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Justin; 


¿Cómo no amar a esta hermosa criatura acostada junto a mí?  

Skinnie Alison Jules, la chica que siempre observaba en clases de Psicología jugando con sus pies o con sus dedos, la que siempre llevaba camisas atadas a su cintura y que no le importaba lo que los demás pensaran, que se sentaba sobre las cornisas o los maleteros de los autos, que pasaba todas sus tardes en detención, que comía sola y siempre escuchaba música mientras tarareaba. Jamás esperé que esto resultara de esta manera.

Ella tenía puesto mi suéter, que solo le cubría la mitad del trasero, del mismo largo que a mí, debido a que ambos somos de la misma altura, pero como ella es demasiado delgada, parecía que iba a desaparecer en él.

La apreté entre mis brazos, gimió poniéndose de panza aun dormida, luego le pellizqué el trasero y dio un brinco despertando haciendo que me callera de la cama por el susto.

"¿Estas loca, Jules?" Dije viéndola desde el suelo.

Me volví a sentar en la cama y la miré, se veía adorable con el cabello hecho un desastre, el cuello de la camiseta era tan grande que le dejaba un hombro al descubierto y además las mangas largas le quedaban gigantes.

"Tú eres el loco, Drew" Me dijo dándome un empujón. "¿Cómo se te ocurre despertarme de esa manera? ¿Ah?"

"Pues...me gusta tu trasero"

"Te comprendo, claro, a mí también me gusta el tuyo pero sinceramente no sé qué tiene de especial el mío, es muy pequeño"

Besé sus labios. "Tu trasero es genial"

"Deja de hablar acerca de mi trasero" Golpeó mi hombro.

Me levanté de la cama, Skinnie se sentó mirándome.

"Hey Biebs, no te levantes" Dijo con una voz somnolienta.

"Debo ducharme y luego ir por algo de comer"

Se arrojó nuevamente a la cama, tan fuerte que sonó cuando cayó como un bulto. "No, por favor"

Entré al baño, donde me quité los boxers y me senté un rato en el inodoro a pensar. ¿Desde cuando yo soy tan confiado? Tal vez porque Skinnie es diferente a todos, Skin es diferente a todas las personas en el mundo, ella es la chica más hermosa, tierna y arriesgada de todas las chicas que he conocido y de todas las que conoceré.

Ella entró mirándome fijamente, me sonrojé un poco e intenté ocultar mi pene.

Me miró de la manera más dulce que pudo encontrar. Se quitó el suéter quedando en solo la parte de debajo de su ropa interior.

"¿Qué haces aquí?" Le pregunté mirándola desde abajo, aun sentado sobre el inodoro.

"Quiero ducharme" Dijo.

"Pero yo..." Descubrí lo que ella intentaba hacer. "Oh, ya sé lo que tramas"

Ella se acercó a mí y me levanté pasando sus brazos por mis hombros, la tomé de las caderas y pegué su cuerpo al mío, sin espacio alguno, hundí mi rostro en su cuello, sintiendo su aroma natural y entonces allí fue donde me di cuenta de que nunca tendría suficiente de Skinnie.

Besé su cuello mientras ella me susurraba en el oído que le bajara la ropa interior.

Le bajé lentamente la ropa interior, haciendo que ella sonriera mirándome. Nos dirigimos besándonos hasta la cabina cerrada de la ducha, la alcé causando que sus piernas se enroscaran en mis caderas y la hice chocar contra la fría pared bruscamente.

"Mierda...lo sien..." Skinnie me calló besando mis labios.

"No pasa nada"

Ella llevó su mano hasta mi cuello atrayéndome más cerca de sí misma. Abrí la llave de la ducha mojándonos por completos, sonreí mientras bajaba mis labios hasta su cuello dejando una gran marca roja al succionarlo, escuché como ella reía contenta. Ella comenzó a acariciar mi pecho causando cosquillas por donde pasaban sus delgados dedos. Se bajó de encima de mí y la miré a los ojos con curiosidad.

"Tranquilo Bieber"

"¿Pero que...?" Me callé cuando sentí su mano en mi miembro.

Lo tomó fuertemente y comenzó a mover su mano de arriba, abajo haciéndome suspirar. Aumentó la velocidad y comencé a sentir que iba a llegar, agitaba su mano con tanta facilidad que podría decir que es una experta. Rescoté la parte de atras de mi cabeza en la pared.

"Skinnie...uh..." Jadeé. "Maldición"

"Y eso que no te gusta blasfemar" Murmuró en mi oído.

Con mi mano en su nuca la atraje hacía mí para besarla con lujuria, apreté con mi otra mano su trasero causando que ella jadeara, metí mi lengua en su boca y ella hizo lo mismo mientras seguía agitando su mano.

Cuando no podía aguantar más, me corrí en su mano.

"Joder..."

Solté un gemido ronco y ruidoso. Avergonzado alejé su mano de mi pene, algo torpe porque ya se había ensuciado, me sonrojé y ella sonrió, se lavó la mano en la ducha.

"No hay problema, cariño" Sonrió tranquilizándome.

Salí del pequeño lugar para buscar apresuradamente en el botiquín sobre el lavamanos.

"¿Qué buscas, Justin?"

"Espera"

Cuando ya tuve el pequeño empaque de color metálico en mis manos volví a donde ella estaba.

"Sin sombrero no hay fiesta" Sonreí mientras la miraba morder su labio inferior.




¡20k lecturas! Estoy feliz, esto es genial, muchas gracias por leer.

Si tienen alguna duda o una pregunta acerca de la historia, solo comentenla y la responderé.










Wild Skin ➳ Justin Bieber #1 (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora