El maestro de historia.

II. La casa del maestro.

Entraron en la casa y los ojos de Alec se abrieron como platos, la casa tenía una decoración moderna y era toda una revoltura de colores; negro, amarillo, rosa, morado, rojo, azul.
Era toda una explosión de color.
-¿Ya comiste Alec?.-le preguntó el mayor.
-No, mi hermana preparó la comida pero ella no cocina muy bien.
-¿Quieres comer?
-No, gracias. No quiero dar molestias.
-No es ningúna molestia, ven sientate preparé comida peruana la verdad no sé si te guste.-le dijo Bane mientras lo conducía a la pequeña barra que tenía en la cocina.
Alec se sentó y miró a su joven maestro que calentaba la comida.
-¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre, Alec?
-Me gusta leer y ver películas. También me gusta el tiro con arco, e ir al Taki's con mis amigos.
Su joven maestro le dio el plato con comida a Alec, y se sentó enfrente de él.
-¿Taki's?
-Es un restaurant que esta cerca de aquí, sirven comida "mágica" como ciruelas de hada y cosas así. Si algún día va no coma esas ciruelas.
-¿Por qué?.-le preguntó Bane con una cara de diversión.
-Te hace cometer locuras, un día Jace las comió y salió desnudo a la calle, era de madrugada así que nadie se dio cuenta.
El maestro se río y la tensión se rompió, él se empezaba a poner celoso del tal Jace pero sabía, sin duda alguna, que él era mucho más atractivo que Jace. No sabía porque Alec le llamaba mucho la atención, era un adolescente. Si intentaba algo con él lo meterían a la cárcel.
-¿A usted que le gusta hacer?.-preguntó Alec con mucho interés.
-Leer, estar en mi casa y cuidar a mi gato. Pero también me encantan las fiestas, suelo hacer muchas y viene mucha gente.
-¿De verdad? Y ¿Su esposa no lo regaña?
El maestro se empezó a reír y Alec se sintió muy estúpido con su comentario.
-No tengo esposa Alec, ninguna mujer se quiere casar con un hombre bisexual.
Alec se sorprendió muchísimo y hasta se sonrojó, ese era una gran secreto y él sólo era su alumno.
-¿No lo sabías?.-dijo el maestro refiriéndose a su bisexualidad.
-N...no. En la escuela se rumoraba algo pero no soy de las personas que se mete en la vida de los demás.
-No tengo ningún problema con que lo sepan Alec.
-¿Tiene novio?.-dijo Alec sonrojado, ni él mismo sabía porque le había preguntado eso.
-No, estoy interesado en alguien pero no sé si él sea gay o bisexual. ¿Tú sales con alguna muchacha?
-No, no me gusta ningúna mujer. No me van las mujeres.-esto último lo dijo entre dientes así que su maestro no entendió lo que quiso decir.
-¿Qué dijiste Alec? No entendí.
-Que no me gustan las mujeres.
-¿Tu familia lo sabe?
-No, sólo mi hermana y Jace.
Otra vez ese tal Jace, pensó el maestro.
-No se como decírselos, mis padres esperan tanto de mí que no quiero decepcionarlos.
-Con el tiempo sabrás como decírselos, es muy difícil Alec, pero tienes mi apoyo por si necesitas algo.
-Gracias. A propósito, ¿Por qué nunca nos ha dicho su nombre completo?
-No lo creo necesario, pero como me has contado tu secreto te diré mi nombre. Me llamo Magnus, Magnus Bane.
-Es un nombre bonito, un poco fuera de lo común pero está bonito.
-Gracias Alexander.
Alec no dijo ni una palabra más hasta que terminó de comer.
-¿Cuál es su libro favorito?-preguntó Alec.
-Historia de dos ciudades, de Charles Dickens. Una vieja amiga me lo prestó hace unos años y me gustó muchísimo. ¿Cuál es el tuyo?
-Me gustan mucho las Narraciones de Poe, La casa Usher es mi favorita.
-Sólo he leído El gato negro, pero no creó que haya algo mejor que Historia de dos ciudades. Me gustaría que lo leyeras.
-Lo haría pero no tengo el libro.-dijo Alec encogiendo los hombros.
-Puedo prestártelo si quieres.
-Me encantaría.
Magnus se dirigió a su cuarto y Alec lo siguió sin que se diera cuenta. Cuando Magnus iba de regreso a la sala vio a Alec parado en la puerta y pensó que aquél muchacho era bastante guapo, sus ojos eran de un azul precioso y Magnus pensó que si se enamoraba de él iba a sufrir mucho; porque Alec era un niño para él.
-Pasa Alec, ¿Quieres estudiar aquí?
-Si, quisiera acostarme si no le molesta.-dijo Alec sentándose en la orilla de la cama.
-Adelante, sientete como en casa.-dijo Magnus mientras sacaba sus libros y se sentaba en la cama junto a Alec.