Calor

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DK miraba entretenido como Hoshi sacaba y contaba el dinero, colocándolo sobre la mesa. Cuando tuvo un alto considerable de billetes se lo entregó al cantante, quien gustoso aceptó aquel fajo

-fue un placer hacer negocios con usted hyung- sonrió mostrando su perfecta dentadura, haciendo suspirar al rubio –demonios, lo que tengo que hacer para tener sexo tranquilo, carajo- se quejó cruzándose de brazos –sabes lo que es encontrar algo divertido para hacer un miércoles? Es el desierto puro esta ciudad- dijo el menor para retirarse cantando algo en un inglés horrible

-HAY PARQUES, CINES, TIENDAS... NO SÉ QUE MÁS QUIERES?- le gritó mientras el menor reía

-tu dinero quería-

Todo el enojo del bailarín desapareció cuando su pequeña ternurita china apareció ante sus ojos sirviéndose un plato de cereal

-buenos días hyung- le sonrió tirándole un beso al aire, logrando derretirlo –acaso quieres matarme?- le preguntó el rubio, mirándolo con cara de tarado, el menor se sonrojó y se sentó delante de él dispuesto a desayunar

-cómo dormiste?- le pregunto Hoshi, tomando su mano libre, mientras que con la otra comía su cereal –bien, aunque hubiese sido mejor si Dino no se la pasara pateándome las costillas- respondió

El mayor iba a decir algo, cuando su celular vibró, mostrándole un largo mensaje de su padre, cuando terminó de leerlo, bufó algo molesto, resignándose a la idea de que tendría sexo con su lindo conejito

-mi padre me invitó a cenar, quieres venir conmigo?- le preguntó , a lo que el chino negó casi al instante, -no, paso, no creo alcanzar las expectativas de tu padre, en la charla de fin de año dijo que esperaba para ti una mujer hermosa, talentosa e inteligente... creo que se va a decepcionar cuando entre por la puerta- el menor esforzó una pequeña sonrisa de tristeza mientras seguía jugando con su cereal

-sabes qué? Ya me llené... iré a ducharme hyung- agregó retirándose rápidamente de la sala. Hoshi golpeó su cabeza contra la dura madera de la mesa cuando su chino desapareció, odiaba verlo triste, mas que todo porque no sabía cómo consolarlo, él era bueno haciendo reír a las personas, no consolándolas... para eso estaba Joshua, o Wonwoo

Cuando entró al cuarto que compartían escuchó el agua de la regadera caer... así que en silenció decidió sacar un pequeño bolso y colocar unas cuantas cosas

Minghao luego de 1 hora, salió fresco como una lechuga y su humor un tanto recuperado, se cambió y al salir del cuarto su novio ya lo esperaba ansioso con un bolso colgando del hombro

-al fin sales hombre, vamos que el taxi está a fuera hace como media hora- dijo el rubio cargando en su hombro el delgado cuerpo del otro bailarín tirándolo de manera nada tierna en el interior del vehículo, subiéndose él también, indicándole al chofer que arrancara de inmediato

-YA ¡! QUÉ HACES?? TE VOLVISTE DEMENTE? ESTO ES CASI UN SECUESTRO- gritó el castaño algo más que alterado

-no lo es si estás enamorado de tu captor, además si no lo hacía no ibas a querer acompañarme- sonrió el mayor colocando una de sus típicas caras, pero Minghao no cedía en ese entonces

-no quiero ir, déjame bajar... detenga el auto señor- le habló al chofer, pero el hombre ni se inmutó

-vamos, ellos te tratarán bien... aún no saben que eres mi novio... no se lo diremos si así lo deseas- le susurró entrelazando sus manos. El menor bajó la cabeza ocultando su mirada que abarcaba cierta tristeza

Recuerdos [Meanie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora