentó la intensidad de sus besos cuando puse mis manos en su cuello.

-¿Nos vemos mañana? –Susurró Izan en mis labios.

-Claro, te llamo. –Sonreí.

Nos besamos una última vez y entré a casa. Cuando me tumbé en la cama miré mi móvil. Tenía unos 20 mensajes de Blas.

Soy lo peor.

No he podido.

Te necesito.

Necesito verte...

No me creía lo que estaba leyendo. Sentía una punzada en mi pecho cuando pensaba en Carlos, pero a la vez era increíble lo que sentía al pensar que Blas me había escrito esas cosas. Le llamé.

-¿Qué ha pasado? –Pregunté.

-No me he acostado con Carlos. No he podido. –Suspiró. –Necesito verte, estar contigo.

-Mañana nos vemos. Buenas noches... -Murmuré.

-Buenas noches, bebé.

Sonreí al escucharle y mantuve el teléfono en mi oreja hasta que le oí colgar. 


Doubts || Blálvaro ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora