Recuerdos [Meanie]

Flores y Peluches

Un rato antes:

-Cómo está?? Qué fue todo ese escándalo?- preguntó Scoups al ver tantas enfermeras salir un momento antes de la habitación de su compañero

-su madre, tuvo una crisis de nervios, nada grave... pero, no nos recuerda- susurró el hombre, colocando ambas manos en su cadera, los jóvenes guardaron silencio.... Algunos lamentándose a muerte y otros como Mingyu, de manera disimulada, agradecía a la vida por ello

El manager se acercó hacia el visual y posó su mano en su hombro –tienes una segunda oportunidad, no la desperdicies... hoy comienzas de cero- le susurró mientras el peligris asentía. Miró a su líder por un momento, obteniendo un gesto de fuerzas por este, suspiró unas cuantas veces y agarró el enorme oso de peluche y el ramo de flores amarillas, para girar con cuidado el picaporte de la puerta.

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Sus ojos se aguaron cuando vio a su compañero esperándolo con ansiedad, juró que en ese mismo momento, su corazón saltó de alegría, golpeándose mentalmente por haber desaprovechado todo el tiempo que lo tuvo a su lado. Colocó su mejor sonrisa y cerró su puerta detrás de él –buenas noches hyung- le sonrió mientras sus piernas temblaban, Wonwoo lo miraba y analizaba sin expresión alguna... pero por dentro se moría de nervios, era él... el sexy morocho de la foto, al cual se lo presentaron como Mingyu.

-compré esto para ti, espero que te guste- le dijo sentándose en un costado de la cama, donde minutos antes había estado su manager, pasándole el gran oso de peluche que el pelinegro abrazó de inmediato, mientras Mingyu dejaba las flores en un pequeño florero con agua. Wonwoo lo miraba sin decir ni una sola palabra, con sus agudos ojos, lo analizaba de pies a cabeza y Mingyu se sentía morir

-cómo te sientes?- le preguntó, esperó unos segundos hasta que Wonwoo respondió con una mueca, sobándose el cuello –espera, te duele?- se levantó acercándosele de repente, logrando asustar al mayor quien se alejó lo más que su cuerpo le permitía, se separó con las manos levantadas y una débil sonrisa –descuida, no te haré daño... nuestro manager dijo que no nos recuerdas, así que hoy comenzamos de cero... soy Kim Mingyu, un gusto- le sonrió extendiéndole la mano, saludo que fue correspondido por el morocho casi al instante

-según lo que me contaron, soy Jeon Wonwoo, es un placer- le sonrió con timidez, Mingyu sonrió de gozó ante el contacto y por volver a escuchar la profunda voz de su compañero después de semanas, le había prometido a su manager comportarse, pero su autocontrol le gritaba que lo violara ahí mismo, así que decidió hacer lo que su corazón le decía, creyendo que era lo más decente para ese momento.

Rompió el apretón de manos para abalanzarse sobre el mayor, y abrazarlo con todas sus fuerzas –perdóname... sé que no me recuerdas, y puedes golpearme después de esto... pero te extrañé demasiado y estoy muy feliz de verte bien- le susurró al oído mientras sus lágrimas caían. Wonwoo solo se quedó inmóvil, sintiéndose en un principio aterrado por la repentina reacción del otro, lo abrazaba con cierta fuerza, que de seguro, dejaría alguna contusión en su débil piel, pero aquello se sentía tan maravilloso, y aunque no lograba recordarlo... debía aceptar que el chico daba buenos abrazos

-te amo- le susurró de repente para separarse con lentitud del morocho, con intenciones claras de besarlo, colocando su gran mano en la mejilla contraria, pero Wonwoo lo rechazó al instante al desviar su rostro, Mingyu, sintiéndose avergonzado con eso, rió rascándose la nuca, no sabiendo que decir

-me dijeron que tú eres mi mejor amigo- susurró el mayor jugando con el peluche a su lado –sí, lo soy... somos o éramos inseparables- sonrió, pero la tristeza lo invadió de nuevo –lo raro de esto, es que tú sabes más cosas sobre mí, que yo mismo- ironizó el morocho para luego soltar un suspiro