Te necesito para sobrevivir /Katniss y Gale/ |Después de Sinsajo|

Capítulo 1:

Siento como si todo el dolor de las pérdidas que he sufrido en mi vida se hubiera acumulado dentro de mí, hasta consumirme por dentro. Yo aún en vano espero oír la voz de mi padre, las caricias de mi madre o la dulce voz de Prim explicándome que todo estará bien. Los ojos color mar de Finnick, la cálida sonrisa de la pequeña Rué, la amabilidad de Cinna. Sé que sus recuerdos y el dolor que me dejo su muerte jamás se irán del todo de mí corazón. Solo me quedo a rememorar sus nombres que llevo anotados en la lista mental de las personas que murieron por esta causa, por este nuevo Panem. Deseo con tanta desesperación oír más que los lastimeros maullidos de Buttercup, que llora conmigo siempre que los sollozos dominan mi pecho. Juntos mis sollozos y sus maullidos forman una llamada desesperada, para alguien que jamás vendrá, alguien que no oirá mis ruegos.

Ni siquiera entiendo bien cómo es que aún estoy viva, es seguro que si no fuera por Sae y sus visitas para obligarme a comer, yo habría muerto aquí acurrucada donde siempre permanezco. A veces estoy realmente convencida en que si sigo suplicándole que vuelva un día me oirá y volverá para hacerme sonreír como ella sabía. Mi pequeña patito, es una tortura personal estar aquí todo el tiempo abrazando su ropa recostada en la que era su habitación. Debería intentar al menos preocuparme un poco más por mí, pero es difícil cuando siempre tengo los ojos llenos de lágrimas. Puedo asegurar que he perdido incluso mi voz por llevar tanto tiempo sin usarla, cada vez que Sae pregunta algo solo asiento o niego con movimientos mecánicos de mi cabeza.

Todo ha pasado por mi cabeza desde las saetas con cabeza de flecha que deben estar creciendo en el lago del bosque, hasta incluso en Gale. Debo admitir que en las primeras semanas que lo recordaba solo atinaba a golpear lo que tuviera cerca. Él creo esas bombas, su odio lo llevo a no tomar las decisiones correctas. Y sus decisiones terminaron quitándome a Prim, sin embargo una parte de mi sabe bien quien fue la que dio esa orden, la que dejo que una niña de 13 años estuviera en el frente de guerra y esa es Coin.

Me he debatido demasiado sobre si debería dirigir mi odio a Gale o tal vez no. También eh pensado en Peeta. Aunque me duele pensar en él también, han pasado varios meses y si él ha regresado. Yo aún no me he percatado de su presencia, tal vez no regrese aquí. La última vez que hable con Haymitch dijo que no solo mi madre no volverá, tal vez Peeta esté incluido en la lista, además de Gale y mi madre, claro está.

Con toda la torpeza y lentitud que es posible, extiendo mis adoloridos y delgados dedos para acariciar el enredado y sucio pelaje de Buttercup que después de todo no resulto ser el más feo del mundo. No ahora que es lo único que me queda de Prim. El gato duerme plácidamente a mi lado. Esta alerta por si me echó a llorar de nuevo como es habitual. Pero de momento mis fuerzas solo me permiten acariciar su espeso pelaje. Ya debe de estar amaneciendo, eso indican los destellos de luz que entran a través de las cortinas. El día de hoy no será diferente a los demás. Sae llegara en unas horas para quedarse hasta que haya logrado desayunar, yo dormiré un poco antes de llorar de nuevo, entonces Sae vendrá con su nieta para darme el almuerzo y me dejaran la cena. Y regresaran mañana para seguir la misma rutina y yo dedicare mi tiempo a lamentarme.

Ahora soy capaz de entender cómo se sentía mi madre luego de que mi padre murió, no puedo culparla por abandonar la realidad de esa manera, porque yo he sido tan débil como ella y he abandonado todo a su suerte, aunque no tengo a nadie a quien cuidar más que de mi misma. Pero no he hecho el mínimo esfuerzo aun.

Llevo la misma ropa que hace un par de meses, aún tengo mis cicatrices por todo el cuerpo, las marcas de lágrimas y ojeras en mis ojos, no me he preocupado por mi cabello en semanas, y a pesar de comer lo que debería todos los huesos del cuerpo se me han marcado perfectamente debajo de la piel.