23 MIRANDO AL PASADO 2

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Christopher

Lo unico en lo que pensaba en ese momento eran cosas como ¿para que sirvo? ¿deveria estar aquí?

la salada agua del mar tocaba los dedos de mis pies y el sonido de las olas me hacía suspirar de una forma rítmica, la arena que entraba entre mis dedos me daban muchos nervios, como todo ser humano le temía a la muerte, pero tenia mas miedo aun de seguir viviendo en mis condiciones, cuidarme después de correr, algo que necesito casi a diario, pues me meto en muchos problemas con muchas personas. el trato de mis padres tambien me atormentaba por otra parte,me trataban como un niño pequeño solo por mi condición, sinceramente ya estaba aburrido de todo esto, de todo. Siempre habia tenido curiosidad por ver que hay despues de la muerte, pero por otro lado me daban un profundo temor.

sabía que era imposible suicidarse ahogándose teniendo la facilidad de poder salvarse, asi que tome pesas y cuerdas los cuales había escondido en la lancha, mis padres me llamaron desde ella, hice una amarga sonrisa forzada y me dirigí hacia donde ellos estaban, cuando ellos encendieron la lancha un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, el aire frío hacia que mi cabello se agitara muy rápido, tenia los hombros tensos y los labios apretados, mis padres solo hablaban entre ellos en los puestos de adelante, me aproveché de las posiciones y rápidamente saqué las pesas que habia escondido, amarre las cuerdas a mis pies con dos nudos, los cuales para mi representaban una maldición, cada vez que habia completado uno la piel se me herizaba, al llegar a ver el agua de un tono azul oscuro pude deducir que esa altura estaba bien, me sente de lado en la lancha, dejando las piernas afuera haciendo que las pesas se ocultaran dentro del agua. la vi mas detalladamente y no parecia tan profunda, solo me llevaba unos 2 metros de alto, tanto así que había una chica bañandose por la zona.

-madre....voy a nadar.

-chris...no tienes que hacerlo- dijo ella volteando la cabeza con lágrimas secas y arrebatadas de sus ojos por la brisa que nos azotaba la cara en ese momento, una de esas lágrimas me calló en el rostro, haciendo que mis labios se retorcieran junto con un dolor constante en el pecho, una lágrima estaba a punto de salir de mis ojos, lo podía sentir gracias a la irritación que tenian estos y los ojos brillantes de mi madre no me calmaban tampoco, ella se acercó ami y yo reaccione rápidamente y me tire de la lancha. Sentía como las pesas me jalaban hacia el suelo, como la velocidad del sonido en el agua es mas lenta no podía entender lo que mi madre y mi padre gritaban, solo escuchaba partes de sus chillidos, con una pizca de desesperación por parte de mi madre, al levantar la vista se veía la luz distorcionada y gracias al movimiento del agua, sentía un frío por todo mi cuerpo, por un momento luché por llegar a la superficie pero fue inútil, solo sentía humedad dentro de mi cuerpo, y una sensación de tos en la garganta, me dio un increible sueño y cerre los ojos lentamente, antes de cerrarlos podia apreciar una sombra que se hacía mas grande hacia mi, al solo ver oscuridad pude sentir como la cuerda era desatada de mis pies, y también el pude sentir unas delgadas manos "frias" que estaban al rededor de este antes de que se desatará la cuerda.

Ya no me sentía en el agua, estaba consiente de alguna forma y vi luces, una por una, estas tenían cierto patrón cada 2 segundos una luz pasaba de arriba hacia abajo" y una figura oscura hablaba, no entendía lo que decía pero me tranquilizaba. Perdí la noción del tiempo, y cuando abrí por fin los ojos estaba sentado en una camilla con una máscara de oxígeno, mi madre hizo callar a mi padre con un susurro y luego se levantaron.

Yo me asusté y me levanté de golpe, me quité la mascara de oxígeno y la enfermera me vio de una forma estraña.

-hola hijo, mira, te presentamos a grabiela, ella te salvó cuando casi te ahogas en el mar.

-yo lo hice para ese mismo propósito!

-pues no funciono!

-hola christopher-me dijo ella, sonreí al verle.

-hola, un gusto, y gracias supongo....-murmuré en voz baja, mis padres se retiraron tras una orden de la enfermera.

-y, porque se dio por tirarte al mar?

-no lo se, tu sabes, cosas de hombres...

-si claro, se quien puede ayudarte, hay muchos psicologos en la ciudad, ellos pueden ayudarte para superar de forma emocional los límites de tu condición.

-gracias pero no los necesito.

-deberíamos vernos algun otro dia.

-como digas.

********

Me levanté de mi cama pensando en porque estoy volviendo a pensar en grabiela ahora, a estas alturas, justo cuando estoy con liz, por otro lado no quería ni siquiera ver a matias, de alguna manera había desarrollado una clase de resentimiento hacia el, sin ningun motivo, elena abrió la puerta de mi cuarto.

-chris, wales y yo te estamos esperando abajo en el patio, sal.

-iré en un minuto.

-como digas-ella cerró la puerta, y yo me quedé arrecostado en la cama pensando otra vez, no podía sacarme a grabiela de la cabeza, para concentrarme comencé a recordar mis buenos momentos con liz, incluyendo la cita dentro de las instalaciones periféricas, cierta alegría me había plegado al cuerpo, no puede aguantar una sonrisa de oreja a oreja, me levanté y me estiré un poco aislando la flojera de mi cuerpo, los gritos de mi madre contra mi pobre padre se escuchaban por toda la casa, asi que tomé unos billetes de mo cartera para salir a algun lado con elena y wales, no quería que siguieran escuchando las peleas diarias de mis padres, últimamente mi madre lo crítica por todo, y yo se cual es la razón exacta, sali de la habitación y cerré la puerta con fuerza para que mis padres pudieran escuchar las molestias que estaban causando, mi madre hizo una pausa, al parecer habia entendido el mensaje, pero luego de unos 3 segundos volvió a gritar mas fuerte insultando a mi padre.

Baje las escaleras y me dirigí al patio, ahí estaban wales y elena esperando sentados cerca de la fuente, les hice un gesto con las manos cullos billetes estaban en ellas, ellos se asercaron, nos saludamos todos y salimos de la casa dejando los gritos de mi madre atras.

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