2.3

2.4K 246 20
                                    


Skinnie;


Saqué un pie tembloroso por la ventana para luego sacar el otro, la última vez que bajé de este árbol tan nerviosa fue la primera vez que lo hice, entonces me arrojé hacía el árbol, casi no caía y sentí que mis palmas ardían, pero lo ignoré sujetando con fuerza el teléfono y bajé por las ramas hasta llegar al patio delantero, el auto de mi papá estaba estacionado frente al garaje y él estaba bajando de él, a estas horas de la madrugada apenas viene llegando.

"¿Qué haces aquí, Skinnie?" Me preguntó sorprendido acercándose a mí.

"No pidas explicaciones, yo te lo explicaré luego pero por favor, solo te pido que me prestes tu auto, es una emergencia, por favor, Justin me necesita" Dije rogando.

Él lo pensó por un segundo y luego me arrojó las llaves, las atrapé. "Pero no quiero que arruines mi auto, eh"

Abrí la puerta mientras tranquilizaba a Justin, encendí el auto y puse el altavoz para así salir por la carretera sin saber a dónde ir, dejando a mi padre atrás.

"Cariño, necesito que me escuches ¿Bien?" Escuché como hacía un sonido de afirmación. "Quiero que mires a tu alrededor y me digas que ves"

"N...no lo sé, todo esta muy oscuro Skinnie"

"Presta atención Bieber, necesito que lo hagas para poder llegar a donde estas"

"Bien...Estoy en una autopista y...y todo está oscuro pero veo árboles...no lo sé Skin, es muy confuso" Escuché un gemido de su parte.

¡GPS! Fue lo primero que pensé y gracias a Dios se me ocurrió esta idea.

"Justin, necesito que actives el GPS, pero no quiero que cuelgues ¿Okay?"

Se escuchó como movía el teléfono.

"Listo"

"Genial, háblame ya estoy en camino"

Mentí, necesitaba calmarlo.

Pusé el GPS en mi teléfono dando enseguida con su paradero. Pisé el acelerador yendo lo más rápido que la camioneta de mi padre podía andar por esta avenida solitaria, tenía el corazón en la garganta, me preocupaba Justin, me preocupaba que le pasara algo malo, si eso pasara jamas me lo perdonaría. No quiero perder a otra persona que amo.

Entrando por la gran autopista, miré a todos lados.

"Estoy casi por llegar" Aseguré.

Sentí un gran alivio al divisar el auto de Justin aparcado a un lado de la carretera.

Colgué el teléfono mientras apagaba el motor del auto; todo estaba terriblemente oscuro. Salí de mi auto dando pasos firmes hasta el de Justin, intenté abrir la puerta del lado del copiloto, pero resultó que él la tenía con seguro, así que toqué la ventanilla haciendo que él se sobresaltara, pero al notar quién era abrió la puerta.

Al sentarme Justin se arrojó a mis brazos tomándome desprevenida. Luego apoyó su cabeza en mi hombro, acaricié su suave cabello casi rubio lleno de sudor mientras le hablaba.

"Shhh tranquilo, ya estamos bien" Susurré notando todo su cuerpo temblar bajo mis brazos.

Aun así no se calmó.

"Skinnie tus manos, tienen sangre" Dijo preocupado.

Era cierto, me había raspado las palmas de las manos al arrojarme al árbol pero no le presté atención, ya que Justin es más importante.

"Pues yo no importo"

"Pero..."

"¿Qué sucedió? ¿Qué haces aquí?" Lo interrumpí, intenté sonar tranquila, aunque no lo estaba.

Él sorbió su nariz, mientras se separaba de mí un poco para mirar directo a mis ojos verdes. Sus ojos mieles estaban cristalizados y muy hinchados, parece que hubiera llorado toda la noche, yo no quería verlo así, yo no quería que nadie lo hiciera sentir así, nada ni nadie, yo solo quería acurrucarlo entre mis brazos y nunca más dejar que alguien le hiciera daño, yo necesitaba salvarlo, lo necesitaba para salvarme a mí misma.

"Yo...yo salí de casa a escondidas de mi madre, pero el...el auto se ha quedado sin gasolina" Explicó.

"¿Pero por qué lo has hecho?"

"He tenido una pesadilla y..." Bajó la cabeza mientras se sonrojaba. "Quería ir a verte"

Mi corazón se hincho de ternura. Justin lucía como un pequeño niño, como alguien que es tan frágil que puedes hacerle daño fácilmente, y por eso tengo tanto miedo de que sea herido.

"¿Por qué no me llamaste?" Lo miré enternecida.

"Simplemente...no lo sé, Skin, solo...uh...quería verte"

Me acerqué a su rostro y besé sus rojizos labios.

Se separó bruscamente de mí y comenzó a llorar descontroladamente poniendo sus manos sobre su cara. No sentí que odiaba verlo llorar así desde aquella noche en la que me llamó diciendo que tenía pesadillas.

"¿De qué trataba la pesadilla?" La pregunta salió de mis labios sin previo aviso.

"Ella volvió a aparecer en mis sueños"

"¿Pero quién es ella?"

Me miró asustado sin saber si debía decirme o no.

"Yo...yo la maté ¿Cierto?" Su voz comenzó a romperse de nuevo.

"¿A quien mataste? ¿Quién es ella, Justin?" Busqué sus ojos pero él esquivó mi mirada.

"A ella..." Me miró a los ojos, mostrándome lo atemorizado y roto que él estaba. "Letty"

"¿Quién es Letty?" Pregunté confundida.

"¡Yo la maté! ¡La maté, Skinnie! ¡Ella murió por mi culpa!" Me tomó por los hombros fuertemente y me sacudió entrando en pánico.

"Tú no mataste a nadie, Justin" Lo miré a los ojos intentando que se calmara.

Pero yo no estaba ni cerca de estar en calma.

"¡Tu no sabes una mierda! Ella arruinó mi niñez, Skinnie, ayudame, por favor"

Lo halé por el cuello, atrayéndolo hacía mí poniendo su cabeza sobre mi pecho, besé su frente la cual estaba algo húmeda debido al sudor, yo deseaba que todo esto no fuera así, deseaba que él estuviera bien, porque tengo una necesidad de tenerlo siempre a salvo, y así yo deba pelear con él mismo para mantenerlo a salvo, lo haré. Estuvimos así por al menos cuatro minutos aproximadamente, hasta que se calmó, abrasándose a mí, como un pequeño niño.

Llamé a una grúa para que pasara por el auto de Justin, luego me fui con él hasta mi casa. No podía dejar que llegara a su casa en ese estado.

Nos acostamos en mi cama, lo arrullé hasta que se quedó completamente dormido, respirando lentamente y con sus labios ligeramente abiertos. Lo miré dormir abrazado a mí sintiendo que lo amaba con todos sus defectos, algunos dirán que somos muy jóvenes para sentir tanto o que no nos conocemos desde hace mucho para amarnos, pero no importa cuánto tiempo has vivido, o cuánto tiempo has vivido con esa persona, cuando hemos pasado por estas circunstancias juntos, allí es cuando uno ama.

Allí supe por primera vez que en verdad nos debíamos conocer; él necesitaba superar sus demonios y yo recobrar un poco de cordura.



Wild Skin ➳ Justin Bieber #1 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora