capitulo 6 parte 2

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Continuacion:

Comenzó a desabrochar su corbata lentamente, luego el primer botón de su camisa, hasta el cuarto, hasta dejar un poco de visibilidad de su duro pecho, podía sentir su corazón palpitando desesperadamente. Ella comenzó a meter sus dedos entre su camisa, necesitaba tocarlo, lo anhelaba cuando entonces las manos de Liam la alejan. Se separo de ella sin aliento, agitado. Estaba confundida, no sabía qué pasaba. De pronto se sintió rechazada y humillada.

-Sahara no es lo correcto. Tengo que irme-.dijo apoyando su frente sobre la de ella.

-¿Por qué Liam?-.se miraron fijamente mientras el acariciaba su cabello-. Quédate conmigo, quédate.

-¿Estás segura?-.la miro sorprendido-. No quiero que te arrepientas. Es muy pronto.

-Te necesito-.señaló acariciando su mejilla.

Ella lo beso con desesperación. La necesitaba en todo los sentidos.

Desabrocho completamente su blusa dejando libro su torso. Trago saliva antes de que se salieran. Ancho, musculoso, bien formado, pero nada exagerado. Era tan natural como su pecho bajaba y subía. Lo tocaba con lentitud, para sentirlo, para recordar esa sensación carnal tan poderosa.

Estaba tieso al sentir sus suaves caricias, su erección estaba apretada e incomodo, necesitaba salir. Bajo provocadoramente sus manos a sus muslos rozándolos como las caricias de una pluma, luego subiendo sus manos hasta sus caderas. Roces suaves pero lujuriosas. Un cosquilleo se asomo entre las piernas de ella. Estaba excitada, húmeda y caliente. Había olvidado de cómo se sentía, ese calor humano tan agradable. Lo necesitaba con desesperación, necesitaba sus caricias, lo necesitaba a él.

-Desde que te vi me tienes loco. Me has vuelto un completo idiota.

-Y un hostigador-.dijo sonriendo.

-Eso también. Pero no es mi culpa. ¿Qué me estás haciendo hechicera? Hay algo en ti que…no puedo evitar-.acaricio su pelo suavemente y se acerco a su cuello para aspirar su aroma. Dio suaves y delicados besos hasta su hombro. Sonrió al escucharla gemir, al sentirla temblar. Esa era su noche, la iba a seducir, la iba a volver loca de placer, la iba a hacer suya.

Sahara jalaba su pelo suavemente, sedoso y varonil, su cuerpo, su olor la volvía loca. Sus piernas no la iban a sostener mas, las cosquillas en su centro la estaban matando y él lo sabía.

-Quédate. Te necesito, déjame sentirte. Hazme tuya-.sintió esas palabras en el alma. ¿Qué le estaba pasando? No era natural. Su carne ardía, exigía más calor íntimo. Nunca había sentido tanta necesidad excepto por él. Borro las imágenes de ella y su esposo. No quería pensar en eso, pero se sentía mal, se sentía infiel.

Los sensuales susurros de Liam la devolvieron a la realidad. Por Dios ese hombre la iba a volver loca tan solo con caricias y susurros.

-Di todo lo que necesito.

Lo dirigió a su cuarto, de pronto sentía miedo, pavor. Pero también sentía emoción, excitación, timidez. ¿Qué diría? ¿Qué opinara?

Liam sostenía fuerte sus caderas al entrar. Su excitación creció al ver la gran cama de litera sensual alumbrada en la luz tenue. Una habitación grande estilo indio, roja y dorada. Tenía figuras en un tablillero, en una esquina de mesa noche una lámpara decorada en dorado. Grandes cortinas rojas de seda decoraban las grandes paredes cremas. Todo era tan sensual. Nada parecida a su casa estilo moderno en blanco y negro. Esta habitación era para dos amantes. Lo que serian pronto. El suave incienso junto con el olor a jazmines inundaba sus narices. Entraron al cuarto temerosos e incómodos por lo que iba a pasar. La inseguridad de Liam aumento al ver el retrato de ellos dos, de ella y su esposo. La desilusión lo inundo.

Oportunidades del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora