Huida

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El padre del morocho, abría con cuidado la puerta de su habitación, después de haber discutido inútilmente con su esposa luego de volver de su largo viaje de negocios, decidió que ir a ver a su adorado hijo era la mejor opción.. si era verdad que no lo recordaba ... haría hasta lo imposible para ver de nuevo sonreír a su pequeño. Sonrió al encontrarlo leyendo un gran libro de crímenes, ese tipo de novelas siempre habían sido su pasión. Un fino rayo de sol se colaba por su ventana, dándole a su azabache cabello ciertos tonos amarronados, su hijo era hermoso, para qué negarlo si se parecía a él

Orgulloso y con una gran sonrisa terminó de abrir la puerta, siendo recibido por Wonwoo con una débil sonrisa de incomodidad –hola campeón- le dijo acercándose con lentitud a él, el morocho lo miró de pies a cabezas sorprendiéndose por el parecido que tenía con ese hombre

-sé que no me recuerdas, pero hijo... soy tu padre.. jajaja eso sonó muy como las guerras de las galaxias jajajaja – se rió el hombre de manera torpe arrastrando a su hijo a lo mismo, el primer paso ya estaba... la burbuja de incomodidad se había roto –quiero que sepas que tu madre, la mujer algo loca que por lo que me contaron tuvo un brote psiquiátrico, está muy arrepentida de lo que intentó hacerte... es algo sensible, te quiere mucho y quiere que la perdones- agregó sentándose en el sofá de su lado

Wonwoo lo pensó por un momento y luego cerró despacio su libro –dígale que no hay nada que perdonar... ella me ha dado la vida y estoy agradecido por eso ... dígale también que lamento no recordarlos- susurró pidiéndole perdón con la mirada, como si fuese un animal herido. El hombre frunció el ceño y se masajeó la cabeza, ese no era su hijo.... Wonwoo no era tan estúpido, poseía un alma noble y pura... pero no estúpida, algo mal andaba en él y sabía que tenía algo que ver con Mingyu, porque todo lo malo que Wonwoo padecía siempre estaba ligado a Mingyu

-de acuerdo... han venido a visitarte mucha gente por lo que veo... Mingyu ha venido?- preguntó cuando ya había pasado un cierto tiempo y Wonwoo le comenzaba a tomar confianza, además del simple hecho que eran casi idénticos como para desconfiar de que aquel hombre fuese su padre

-sí, él viene casi todos los días- se rió al recordar lo insistente que era el muchacho con él, a pesar de que le vivía diciendo que lo amaba y que era súper importante para él, algo en su corazón le decía que no se dejara deslumbrar por su brillante sonrisa y sus colmillos enormes –no es mi asunto meterme en su amistad, pero... realmente no recuerdas por qué estás aquí?- le preguntó un poco molesto después de una pequeña pausa

Wonwoo lo pensó un momento recordando todo lo que le habían dicho –creo que fue, porque tuve un accidente, un auto me atropelló- dijo haciendo una pequeña mueca de dolor –y sabes por qué te atropelló?- preguntó de nuevo

-supongo porque iba distraído- le respondió, su padre suspiró ruidosamente para acercarse un poco más a su hijo –Mingyu no es lo que aparenta corazón... aunque no lo recuerdes, has estado enamorado de él mucho tiempo, estando a su lado como su amigo mientras tu corazón necesitaba algo más, recuerdo cuando fuiste llorando a casa en pleno invierno, necesitando consuelo porque Mingyu se había comprometido con una de sus locas novias.... Nosotros nos reímos porque sabíamos que no iba a durar mucho aquello, pero tú estabas destrozado, bueno al parecer esa noche de tu accidente había hecho algo peor que comprometerse con su novia... me contaron que te trató muy mal aquella noche, que te humilló y te denigró hasta el punto de hacerte llorar y escapar de una fiesta... fue por eso que la camioneta te chocó- le dijo el hombre.... Wonwoo lo escuchaba sin pestañar, estaba como una roca... para él era imposible que el Kim Mingyu que le llevaba flores, peluches, golosinas, chocolates y le daba dulces besos que lo derretían... fuese esa clase de monstruo

Recuerdos [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora