Navidad [1/2]

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Octubre y Noviembre no fueron la gran cosa para la niña Black, en realidad, prefería no pensar en esos meses porque lo único que había sido de buen provecho fue la broma en Halloween donde todos los profesores fueron cambiados sus trajes, Fred los había ayudado mucho aquel día y no pudieron parar de reír ni por un segundo al ver a Slough cambiado con el vestido de la directora McGonnagall, y, aunque hubiesen perdido treinta y cinco puntos y consiguierón un buen castigo de dos semanas, había valido completamente la pena. En cuanto a lo que Sophie concierne no había pensado más en las palabras de su directora, pero aun así estas continuaban en su mente; sus pesadillas se habían vuelto más constantes aunque había aprendido a volverse a dormir después de ellas, pero ya era algo frecuente.

La víspera de Navidad era una de las épocas favoritas de Sophie y encontrarse en esa época del año lograba hacerla despabilarse de cualquier cosa remotamente asociada con los temas que tanto rondaba por su mente, ya fuere el problema del próximo año sobre el capitán o las palabras de la directora. Una más complicada que la otra.

La Black tiraba en la maleta de Luna todo lo que encontrase, haría cualquier cosa para evitar tener que hacer la suya. Siempre había deseado poder dejar las cosas en Hogwarts, ya fuese por error como no, pero su madre temía que se olvidase algo o que alguna persona que se quedase allí robase cualquier cosa de su pertenencia.

Estaba claro, el próximo año se quedaría allí para navidad y obligaría a sus amigos a hacer lo mismo, obviamente.

— Sophie, no puedes dejar las cosas aquí y no puedes hacer cualquier cosa en mi maleta, tu madre creerá que soy una desordenada — le reprendió su amiga, podría haber sido tranquilamente Ravenclaw, era inteligente pero algo vaga cuando lo quería.

Espíritu Gryffindor, claro que sí.

Sophie la miro un segundo y decidió ignorarla, pasando de su rostro fruncido.

Luna salió unos minutos, dejando completamente confundida a la Black, mas cuando volvió lo que vio no la hizo feliz; todas las conocidas tuyas, casi todo Gryffindor, estaban allí, mirándola expectantes con una ceja a medio a alzar.

— Black... — La miraron seriamente.

Estaba perdida.

•••

— Aún no puedo creer que te obligasen a hacer tus maletas y las suyas — río Louis con descaro.

Y era cierto, lo único que no la habían obligado hacer era bañarlas porque hasta su cuarto debió limpiar... aunque no sin su venganza, en unas semanas las hormigas se harían más grandes... vaya sorpresa se llevaran las Gryffindors.

— Ya lo veo en el profeta "Sophie Black, su debilidad: las chicas" — Movió con entusiasmo las manos el miope de James, burlándose de ella con Luna, quien hacia manos de jazz a su lado.

Sophie los fulminó con la mirada a los tres. No se burlaban de ella, ella se burlaba de los demás.

— Ahora, por eso, dormirán con el perro — sonrió sarcásticamente.

— Pero tú no tienes perro...

— Exactamente, Luna.

En lo que quedo del transcurso del viaje los tres muchachos no pararon ni un segundo de pedirle, a la Pelirroja, perdón, esto por el simple hecho de que los tres se quedarían en su casa y estar en malos términos con ella bajo su propio techo... no era buen plan.

Al rato Sophie se hartó de su parloteo y con un buen grito, pulmones de acero siempre, los callo y los abrazó, para que comprendiesen que estaban perdonados.

Sophie Black [#HPAwards]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora