capitulo 8

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Capitulo ocho

Llego con temor e inseguridad se acerco a la tumba de su esposo, se arrodillo y puso los jazmines encima. Las lágrimas corrían ferozmente por su rostro. Era tan infeliz, su vida se había vuelto tan triste y monótona. Miro la tumba de su esposo desconsolada y sollozo con locura, pensando. «David ¿por qué te fuiste? ¿Por qué me abandonaste? Me dejaste sola» se dijo.

Sin controlarlo comenzó a gritarle al cielo, golpeando la tierra.

-¡Daniel! ¡Daniel! ¡Daniel! Ahh ¡Por qué!

Cansada y paralizada de nuevo se dio cuenta de que podía hablar, pero ya no balbuceaba, ella hablaba de verdad, como si nunca lo hubiese dejado. Miro otra vez la tumba de su esposo y el viento soplo fuerte, el olor de los jazmines la inundo reconfortan mente. De alguna manera se sintió aliviada como si fuese alguna respuesta. Se toco el vientre y su bebe se movió suavemente, era increíble. Inexplicablemente se sentía feliz, renovada y recobrada, las cosas estaban cambiando.

Tambaleándose decidió que era la hora a que fuera a la casa de sus padres, ya había pasado tres años, y de paso una visita a su suegra.

Cuando volvió a su casa sus padres estuvieron llorando alrededor de dos días corridos por la emoción, según su madre un milagro, una nueva oportunidad. Su madre durmió con ella el primer día, emocionada porque iba a ser abuela. Durante esos días no pude quitarse de la cabeza al hombre de ojos azules, lo extrañaba. Su madre la interrogo y no tuvo más remedio que contarle. Su madre fue muy comprensiva y la apoyo, tomo su mano y le dijo:

-Cariño, ya han pasado tres años. Ya es hora de que te des una oportunidad, David lo hubiese querido, eres joven.

-Es que me siento mal, siento que lo estoy traicionando.

-No mi niña, no es así.

-Supongo que no, pero aun lo amo mamá-.dijo mientras sus ojos se ponían vidriosos.

-Fue tu esposo y el amor de tu vida. Viviste momentos inolvidables y espaciales. El amor hacia una persona nunca se olvida. Has vivido cosas muy duras para tu edad, ya es hora de que seas feliz.

-Lo sé. Él, él me ama y es un hombre muy bueno y yo le dije cosas muy feas, lo eche de mi vida.

-Nunca es tarde, te ama y lo olvidara. Él te acepto tal y como eres y lo más importante con tu hijo. Ve y pide disculpas cariño, recupéralo.

Estaba frente la casa de su peor pesadilla, sabía que entraría a la boca del lobo pero era necesario. Debía dejar el pasado atrás, los rencores y los malos recuerdos y para eso debía acabar con todo desde el principio.

Con valor toco la puerta y espero unos dos minutos a que la abrieran. Se quedo paralizada al ver la mujer que tenía en frente y no lo podía creer. Dicen que yerba mala nunca muere y es más que cierto pero sin duda los años caen y toman cuenta sin excepción.

-Sahara-.dijo su ex suegra sorprendida.

Ella la miro durante largo rato y bajo la mirada a su vientre que Sahara protegía. Una sombra indescifrable paso por sus ojos negros con voz temblorosa la invito pasar.

-Ya veo que has hecho tu vida.

-¿A qué se refiere?

-A que vas a ser madre, que has continuado con tu vida.

-El hijo que llevo dentro es su nieto-.menciono ella enfatizando la palabra «su».

La vieja mujer la miro atónita e incrédula, de pronto las lágrimas bajaban por su rostro tapándose la boca. No lo podía creer, en el tiempo que la conoció nunca había visto un ápice de sentimientos en ella.

-Mi nieto… ¿Cómo es posible?

-Usted sabe que solo tenía una oportunidad entre mil.

Ella volvió a callar y sollozo levemente y por primera vez en su vida vi amor en su mirada, compasión, tranquilidad.

-Lo que no le diste a mi hijo en vida, se lo concedes ahora-.se acerco a ella y toco su bulto-. ¿Podrías perdonar a esta vieja cascarrabias por todo lo que te hico? Lo siento mucho, el tiempo me ha hecho pagar todo lo que les hice, porque le hice daño a mi hijo también. Me arrepiento tanto.

-Te perdono Esther, te perdono por todos los años de sufrimiento que nos hiciste pasar. Dejemos el pasado atrás y hagamos las pases

-De acuerdo. Mi hijo estaría orgulloso de ti, muy feliz-.sonrió.

-Sí, ojala pudiera estar con ella, verla crecer, sus primeras palabras, sus primeros pasos-.dijo con melancolía.

-Oh, es niña, que alegría ¿Cómo se llamara?

-Daniela.

-Gracias por todo ¿Te quedaras o Volverás?

-Volveré a Auckland, pero volveré en las navidades y podremos compartir en familia.

-Claro. Hasta luego-.despidió-.Espera. Has tu vida nena y se feliz, David lo hubiese querido.

-Eso trato.

Oportunidades del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora