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Skinnie;


Terminamos en problemas y tendríamos una semana más de detención pero era divertido porque seguiría viendo a Justin. Y ver a Justin significaba que podría seguir dándole pequeños besos robados de amigos, porque como podría resistirme a no dárselos, él es el chico más adorable de todos y sus labios son preciosos, no sé como las chicas no lo notan mucho, él es muy lindo, bueno si, he visto a chicas mirándolo pasar, o dejando caer sus libros frente a él, para que las ayude, pero no son muchas las que lo hacen, aunque mejor para mí.

Y pues, admito que me da algo de celos cuando veo a esas chicas haciendolo.

Él se sonroja por pequeñas cosas, tiene una sonrisa preciosa e inocente y sus ojos miel, que por cierto uno esta púrpura, eran simplemente hermosos, los miré brillantes hacía mí, luego a la profesora, que estaba dormida y babeando desagradablemente frente a nosotros en su escritorio, miré nuevamente a Justin sentado junto a mí en su asiento, él solo miraba un punto fijo en el suelo, sin decir nada.

Y no me puedo cansar de mirarlo, es un chico muy guapo, tiene un buen cuerpo, delgado pero no demasiado, un poco fornido, con brazos llenos de sexys tatuajes, y eso supongo que es a causa de Hobbie; ya que él es tatuador.

A primera vista Justin es un chico muy atractivo pero nunca esperas que ese muchacho ardiente terminaría teniendo una fobia en confiar en las personas, nunca esperarías que él fuera tímido.

Me miró por un segundo y me sonrió de manera tierna, le devolví la sonrisa sin apartar la vista. Miré como todos los chicos en detención salían y pasaban de largo a la profesora, así que yo también me levanté y me dispuse a salir.

Me paré frente al asiento de Justin mientras él me miraba algo desconcertado.

"¿No pensarás quedarte allí, Bieber?" Le pregunté.

"¿A dónde vamos?"

"Afuera, tal vez a una aventura" Abrí mucho los ojos.

Él rió bajando la mirada. "Pero aún no es hora de salir"

Levanté mi dedo índice. "Regla número dos; siempre rompe las reglas" Puse mi mano sobre su hombro. "Eres tan inocente, eso es lo que me gusta de ti"

Sonrió y se levantó. "¿Cuál es la número uno?"

"Siempre escucha a Skinnie Alison Jules o veras"

"¿Qué quieres decir con o veras?"

Sonreí, tomando su mano para que caminara. "Es lindo cuando no preguntas tanto" Rodé los ojos.

Salimos del salón tomados de la mano, pero la solté y con mi mano tomé el brazo de Justin, caminando cerca de él, no me miraba, entonces comencé a ver los tatuajes de su brazo, tenía un tigre, también una rosa y un búho, moría por saber qué significaba cada uno, luego me di cuenta que su cuerpo comenzaba a ponerse rígido y solo veía al frente con nerviosismo, así que me separé, no quería hacerlo sentir incómodo.

Caminamos fuera del instituto, él tropezó con sus propios pies y casi caía de cara.

Me reí.

Luego él se rió.

Y yo me reí más.

Luego ambos nos reímos.

Todos nos observaban con cara de confusión como si fuéramos locos pero nos carcajeamos sin razón alguna, además la risa de Justin era tontamente preciosa, suave y contagiosa, mientras que la mía era horrible y escandalosa.

"Podemos ir al Starbucks más cerca" Le dije, aun entre risas.

"Pues...no..."

Escuchamos a alguien gritando, y cuando ambos volteamos, miramos como venía la profesora que estaba en detención junto al director, estaba gritando y señaló a todo el grupo, entonces tomé a Justin de la mano, la cual estaba sudada y suave, y corrí como nunca he corrido.

Todos los chicos que estaban en detención corrían junto a nosotros riendo y gritando locuras.

Justin dobló a una esquina, se detuvo en el frente de una casa, ya algo lejos de todo el grupo y se apoyó en un árbol para recuperar la respiración, me paré junto a él, los pulmones me ardían y tenía las piernas dormidas, además, tenía el cabello pegado a la frente del sudor.

Él estaba inclinado y puse una mano sobre su espalda. "¿Estás bien?" Le pregunté soltando risitas.

"Sí" Me mostró una gran sonrisa. "Es tan genial, puedo sentir la emoción, la adrenalina..." Lo tomé de la mano.

"Ven"

"¿A dónde vamos?"

"Vamos a tomar el autobús"

"Pero no tengo dinero..." Soltó mi mano. "Dejé mi mochila en el instituto"

"Yo también, solo tengo dinero para el café" Lo miré un segundo. "¿Los chicos normales no traen siempre una cartera con dinero en su bolsillo trasero?"

"¿Soy un chico normal?"

"Pues..."

"Sabía que dirías eso"

Caminamos hasta la parada de autobuses y nos paramos en ella a esperar.

"¿Cómo pagaremos?" Me miró.

"Justin, solo confía en mí"

Justin se quedó en silencio por unos segundos.

"Será divertido" Le dije.

No respondió.

"¿Has estado bien?"

Asintió con la cabeza.

"¿Has ido al psicólogo?"

Asintió nuevamente.

"¿Te has sentido diferente?"

Se encogió de hombros.

"¡Justin!" Grité desesperada.

"¿Qué?"

"No me dejes hablando sola"

"Lo siento" Sonrió.

Se paró frente a nosotros un autobús.

Subí y Justin me siguió. Él se sentó junto a la ventana y se quedó mirando fijamente hacía la calle.

Y como soy yo, no pude resistirme, debía hablar. "¿Si nunca haces cosas arriesgadas como soportaste hacerte un tatuaje?" Le pregunté.

Él se relamió los labios

"Hobbie es tatuador...aun no confío en él pero un día me dijo que no dolía...aunque si dolió" Se encogió de hombros "Me gusta como se ven, así que no paro de hacérmelos"

"¿No has pensado hacerte uno en el pene?"

Justin rió algo sonrojado.

Luego no dialogamos por todo el camino y me sentí rara estando callada tanto tiempo.

El autobús se detuvo cerca de Starbucks para recoger personas y tomé a Justin de la mano, no le pagaría al conductor.

"Justin, corre" Le susurré mientras personas delante de nosotros salían y algunas entraban.

Él me miró algo atemorizado pero luego me arrojé hacía la calle y él detrás de mí, después de eso corrimos mientras él conductor gritaba algo que no podía entender.

Noté que Justin lleva aretes en cada oreja y usaba boxers Calvin Klein. Definitivamente me encantaba más.

Pero terminamos riendo dentro de Starbucks mientras todos nos miraban pero nos valía mierda.



Wild Skin ➳ Justin Bieber #1 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora