Inesperadamente Mía (Parte I)

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Inesperadamente mía (Parte I)



05 de noviembre, 2012.

— ¿En qué piensa mi bebé?—pregunta mamá dejando un plato de comida frente a mi en el mesón.

—Estoy moviendo todo lo necesario para abrir una tienda de tatuajes.

—Esa es una buena inversión.

—Más que una inversión es algo que deseo hacer.

— ¿Y qué haces tu, Jeremy?

Jeremy alza la vista de laptop y le da la más grande sonrisa. Las mejores sonrisas para la reina.

—Estoy leyendo un caso que de una empresa. Ya ves, llegando y ya estoy lleno de trabajo.

—Eso pasa cuando eres el mejor.

—Mamá, deja de adularlo—bromeo. Jeremy que esta sentado a mi lado me empuja.

—Estás celoso de que ya no la tienes solo para ti.

—Hay suficiente Emma para todos— asegura mamá besando mi cabeza y luego la de Jeremy— ¿No tienen ningún plan para hoy?

—¿Qué? ¿Nos quieres fuera de casa? ¿Vas a verte con alguien?

—Que imaginación tan grande tienes Doug. Solo digo que mis dos hijos hermosos no pueden no tener planes. No creo que las chicas sean ciegas.

—Hoy es el cumpleaños de Adam ¿Recuerdas? El sobrino de Harry, el niño de ojos azules y cabello oscuro.

—Oh, si. Esa cosita tierna y tímida que visten de animalito.

—Ese mismo niño.

— ¿Y no vamos a ir?— pregunta Jeremy— Ni siquiera sabía de esa fiesta.

—Es porque nadie te invitó. No conoces a Bridget y Keith.

—Pero soy tu hermano, tu invitación me abarca a mí también. Cuando éramos pequeños una invitación era para los dos. Nada ha cambiado.

No puedo evitar reír tomando una de las tostadas del plato y mordiéndola. Mastico lentamente.

— ¿Y no vas a ir?— pregunta mamá retirando cabello rubio de su rostro. En respuesta me encojo de hombros.

—No quiere ir porque allá estará la chica que lo trae loco.

— ¿La chica de la que me hablaste cariño?

— ¿Te habló de ella? ¿Te dijo quién es ella?— pregunta Jeremy cerrando su laptop.

— ¿Tu la conoces?

—Ni que lo digas mamá, la conozco muy bien.

—Pensé que querías que hiciéramos algo hoy— digo.

—Cariño, no me molesta que vayan y se diviertan un poco, más si esta chica que esta metida en tu cabeza se encuentra ahí. Quiero conocerla.

Ya la conoces.

—No somos nada, no de esa forma.

—Yo sé que en algún momento voy a conocerla. Si ella es una mujer lista sabrá que a un McQueen no hay que dejarlo ir si te atrapa.

***

—No vayas a asustar a Adam apretujándolo apenas lo veas. No te conoce y es tímido, podrías asustarlo— repito mientras detengo el auto junto a otros tantos.

Escenas extras de El deseo Prohibido de DougDonde viven las historias. Descúbrelo ahora