Lean la nota al final!
Narra André.
Llegué a casa Madi, toqué el timbre pero nadie salió, era algo raro ya que le avise a mi pequeña pero nadie salió. Comencé a preocuparme, llamé a Madi pero no contesto.
– ¡Madison! Pequeña abre la puerta. -grité-
Pocos minutos después, por fin abrieron la puerta, Madi estaba algo pálida, pero está bien.
– Nena, ¡me asustaste! ¿Por qué no abrías?–
– Después de cinco meses, las náuseas regresaron.–
– No me asustes de esa manera, por favor. -dije para después besarla-
– Amor, el único susto que te daré, será el del parto.–
Palidecí al recordar el parto, oh dios. ¿Qué haré ese día? ¿Me desmayaré?
– ¡André! Estás muy pálido. ¿Qué sucede?–
No dije nada, fui a la cocina y busque un vaso de agua, necesito calmarme. Todavía falta para el parto.
– Tengo miedo, no sé qué pasará cuando llegue el momento.–
– Yo también tengo miedo, solo quiero que estés ahí, quiero verte ahí conmigo.–
– Estaré ahí contigo y con los niños, te quiero pequeña. -la besé-
– ¿Te parece si vamos al centro comercial?–
– ¿Compras navideñas de último momento, Madi?–
– Lo siento bebé, pero se me había olvidado hacer las compras.-ahí va con sus pucheros-
– Entonces vístete que nos vamos de compras. -subió las escaleras con prisa- ¡Madison! No corras.
Bueno hoy será un largo día, no puedo creer que no le halla comprado algo a Madi. Pero ya resolveré que regalarle. Mi nena bajo y partimos al centro comercial. Hoy me pude dar cuenta de algo: Madison es una adicta a las compras. Nunca pensé llegar a ver tantas bolsas de compras, pero lo bueno fue que conseguí el regalo perfecto para Madi y los gemelos.
– ¿Compraste todo?. -dijo Madi sacándome de mis pensamientos- Cariño, estás muy distraído hoy.
– Estoy bien, solo pensaba.–
– Tenemos que irnos ya, tú tienes que ir a tu casa a cambiarte para la cena.–
– Te dejo en la tuya y me voy a la mía.–
– Primera Navidad juntos amor. -entrelazó su mano con la mía-
– Y las muchas que nos esperan. -la bese-
Deje a Madi en su casa y fui a mi departamento, la cena es a las 8:30pm y tengo que ir al centro comercial a buscar los regalos. Tenía tiempo, así que tome una ducha y luego vi televisión un rato.
Ya se acercaba la hora así que me puse mi ropa; un jean oscuro con una camisa de jean y unos zapatos marrones. Fui al centro comercial y luego a casa de mi pequeña.Al llegar, Daniel abrió la puerta y me dijo que Madi se está arreglando.
– André, que bueno que llegaste. -dijo Anne, la madre de mi novia-
– Anne, ¿cómo estás? ¿Dónde está James?–
– Bien cariño, debe andar en la cocina pellizcando la cena. -reí-
Sentí unas pequeñas manos tapando mis ojos y una luego una pequeña risita, sabía que era mi pequeña; me di la vuelta mientras la tomaba de la cintura para luego besarla.
– ALEJA TUS MANOS DE MADISON. -dijeron unas voces-
– Papá, Daniel; solo fue un beso. -hablo Madi, haciendo un pequeño puchero-
– Estas muy pequeña para eso. -dijo James, mi suegro-
– Si no te has dado cuenta estoy embarazada. -no pude evitar reír-
Su padre y su hermano se fueron dejándonos solo, me di cuenta lo hermosa que está Madi, un vestido color crema se ajustaba perfectamente a su vientre abultado y unos zapatos bajitos color negro. Sencilla pero muy hermosa.
– Luces muy hermosa. -se sonrojó al oírme- amo tus sonrojos.
– Gracias, tú estás guapo como siempre. -beso mis labios-
Fuimos al comedor cuando nos avisaron, la cena transcurrió entre charlas y risas.
– Feliz Navidad amor. -escuche a Madi- Te amo.
– Feliz Navidad nena, no sabes cuando significa estar contigo; Te amo mi pequeña Madi. -y probé esos labios-
– ¡HORA DE LOS REGALOS! -gritó Daniel-
Todos fuimos a la sala, donde estaba el árbol de Navidad, cada quien empezó a abrir sus regalos.
– Amor, este es para ti; espero que te guste. -sonreír al escucharla-
Tome la cajita que me tendía Madi, rompí la envoltura era una caja de terciopelo con el logo de una joyería, lo abrí: un reloj de bvlgari.
– Pequeña, no puedo aceptarlo! Te debió costar mucho.–
– No digas nada, es un regalo. -me besó-
Madison revisó debajo del árbol y encontró mi obsequio, todos los demás la veían mientras abría su regalo, de la nada Madison empezó a llorar.
– André, son preciosas! No puedo creer que ya elegiste el nombre de los gemelos.–
– ¿Te gustan? Pensé en muchos nombres y esos me parecieron los mejores.–
– Te amo.
El regalo de Madi eran dos camisas para bebés, una azul donde se podía leer "Luke Hamann, el campeón de papá" y la verde "Liam Hamann, el príncipe de mamá"
**
FELIZ NAVIDAAAD!!!
Aquí está el especial navideño, algo tarde pero aquí lo tienen.
YA LOS BEBES TIENEN NOMBREE!!
Cualquier error será corregido cuando la novela culmine.
Espero que disfruten este capítulo, sé que está un poco aburrido, pero casi no tenía tiempo para escribirlo.
Por favor dejen por aquí su numero con el código de su país para el grupo de whatsapp!
Besos.xx
ESTÁS LEYENDO
Dos Es Mejor Que Uno.
Romance¿Nunca se han preguntado cuan idiota puede ser una persona? Pues de una vez les digo, mi nivel de idiotez fue enorme, con tan solo 20 años estoy embarazada y son ¡Gemelos! ¿El padre de los bebés? Se fue apenas se enteró, simplemente se esfumó, pero...