Vi un hombre alto y delgado
Al otro lado del túnel oscuro
Le saludé con mucho entusiasmo
Por fin había atravesado ese muro
Ese muro entre la mágica vida
Y la dulce y seductora muerte
Entre la felicidad del movimiento
Y la dulzura de un cuerpo inerte
Y por fin pude volver a soñar
Y el aire limpio volver a respirar
Y saber que por fin soy libre
Y que ya nadie me va a parar