Edificios en llamas
Y calles vacías
Guerras de sangre
De miradas frías
Disparos y gritos
Se oyen sin parar
Gente asustada
Que pasa sin mirar
Y yo tumbado en el suelo
con un tiro en el brazo
Voy muriendo con mi hermano
que yace muerto en mi regazo
Luché hasta morir
Mientras me defendía
Para salvar a mi hermano
Aquel al que yo quería
Con este poema intento que la gente del mundo se dé cuenta de que no vale la pena luchar si las armas no causan poder ni fuerza, sino dolor y horror. Las guerras son conflictos que podemos evitar si nos lo proponemos sin necesidad de armas, fuerza ni brutalidad.