Regrets

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Los siguientes tres años fueron los mejores de mi vida. Emma  y yo éramos inseparables; hacíamos todo juntos.

No todo era fácil, pues peleábamos diario por las cosas más arbitrarias; pero antes de que lo supiéramos estábamos sosteniéndonos entre brazos.

Jamás había sentido lo que es amar de verdad a alguien; quizás tu sí y todo esto no tenga sentido, o quizás te relaciones con mis memorias; pero para mi, amar a Emma era amar a la vida misma. Era un amor sin limitaciones ni prejuicios. Amaba verla sonreír costara lo que costara y por sobretodo amaba verla vivir.

Emma me sorprendía en todos aspectos. Recuerdo como solía pedirme que fuera su primera vez. Por supuesto que quería ser su primera, segunda y última; pero no quería quitar eso de ella hasta que estuviera lista. Y sabía que no lo estaba.

Malika se encargaba de eso.

La molestaba todos los días en el colegio. Yo me sentía impotente pero deduje que eventualmente nos dejaría y  hasta que ese día llegara lo mejor sería ignorarla.

Mi ex novia insistió un par de veces en hablar conmigo después de enterarse que Emma y yo estábamos juntos. Yo aceptaba; no quería verla mal de nuevo, sobretodo sabiendo lo sensible que podía ser. Sin embargo, todas las veces que hablamos, terminaba preguntándome que había ido mal entre nosotros.

Estaba al tanto de los cortes en sus muñecas por lo que la escuchaba e intentaba contestarle todas sus dudas.

Emma, por supuesto, estaba furiosa. Pero vamos! Todos los días le dejaba en claro que Malika era mi pasado y que ella, Em, lo era todo para mi. 

Quizás debí de haber sido menos tolerante con mi ex novia. Quizás eso hubiera ayudado a Emma a sentirse mejor de sí misma.

Quizás.

Después de un año finalmente lo hicimos. Hicimos el amor. Fue uno de los momentos de mayor felicidad para mi. Em no era una experta como Malika pero sin duda era dulce y delicada y eso para mi fue mil veces mejor. Fue ahí cuando comprendí la diferencia entre tener sexo y hacer el amor.

Pasaron los años y todo iba bien en nuestra burbuja de amor; hasta que un día Emma recibió una carta. Había sido aceptada en la universidad de Londres. Sabía que su sueño era irse de Cheshire para perseguir una carrera médica así que actué como que no me importaba la distancia y continuamos saliendo.

Por supuesto que me importaba.

El amor de mi vida se iba y no había nada que pudiera hacer para detenerla. Mis padres no tenían el dinero suficiente para enviarme con ella y, aunque trabajara todos los días, no podía costearme  el lujo de vivir en Londres.  

Así que me quedé en mi pequeña ciudad.

Antes de que se fuera la llevé a cenar a nuestro restaurante favorito, Cluny. Esa fue la segunda mejor noche de mi vida.

Al siguiente día la conduje hasta la estación de tren y esa fue la ultima vez que la vi.

Nos mandábamos mensajes todos los días, pero sin duda no era lo mismo. Conmigo estudiando derecho y ella volviéndose doctora, apenas y teníamos tiempo de hablar. Nuestras conversaciones consistían en, “hola” “te amo” y  un “te extraño” de vez en cuando. Sabía que lo nuestro estaba lentamente llegando a su fin.

Emma intentaba convencerme diario de usar Skype para vernos pero simplemente no me sentía con ánimos. La verdad era que estaba teniendo mis dudas; esto no era justo para ninguno de los dos.

Después sucedió algo que confirmó mis temores; mi abuelo murió.

 Él había sido mi mejor amigo desde el divorcio de mis padres y su ausencia creó un hoyo en mi corazón.

No le dije a Emma. Estaba concluyendo sus exámenes y sabía que no podría venir a verme.

Ella ya no estaba aquí para mi y ambos estábamos creciendo alejados. La necesitaba conmigo, me sentía muy solo y una pregunta para la cual ya tenía respuesta, continuaba formándose en mi cabeza: Alguna vez regresará?

Aún la amaba, no me malentiendan. Quería ver sus sueños realizados aunque yo ya no fuera parte de ellos. La vida nos estaba llevando en diferentes direcciones y tendríamos que aprender a acoplarnos a ella.

Necesitaba hablar con alguien. Yo no tenía muchos amigos hombres, y la mayoría de mis amigas estaban ocupadas con sus estudios.

Excepto una.

Malika me había estado buscando desde que se enteró que Emma se había ido. Quería ponerse al corriente con nuestras vidas y yo, sintiéndome solo, acudí a su encuentro. Necesitaba sacar todos los sentimientos que había reprimido; por lo que le conté todo.

En ese entonces Mal estaba saliendo con un chico así que confié en su instinto creyendo que ya no querría nada conmigo. Me hizo ver las cosas claras; y fue cuando decidí que Emma y yo no estábamos destinados a estar juntos, al menos no en esta vida.

Necesitaba crecer y yo no podía retenerla.

Sin embargo fui un cobarde. No sabía como enfrentarla sin romper su corazón, por la que la ignoré con la esperanza de que se fuera olvidando de mi.

No funcionó. A los pocos días me habló y pasó lo que tanto estaba intentando evitar. Con cada palabra que daba, podía sentir como el corazón de Emma se rompía.

Fui un cobarde.

Y me arrepiento de todo.

Eventualmente Emma cortó conmigo. Yo estaba completamente destrozado pero me seguía recordando que esto era lo mejor para ambos, especialmente para Emma, por lo que no le contesté su mensaje.

Segunda cosa de la que me arrepiento.

Malika terminó con su novio una semana antes. Yo tenía que seguir con mi vida, y, hallando consuelo en Mal, comencé a salir con ella…de nuevo.

Y así fue como acabo.

 Creí que no volvería tener noticas de Emma…

hasta esta llamada.

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Dos capítulos porque el primero estuvo cortito :)

Disfrutenlo que ya viene lo bueno!

Voten voten y comenten; significa mucho para mi. 

pd. no puedo dejar de esuchar la canción de Harry "Don't let me go" absolutamente la amo....se las pongo aquí para que la escuchen, además como que va con el capítulin no creen?!!! 

love ya

Jenna 

Broken Memories (Harry Styles) [De vuelta proximamente.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora