Chapter 5. The Goblet of fire

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Era la noche de ese día, cuando Draco y yo nos dirigíamos al gran comedor a ver quienes habían puesto su nombre en el cáliz de fuego. Draco no me había preguntado acerca de lo que pasó ayer en la torre de astronomía, estaba agradecida porque ayer me salvo de una de las tantas veces que hubiera podido atentar contra mi vida.

Cuando entramos pudimos ver que la gente nos miraba, y ¿cómo no? Si llevábamos nuestras manos entrelazadas. Pronto, llegaron los gemelos y trataron de poner su nombre en el cáliz. Al principio, todo pareció que iba bien; ellos habían podido cruzar la línea de la edad que el director dibujó. Pero después, llamas comenzaron a salir haciéndolos retroceder y el hechizo los aventó fuera del círculo. Ambos se vieron el uno al otro y se miraron con un acto reflejo de desesperación. Tenían barba. Todos nosotros comenzamos a reír y los gemelos se empezaron a pelear.

— Te lo dije —empujó Fred reprochándole a su gemelo.

— No, yo te lo dije —contestó el otro pelirrojo y ambos se tiraron al suelo dispuestos a golpearse al modo  muggle.

Todos estábamos muy entretenidos viendo la pelea "adulta" por parte de los gemelos. Hasta que Viktor Krum se acercó al cáliz de una manera muy brusca y siniestra.

— Hydrus, mira —me decía Draco jalándome cuidadosamente para que viera la escena donde Krum ponía su nombre en el Cáliz.

Cuando terminó el búlgaro, yo  noté que quiso sonreír a una chica de Gryffindor, nada más y menos que Granger la sabelotodo. Solamente que en ves de una sonrisa, le salió una mueca; cosa que la sabelotodo lo notó y también sonrío de medio lado para que nadie la viera.

— ¿Quién lo diría, la sangre sucia con Viktor Krum? —Escupió Draco.

—Calla, Malfoy, a pesar de que no soporte a los sabelotodo, hay que respetar —Draco solo me hizo una mueca disgustada y me ignoró durante la conversación.

— Draco, voy al comedor para la cena. Ven conmigo —le extendí la mano.

— Vamos —dijo y tomó mi mano.

Nos dirigimos al gran comedor y aún seguían las miradas en nosotros. Ignorábamos las miradas y nos demoramos frente a frente en el comedor.

— Hey chicos, ¿escucharon sobre las fotocopias? —hablo Zabini tomando asiento en el gran comedor.

— Par de tontos —se expresó Nott, pero yo estaba inmutada.

— ¿Qué te pasa, Hydrus? —preguntó Draco al ver que yo no defendía a mis amigos comadrejas.

— Yo.. —intenté terminar pero no pude por qué unas voces en mi cabeza empezaron a perturbarla, y eran de una mujer. Oh no de nuevo.

— ¿Estas bien? —Preguntó Nott y en ese instante llego un joven de primero y le dio una nota a Hydrus.

No has tomado tu poción. No me perdonaría si te pasa algo enfrente de mi. Ve inmediatamente a mi aula a tomártela y te quiero ver saliendo de aquí, ahora.
S.S.

— Yo, vuelvo en un minuto —les dije nerviosa. Me paré de la mesa y vi a  Snape, quien me veía con un semblante serio y se dio cuenta que estaba mal.

Dejé caer caer la nota al suelo pensando que nadie lo había notado, pero Theo que era el más observador lo notó.

Narradora

Una vez que Hydrus dio paso al final del comedor, habló Theodore.

— ¿Pero qué le pasa? —preguntó el azabache.

— Yo..mmm..—trató de hablar el rubio.

— Síguela, idiota —le dijo Zabini.

— Ni siquiera sé a dónde va —contestó el rubio con molestia.

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