EL INSTITUTO

40 EL VIEJO FRÉDÉRIC.

Lizbeth

me levanté con el seño fruncido, mi padre tenía demasiado ruido abajo y gritaba cosas que desde mi habitación no podía escuchar me me bañé, me lavé los dientes, me cambié de ropa y salí ya aburrida al ver que mi padre todavía seguía con el ruido, cuando estaba bajando por las escaleras mi padre dejo de hablar en voz alta y callo, mientras caminaba por todos los rincones de la casa al parecer enojado, algo aturdido y tenía un poco de agonía y tristeza en la cara.

-secede algo? Perdiste el trabajo?

-no bebé...es solo que...no puedo decírtelo....debes saberlo pero yo....te lo diré cuando llegues luego de la jornada...si?

-esta bien...y calmaté un poco.

-lo intentaré mi amor, mejor apresuraté a desayunar que vas a llegar tarde al instituto.

-tu mejor decisión ha sido meterme ahí, gracias a eso me siento mas lista, hasta ya me inclino por una catrera.

-dime que no es administración empresarial

-no lo es...quiero ser una exitosa abogada.

-penal?

-no....administración jurídica- el dio una sonrisa.

No está satisfecho.

-que tiene? Mama lo era- tomé  el tenedor y comencé a devorar los huevos fritos.

-si, ella era muy buena en eso.

-los huevos no saben muy bien, creo que les falta sal

-lo tomare en cuenta la proxima ves-me miró serio, yo desvíe la mirada hacia la comida otra vez.

-no has sabido nada de jake? Desde que me reconcilié con christopher el no me ha vuelto a llamar ni nada.

-no hija-luego de eso murmuro algo inaudible para mi y un silencio incómodo quedó en el comedor, yo me escondí tras mi vaso de agua-no crees que christopher se esta convirtiendo en mala influencia?

-que?

-digo....las cosas que ha echo-hizo una pausa-es posible que ese chico sea loquito, no lo crees?

-el aspira a cosas grandes desde el pricipio, no sabe que hacer con su vida, pero a diferencia de los demás es pprque el puede hacer una gran cantidad de cosas...

-define gran cantidad de cosas-dijo el levantando una ceja.

Ahora que? El no puede saber que yo...

-papá. ..tengo que irme si? Adiosito-lo evité.

-espera! Lizbeth-dijo sonriendo, me encataba verlo sonreir, cuando estaba alegre me hacía tan feliz que pareciera que mi madre no hubiera muerto y luego cuando salía por la puerta vi que todavía tenía una sonrisa en la cara hasta que pensó que no lo observaba y frunció el seño tanto que sus cejas casi se encontraban, luego se llevó la mano a la cabeza mientras una lágrimasalia de sus ojos para luego cerrar la puerta, yo me preocupé por su estado y seguí caminando al instituto.

Me encontré con oliver en el camino quien me saludo sonriente, al caminar con el el ambiente se alegró un poco luego de ver la cara de mi padre, habia algo que le molestaba o lo estaba matando y ese algo era muy reciente, mordí mi labio inferior pensando en lo mismo una y otra vez.

Cuando llegamos a la entrada sur el me sonrió otra vez.

-y que dices?

-que?-pregunté confundida-perdona si? Es que no te escuché bien perfectamente.