CAPÍTULO 13

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-¿Se puede saber qué es esto?-preguntó el manager enseñándonos las fotos tomadas anteriormente en el bar.-¿Por qué pegaron a esas chicas?-dijo esta vez dirigiéndose a nosotras.

-No les culpe, fue idea mía.-defendí a mis amigas.

-¿Se puede saber quien eres tú?-preguntó con un cierto asco a mi existencia.

-Soy la hijastra del Sr. Min.-respondí para intentar no meter en problemas a Kook.

-¿Y cómo es eso de que eres la culpable?

-Pues...-miré a Kook y el asintió con una sonrisa triste y susurró "adelante".-Soy la exnovia de Kook.-terminé y solté un suspiro.

-No me lo creo.-levanté la cabeza para fijar mi mirada con la suya. ¿Cómo que no se lo cree?

-¿Qué quiere decir? ¿Por qué le iba a mentir?-dije nerviosa.

Creo que nos descubrió.

-Eso digo yo. ¿Por qué mientes? No eres la exnovia. Eres la novia.

Mierda.

-No señor, rompió conmigo para seguir en la banda.-intenté convencerle pero no sirvió de nada.

-Mira, no vuelvas a acercarte a Jungkook, ni a BTS. No te conviene tenerme de enemigo, señorita.-dijo amenazante.-Y eso va por todas.-dijo señalandolas.-Os quiero fuera de esta oficina, y de la empresa ahora mismo. No volvais.

Y eso hicimos, nos largamos de ahí los más rápido posible.

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-¿Y ahora que hacemos?-preguntó Ginger con los ojos llorosos.

-Nada. -dije cortante, era muy negativa cuando estaba triste.

-Ji Hyeon, no hablarás en serio, ¿verdad?-comentó Eleanor.

-¿Y qué se te ocurre a ti, eh? Por mucho que nos quieran, tienen que vivir su sueño, ne me perdonaría que lo abandonara por mí.-dije sin esperanza alguna, sin fuerzas.

-Asqueroso manager. Qué asco le tengo.-dijo Min.

-Si... Chicas, si no os importa, yo me voy a mi casa.-dije anunciando mi despedida.

-Vale, Chao.-dijeron las tres a la vez sin fuerzas.

Caminaba hacia mi casa, estaba realmente destrozada.

Apenas podía caminar, era como si no supiera andar,como si me hubieran atado los pies al suelo.

¿Tan estricto es con los chicos?

Cuando llegué a casa, hice caso omiso a los llamados de mi madre, subí las escaleras, me encerré en mi cuarto para meterme en la cama a llorar y no salir de ahí nunca.

¿Cómo voy a ignorarlos si viven conmigo?

Seguramente el manager ordenará a alguien que los vigile, ya no se fía ni un pelo de mí.

Mi plan para la tarde era pasarlo con mis mejores amigos: La manta, la cama y la almohada. Y he hecho amigos nuevos: pañuelos, te dejan la nariz roja y no les molesta que les llenes de mocos.

Se me está yendo la pinza.

La imagen de Kook tirándome al agua, besándome, abrazándome, suplicándome que le dijera la verdad del diario, haciéndome cosquillas, sonriéndome, comiendo sus cereales como si fuese lo último que comería, haciéndome reír, hablando, riendo, viendo la tele, la escena tan cómica de la nubes, tirándose a la piscina, llevándome a caballito, bromeando, consolándome,...

Esas y muchas más hicieron que incontables lágrimas salieran de mis ojos, comenzando así una llantera que duraría más de un día, seguramente hasta que estuviese deshidratada.

Hasta triste eres una exagerada, Jiji.

Pronto tendría hambre, pero no iba a ir a la cocina, a parte de que me prometí que no saldría de esta habitación, que no tengo ganas ni de moverme.

Era muy deprimente esto, sobre todo que vaya a pasar todo este tiempo aquí por un chico.

Y diréis:

Qué tonta y cursi es esta chica.

Eso es lo que pensaba hace unos meses atrás.

¿Quién me diría a mí que me iba a enamorar de un Idol, ser la hermanastra de un rapero y hacerme amiga de un grupo de Kpop?

Si me hubieras dicho eso, seguramente me hubiera muerto de risa en tu cara.

Pero ahora mismo no estoy de bromas, porque perderé a mi novio, a mis amigos y mi trabajo (que al final me acabó gustando).

Es demasiado para un solo día.

No pude mantener mi promesa ni un minuto más y bajé las escaleras con una manta cubriéndome, las típicas zapatillas de conejo, mi cómodo pijama y un paquete de pañuelos en el bolsillo.

Cualquiera podía pensar que estaba pasando por uno de los peores estados de un resfriado y no de una destrucción sentimental.

¿Estoy sacando las cosas de quicio, otra vez?

Tal vez.

Llegué a la cocina, me preparé un colacao y cogí galletas, muchas galletas.

Ya que iba a encerrarme ya en serio en mi cuarto, necesitaría provisiones.

Todo lo que acabo de decir lo he hecho con lágrimas constantemente en los ojos.

Quién sabe, a lo mejor puedo fingir que estoy enferma y que no puedo ir al cole.

Si hago eso me no tendré que hacer el examen del lunes, no he tocado el libro.

¿En serio te vas a preocupar ahora de tu examen?

Llegué al cuarto, cerré las cortinas para que entrara solo una tenue luz y volví a meterme en mi cómoda cama.

HERMANASTRA DE BTS 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora