Touch

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"La luz es tenue y está oscureciendo, y el silencio está sonando, y casi puedo sentir tu respiración, casi puedo sentir el resto, la noche es joven y la estamos viviendo, las manos se mueven, sin parar, y el tiempo pasa lento, puedo sentir que estamos cada vez más cerca, más cerca, sí"

Chicago, Estados Unidos

-¿Tienes un cigarrillo?.- me pregunta Camila mientras se sienta a mi lado en el balcón.

Asiento mientras saco la cajetilla desde mi bolsillo de mis skinny jeans, le ofrezco uno y ella lo toma para colocarlo en sus labios, tomo el encendedor y se lo acercó para encender su fuente de tabaco.

-Gracias.- agradece mientras expulsa el humo que produjo su primera calada.

-No hay problema.- le digo con una pequeña sonrisa mientras vuelvo a mirar hacia el frente.

-¿Qué hacías tan sola aquí eh?.- me pregunta mientras me mira de reojo antes de mirar hacia al frente al igual que yo.

-Nada, sólo pensaba un poco.- le respondo mientras observo el tráfico de la ciudad.

-Mhm ¿Tiene algo que ver con Keana?.- me pregunta y yo la miro mientras mi lengua humedece mis labios.

-Siempre es Keana quien ocupa mis pensamientos, ya sabes, estamos teniendo problemas.- le digo y ella hace una mueca.

-Que extraño que la princesa después de un año te produzca problemas.- me dice sonriendo de lado mientras sostiene el cigarrillo entre sus labios.

-Hey, no le digas princesa, lo dices en un tono burlón, y no me produce problemas, son... Conflictos de pareja, lo normal.- la reprendo dulcemente mientras ella ríe.

-Lo siento, lo siento Lern.- me dice mientras sopla su humo en mi rostro logrando que una carcajada saliera de mis labios.

-Detente, pequeña odiosa.- le reclamo mientras desordeno su cabello.

-Vamos a la cocina, Harry está haciendo la cena, debemos evaluarlo.- me dice mientras le da una última calada a su cigarrillo para después levantarse.

-Okay, vamos a ver a rapunzel.- digo riendo mientras la ojimarrón apaga su cigarrillo y lo deja en el cenícero.

-Te sigo Jauregui.- me dice Camila mientras me agarra de la cintura para dirigirme a la cocina.

Al llegar encontramos a Harry con un delantal de cocina, y un gorro de chef, además de tener su largo cabello color chocolate lleno de harina, ambas nos reímos ante la escena.

-¿De qué se ríen?.- nos preguntó con una ceja enarcada mientras colocaba las manos en su cintura.

-Te ves tan gracioso Harold, de verdad.- le dijo Camila mientras se acercaba y palmeaba su hombro.

-Estoy tratando de hornear unos pastelillos para la cena, espero que funcione.- murmuró mientras miraba el horno.

-¿Pastelillos para la cena? Innovador.- le dije y el rió mientras asentía.

-Es para que vean mi talento en la cocina.- alardeó mientras se sacaba el gorro y sacudía sus rizos.

-Espero no morir intoxicada o con un horrible dolor de estómago.- dijo Camila y yo reí mientras chocaba mi mano con la suya.

-Par de perras.- dijo Harry mientras nos sacaba la lengua.

-Gracias, que cariñoso eres.- le dije mientras apretaba sus mejillas.

Los tres reímos mientras Camila y yo ayudábamos a Harry con su creación, el sonido del timbre resonó en nuestro departamento y me ofrecí como voluntaria para abrir la puerta.

Camren One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora