La primera vez que Sophie toco una varita su hermano mayor salió volando fuera de la casa, exploto la puerta del baño donde su padre estaba y el gnomo de la vecina se enterró a sí mismo en la tierra.
A su madre no le costó atar cabos sueltos, claramente sabía lo que sucedía pero era necesario comprobarlo antes de sacarlo a la luz; ni el padre de la niña tenía idea de que durante tres duraderos años su mujer investigaba sobre su antigua familia. Aunque su padre solía ser, y es, muy despistado.
Mas, cuando la pequeña recibió la carta para el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, ya no era posible ocultarlo por mucho más tiempo.
Con sus cuatro hijos sentados sobre el sillón de la sala y su esposo a su lado, igual de temeroso que sus hijos por la noticia de su esposa, convoco a una "agradable charla familiar con noticias sorpresas" o eso había declarado ella.
- Bueno, cariños míos - Los miro con dulzura, sabía que los niños se enfadarían con sus antepasados -. Debemos hablar.
- Mamá, te juro que yo no rompí ese jarrón - Miro el mayor de todos a su madre -. Fueron los mellizos - Declaro.
- ¡Traidor! - Salto uno de ellos indignado -, ¡Teníamos un trato!
El otro mellizo se abalanzo sobre él, aplastándolo mínimamente sobre el inmueble, aunque con tan solo siete años no podía hacer mucho más que eso. La pelirroja mayor negó fastidiada, jamás podría hablar de un tema serio de esa forma.
-Niños... -Refunfuño Sirius -. Dejen hablar a su madre ¡Yo también quiero saber que paso!
A veces su esposo podía actuar como un niño pequeño, a veces...
- YA CÁLLENSE - Salto la única niña de aquella familia, para tan solo tener diez años sus pulmones eran casi de acero -. NO SERÉ LA MAYOR PERO AHORA TENGO MÁS PODER QUE USTEDES, YA HAGAN SILENCIO.
Todos se callaron. Sophie era tan testaruda como alguna vez lo había sido su abuela paterna.
Los más pequeños acallaron, su hermana era su ejemplo a seguir puesto que, aunque impusiera respeto, era el calco de su padre en actitud. Una bromista nata.
- Ah y, por cierto, no fueron ustedes quien rompieron el jarrón. Fue papá - Sonrió con ternura inexistente hacía su padre -. Te quiero, papi.
Sirius estuvo a punto de protestar, pero al ver la cara casi roja de su esposa prefirió acallar. Luego le quitaría esos diez conuts a su hija.
Aquella familia era un tanto extraña. Compuesta por cuatro hijos y ambos padres, todos unos locos. No solo por la cabellera pelirroja de Zaes, la madre, o los ojos grises de Sirius, el padre, si no por su forma de actuar la cual era un tanto... Peculiar.
Los mellizos como los más pequeños de la familia. Uno tan pelirrojo como su madre y el otro con el cabello oscuro de su padre. Poseedores de unos ojos celestes brillantes, heredados de su madre. Ambos unos traviesos sin límite alguno, aunque la sensatez familiar solo se la había llevado Jack, el pelinegro inteligente.
La que seguía en la familia era Sophie, con su cabello largos pelirrojos y los ojos grises de su padre. Sophie era la única niña entre sus hermanos, aunque no tenía problemas con ello. Con ambos hoyuelos en sus mejillas y las mismas cualidades que adornaban en su abuelo, era su réplica en actitud, tan solo que pelirroja.
El último hijo es Andrew, dos años mayor que Sophie y primer hijo de la feliz pareja. And, llamado así por sus primos y amigos, a diferencia de su familia tiene el cabello castaño y sus ojos celestes enmarcados por líneas grises. Simplemente bellísimos. Algunos problemas para ver a la lejanía y, a diferencia de sus hermanos con más respetó a las normas, aunque eso no le quitaba los genes de su padre.
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Sophie Black [#HPAwards]
FanficSophie siempre ha crecido con las historias de sus padres, relatos de aventuras hasta historias tragicas. Con su malhumor, su sarcasmo y sus incesantes bromas, Sophie, jamas creyo que ella podria ser parte de esas historias; ¿quíen dijo que las aven...