Es ley de vida.

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— ¡Sophie, concéntrate, por Merlín! – Exclamo con enojo el capitán del equipo de Quidditch de la casa Gryffindor, Justin Reyshen.

Justin podía ser calificado como un chico tranquilo y valiente, pero en cuanto respectaba a su equipo era alguien diferente, su actitud cambiaba rotundamente; se ponía terco y mandón, además de ser irritable al oído de cualquiera cuando se proponía gritar. Su voz no era para nada melodiosa ni mucho menos.

De todas formas, esta vez él tenía razón con respecto a la actitud y destreza de uno de sus jugadores. Sophie realmente estaba jugando mal, se distraía, no miraba a sus compañeros y se movía como una mariposa recién saliendo de su capullo, si, así de lento.

Pero no era su culpa, o eso creía ella, no había podido quitar de su mente las palabras de la directora y mucho menos las de Albus Dumbledore que no había hablado con su tono normal de cada vez que lo visitaba en la oficina por algún castigo, no se acercaba ni remotamente; Dumbledore estaba seco, como si aquellas palabras fuesen algo repetitivo y tediosas, como si no soportase oír hablar de ello. Tampoco le era fácil concentrarse con murmullos vagando por su mente, incluso más que ello, se expandían por su cuerpo, tanto como para sentirlo parte de la sangre que recorría sus venas.

Otra bludger pasó a su lado, retumbando en su oído vigorosamente.

— ¡Black, mejor que te concentres si no quieres que te saque del próximo partido! – Le volvieron a gritar, tan solo que esta vez más de cerca.

Sophie sacudió su cabeza algo mareada y miro a todas partes, Louis leía tranquilamente en las butacas, no era que no le gustase el Quidditch solo le parecía que no era para él, prefería tener tiempo para sí mismo. En cambio, James la miraba preocupado, estaba bastante cerca de ella puesto que él también era parte del equipo, uno de los mejores decía su padre siempre que lo veía practicar, y jugaba en la misma posición que ella, cosa que hacía que tuviesen que entrenar juntos.

— Peli, debes de dejar de prestarle atención a eso – murmuro el Potter a su lado -, luego lo hablarás conmigo y Louis. Descubriremos que sucede.

James no quería carcomerse mucho la cabeza con aquel tema, prefería hacerlo a un lado y concentrarse en lo esencial, además que eso haría que Sophie se preocupase más por un tema que, en su opinión, no les incumbía. Aunque la Black seguía pensando que sí, y lo único que podría hacer que se calmase era tomarle la razón.

Sophie asintió cohibida y le sonrió a medias, miro la quaffle en las manos de su amigo y se la arrebato de un tirón. Miro a su otro compañero de juego, su capitán, y con rapidez decidió esquivarlo para luego lanzar la bola dentro de los aros resguardados por su hermano Andrew, el guardián del equipo.

•••

Sophie bajo de su escoba con algo más de tranquilidad, jugar Quidditch la relajaba de formas extrañas, como si hacer contacto con la quaffle le diese más confianza de la que ya poseía.

— Te he notado rara, Sophie, ¿seguro que te encuentras bien? – Le sonrió amistosamente Garrett Wood, otro participante del equipo, bateador junto a Fred Weasley.

Garrett era guapo, no para pararte a mirarlo por horas pero lo era. Ya en su sexto año en Hogwarts se reñía contra James para el puesto de capitán del próximo año puesto que su capitán, al estar en último año, declinaría a ese derecho.

La pelirroja le sonrió marcando sus hoyuelos, Garrett la trataba como una niña pequeña y, aunque en ocasiones le molestase, le resultaba obsesivo comportarse como tal frente a él.

— Estoy bien, Garrett, no te preocupes por mí.

— Sophie... sé que el año recién comienza pero ¿tú votarás por mí como capitán?

Sophie Black [#HPAwards]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora