Momo

868 101 28
                                    

En un abrir y cerrar de ojos, se había hecho de madrugada y todos parecían estar más que agotados. Después de la proposición de Jimin, el juego había seguido con algunas preguntas graciosas y un par de retos vergonzosos. Digamos que ver a Ho Seok bajándose el pantalón y bailando en ropa interior me relajó un poco. Y ni hablar de la sesión de karaoke improvisada de Jenn y Sky, quienes interpretaron una magnífica pieza de Presley.

A pesar de la tensión que rodeaba la habitación, todos nos las habíamos arreglado para pasar un buen rato. Sin embargo, los nervios volvieron a nosotros una vez que Jin y Ho Seok indicaron que estaban demasiado cansados como para continuar con el juego, siendo apoyados por el resto de las chicas, incluidos Jimin y Tae Hyung.

Había llegado el momento de la verdad. La hora de dormir. Un silencio eterno inundó la habitación. Todo el grupo se observaba fijamente. Jenn parecía estar a punto de colapsar por la mirada inquisitiva de Ho Seok, y Sky y Jin desbordaban una extraña energía entre ellos. ¿Era mi impresión o esos dos se traían algo? Yoon Gi y Leah estaban relajados; esta última un poco menos, a causa de la extraña interacción entre su novio y su mejor amiga. Por otra parte, Jung Kook jugaba desinteresadamente con el pequeño Nam Joon, tratando de distraerse y evitar el contacto con los demás. Kaori parecía absorta en su propia realidad, y Jimin y Tae Hyung se encontraban preparando las bolsas de dormir de las chicas, así como algunas colchonetas y demás. ¡Esto era demasiado!

Antes de que pudiera reaccionar, Jung Kook se levantó abruptamente, llamando la atención de todos.

―Será mejor que me vaya ―dijo en un susurro; su mirada baja.

―Sí. Estoy de acuerdo con eso ―anunció un emocionado Jimin.

―¿Por qué no te vas largando ya? ―sugirió Jin.

―Chicos... ―sentenció Jenn, mirando a Jung Kook de reojo.

―¿Qué ocurre, Jenn? ―preguntó Ho Seok―. El chico no tiene con quién compartir cama, y no creo que sea tan valiente como para querer robarle la pareja a alguno de nosotros, ¿o me equivoco? ―dijo esto último dedicándole una mirada burlona al chico.

No pude evitar observar a Jung Kook. Estaba completamente avergonzado. Sus mejillas lucían un tono rojo carmín, y su mirada perforaba el suelo de la habitación. Sus manos se encontraban apoyadas a los lados de sus muslos, formando ligeros puños que se tensaban cada vez más.

―¿Y bien, Jung Kook? ¿Por qué no dices adiós? ―Lo provocó Jimin. Me volví hacia él para enfrentarlo. Su mirada demostraba desprecio hacia el chico. Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera darme cuenta.

―¿Por qué lo tratan así? ―pregunté en un susurro. Jimin y Jung Kook me perforaron con la mirada.

―Mo... ―susurró Jung Kook, sorprendido.

―¡Nada de Momo! ―Lo interrumpió Jimin―. Las parejas ya están formadas, y tú estás sobrando. Es momento de que te marches.

Jung Kook bajó la mirada y salió de la habitación sin pronunciar palabra. Todos estaban sorprendidos por la reacción de Jimin, incluyéndome, así que, sin pensarlo mucho, decidí aclarar el montón de dudas que se estaban formulando en mi cabeza en ese momento. De inmediato, salí de la habitación y corrí hasta la puerta de entrada para alcanzar a Jung Kook. Él ya había salido de la casa, así que me dirigí al exterior con algo de prisa para encontrar al chico caminando en sentido opuesto.

―¡Jung Kook! ―lo llamé, mientras corría en su dirección. El chico se paralizó a mitad de la acera.

―¿Q... Qué haces aquí? ―tartamudeó. Lentamente, me acerqué hasta enfrentarlo.

―Yo... ―titubeé―. Es que... No me gustó ver cómo te trataban los chicos allá dentro. ¿Ocurrió algo entre ustedes para que te traten así? ―le pregunté preocupada. El chico me observó fijamente, provocando algunos escalofríos en mí.

―Momo... No es nada, en serio. Mejor vuelve a la casa. Hace frío aquí y ya es tarde. ―Trató de seguir caminando, pero lo detuve sujetando su mano izquierda. Jung Kook volvió a paralizarse.

―¿Ocurrió algo entre ustedes? ―repetí en un susurro. Jung Kook soltó un leve suspiro. Poco a poco, se volvió hacia mí para enfrentarme.

―Jimin y yo nos conocemos desde la secundaria. ―Empezó en voz baja―. En ese entonces, a ambos nos gustaba la misma chica. Los dos luchamos mucho por obtener su atención; enviándole mensajes secretos, invitándola a almorzar con nosotros, comprándole dulces, ayudándola con los deberes... Cosas por el estilo. ―Hizo una pausa―. Esa chica era algo complicada para expresar sus sentimientos abiertamente, por lo que, a menudo, nos invitaba a Jimin y a mí a acompañarla a la azotea de la escuela. ―Lo miré curiosa―. Obviamente, por separado. No juntos. Eso... Eso sería raro. ―Reí ante su expresión―. El hecho es que se mantuvo haciendo eso por más de tres meses, dándonos esperanzas banas y señales confusas sobre sus sentimientos hacia nosotros. Después de unas semanas, me enteré de que ella había besado a Jimin. Me dije a mí mismo que ese era el adiós; todo estaba terminado, y tenía que aceptar mi derrota. ―Hubo una pausa. Jung Kook suspiró pesadamente, mientras se frotaba la nuca―. Tres días después, me enteré por los pasillos de que ese beso había sido una muestra de rechazo por parte de la chica. Según mis compañeros, ella le había dicho a Jimin que tenía interés en otra persona, pero, como él estaba tan enamorado de ella, lo besó para darle un buen recuerdo que conservar. Lo que no esperaba, era que esa otra persona de interés fuera yo.

Abrí los ojos ante la sorpresa. No sabía qué decir. Jung Kook me observó tímidamente y decidió continuar.

―Después de tanto luchar, me quedé con la chica. Al principio, no podía creerlo, pero luego empecé a asimilar que, tal vez, Park Jimin no era el chico superpoderoso que podía tener todo lo que quisiera cuando lo quisiera. Así que empecé a salir con esta chica y, desde ese momento, Jimin y yo hemos tenido una especie de rencor contenido hacia el otro.

―Pero... ―Lo interrumpí―. No lo entiendo. Es decir, si eso fue algo que pasó en la secundaria, ¿por qué traerlo a colación ahora? ¿Qué ambos no tienen una multitud de opciones en la universidad? ―pregunté confusa. Jung Kook me dedicó una mirada cargada de significado.

―Lo cierto es... ―los ojos del chico perforaban mi alma con cada segundo que pasaba― que, desde hace algunos meses, ambos notamos que la historia se estaba repitiendo.

―¿Cómo? ¿Les gusta la misma chica? ―pregunté en un susurro. Mis ilusiones con Jimin estaban empezando a desvanecerse.

―Sí, Momo ―respondió Jung Kook seriamente.

―Oh. ―Fue todo lo que pude decir. Jung Kook asintió en silencio.

―Y... ―susurré después de unos segundos―. ¿Se puede saber quién es esa chica? ―pregunté al fin, siendo incapaz de enfrentar al chico. Jung Kook jadeó suavemente.

―¿Realmente no lo sabes? Digo, a estas alturas, creí que ya lo habrías notado. ―Levanté la mirada sorprendida.

―¿De qué estás hablando? ―Lentamente, Jung Kook fue levantando su mano izquierda para apuntar a... A... A mí. ¿Qué significa esto?

―Eres tú, Momo. Tú eres la chica.

A night to remember © ➳ Park Jimin & Kim Tae Hyung || ANTR #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora