III. A que no te lo esperabas...

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-Hola, pequeña. - dijo tranquilamente como si no pasara algo y pasara nada. Cada célula de mi cuerpo me decía que lo correcto era correr. Correr lo más rápido que mi cuerpo permitiera. Sin parar. Por nada. Pero no lo hice. Me quede parada como una idiota con la boca abierta.
-¿Qué haces aquí? - pregunté en cuanto pude formular una palabra.
-Vine a verte. Recibir un mensaje de tu abuelo es algo raro ya que técnicamente el no me conoce pero lo más raro estuvo en que era un mensaje del futuro.- respondio John Constantine.
El no se supone que sepa de mi. Pero sabe de mi. El ayudo al Arrow una vez y yo le debo un favor a su yo del futuro.
-Tu familia esta preocupada por ti. No deberias jugar con el viaje en el tiempo.- me dijo con un tono de reproche.
-No estoy jugando. Intento salvar a mi mejor amigo que fue borrado del Universo.- respondo rápidamente de forma defensiva.
El solo se dio vuelta y empezó a caminar. A los 5 pasos el se dio vuelta y me preguntó si venia. La curiosidad me gano y lo seguí por varias calles y callejones haste que llegamos a este edificio que podría ser mi perdición.

Un almacén abandonado se alzaba en frente de mi cara como si se estuviera riendo de mi idiotez al seguir a Constantine, sus pasos generaban un ruido raro contra el agua del suelo mientras me guiaba hacia la entrada y yo me mantenía en un silencio sepulcral en el que ni mis pasos podían oírse.

En la puerta tuvo que forcejear para abrirla, yo me negué a ayudar aún sabiendo que no era lo correcto. La sorpresa vino cuando no había nada dentro de ese lugar. Una edificación vacía donde el sonidos de dos corazones retumbaba como si hubiera una zumba y nosotros fuéramos bailarines.

-Adiós.- dijo John a mi espalda y cuando gire para preguntarle porque alguien me tomo de la cintura y corrió lo suficientemente rápido para volver a mi tiempo. En el camino me dejo en una celda para meta-humanos.

-¡HEY!- grite a todo pulmón. Mis hermanas estaban ahí presenciando todo y mi padre detrás.

-¿Cómo demonios se te ocurrió viajar al pasado y meterte con toda la linea temporal?- preguntó mi abuelo en un tono que se sentía como un día nublado en el que miras el cielo esperando que caiga la gran tormenta.

Entre todas las cosas que pude haber dicho y hecho decidí tomar un voto de silencio. Camine de espaldas hasta que choque con la pared y me senté mirando a mi abuelo sin rastro de emociones en mi cara. El paso horas preguntándome el porque, intentando convencerme que el debía saber pero yo no hable. No demostré arrepentimiento en ningún momento. Mis hermanas se retiraron de la habitación primeras, luego mi padre pero mi abuelo no se rindió.

Pase años en ese lugar sin comunicación con nadie, mis hermanas venían de escondidas pero yo no respondía hasta que se cansaron de mi falta de afecto. Mi padre me miraba por horas intentando descifrar que había en mi cabeza.

Yo solo estaba esperando a que alguien apareciera, alguien que me sacaría de aquí y me daría lo que quiero. Y él apareció.

Abrió la puerta y yo me pare. Uno creería que salimos corriendo juntos hacia un lugar seguro pero no. Yo lo espere adentro de la capsula en la que me encontraba, el llego y me beso. No fue un beso lleno de fuegos artificiales o mariposas o corazones, fue un beso lleno de lujuria y deseo, fusionamos nuestras bocas no por amor sino por una pura atracción física que ambos sentíamos. Entre nosotros siempre hubo eso pero como niños nunca lo entendimos.

Terminamos contra la pared frotándonos sin parar. Él literalmente arranco mi remera de mi torso y se dedico a mis senos con su boca mientras que sus manos se ocupaban de mi trasero, el cual se encontraba adentro de mi pantalón. Yo solo me concentre en disfrutar de la atención que me daba sin parar. Se separo lo suficiente para desvestirse completamente y destruir lo que me quedaba de ropa.

-Ahora no tengo que usar.- le dije en el oído con una voz agitada.

-Si fuera por mi pasarías el día así pero traje una copia de tu vestimenta.- dijo con voz ronca mientras acariciaba con sus dedos el lugar que me distingue como una niña al nacer. Iba arriba y abajo lentamente volviendo locas mis terminales nerviosas.

No les voy a decir el nombre del chico con el que esto paso pero les voy a decir que su cuerpo era de ensueño. Si se preguntan si esta era mi primera vez, si. Pero siempre confié en el en especial para esto.

No hay que vivir en el pasado.(The Flash) #WATAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora