El maestro de historia.

XXIII. Esto debe ser especial.

Magnus puso música clásica, quería que la cena fuera de lo más romántica. En una de sus clases, Alec había admitido que le gustaba la música de Mozart y Magnus, como buen enamorado había corrido a comprar Réquiem de Mozart.
-¿Es tuyo el disco?-preguntó Alec con los ojos brillosos.
-Si, cariño.
-No sabía que te gustaba Mozart.-dijo Alec.
-Sí, me gusta.-dijo Magnus mirándolo.
Después de que terminaron de cenar ambos se dirigieron a la sala, Magnus preparó unos mojitos y se sentaron a beber y a escuchar música. Magnus había cambiado la música de fondo por algo más comercial, y había invitado a Alec a bailar.
-¡No sé bailar!-decía Alec entre risas.
-Yo te guiaré cariño.-dijo Magnus tomándolo de la cintura.

La canción que sonaba detrás de ellos era How would you feel de Ed Sheeran, Magnus insistió en que bailarán y Alec no se negó; se movían despacio, el mayor tomaba de la cintura a Alec y ambos daban pasos lentos.

Magnus cantaba cerca de la oreja de Alec y éste podía sentir su corazón latir a mil por hora porque entendía el significado de la canción y entendía lo que Magnus quería decirle con aquella melodía.
-Te amo Alexander.-dijo Magnus, habían cambiado de posición, ahora Alec rodeaba el cuello del mayor con sus brazos y sus bocas estaban cerca.
-Yo también te amo Magnus, te quise desde el primer momento en que te vi.-confesó Alec mirándolo y pegando su boca a la del mayor.
-Nunca te voy a dejar solo Alexander, siempre voy a estar contigo, para sostenerte cuando parezca que vas a caer, para cuidarte y amarte cada momento de mi vida.-dijo Magnus mientras se aferraba al cuerpo del menor.
-No quiero que te vayas de mi lado nunca Magnus. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.-dijo Alec.
-Y así será bebé.-dijo Magnus mientras pegaba sus labios a los labios temblorosos de Alec.
Magnus nunca había visto los ojos de Alec brillar tanto como aquella noche, tenían un brillo especial, ese brillo especial que se tiene en los ojos cuando sabes que alguien te ama.

-Has sido un chico muy bueno, cariño, y te mereces un baile.-dijo Magnus quitándose la chaqueta y cambiando de canción. Había puesto Toxic de Britney Spears, cuando Alec escuchó la canción soltó una carcajada pero intentó calmarse porque definitivamente quería ver a Magnus bailar.

Magnus se movía lento, movía las caderas cerca del regazo de Alec y le restregaba descaradamente el trasero, Alec estaba sentado en el sofá con la cara roja y las manos temblorosas, los movimientos de Magnus lo estaban excitando y mucho.

Magnus bailaba y desabrochaba su camisa para quitársela, cuando logró sacársela del cuerpo se la lanzó a Alec en la cara, ambos tenían una cara divertida. La canción terminó y Magnus se sentó en el sofá junto a su novio.

-¡Uf! Tenía tantos años sin hacer esto.-soltó Magnus.
-¿Hacerle un baile a alguien?-preguntó Alec serio.
-Oh no. No me mal entiendas. Me refiero a bailar. Tenía mucho tiempo sin bailar. Antes me gustaba mucho hacerlo.
-Bailas muy bien.-dijo Alec mirándolo.
-¿Te ha gustado?-preguntó Magnus acercándose a la boca de Alec.
-Si, muchísimo.-dijo Alec besándolo.
-Ahora es momento.-dijo Magnus y sin avisar tomó a Alec de la cadera y lo cargó sobre su espalda hasta la habitación.
-Bajame, puedo caminar.-dijo Alec
-Eso le quitaría la emoción mi vida.-dijo Magnus y aprovechando la posición de Alec le pellizco el trasero.
-¡Oye!
-Tranquilo bebé.
Magnus llegó a la habitación y acostó a Alec en la cama.
-¿Estás listo o quieres esperar más cariño?-preguntó Magnus.
-Estoy listo.

Magnus prendió el pequeño estéreo que tenía en la habitación y puso música. Quería algo tranquilo así que optó por poner algo de The xx, específicamente la canción de Angels.
-Me gusta esa canción.-dijo Alec.
-Y a mi me gustas tú.-dijo Magnus subiéndose encima de Alec.

Magnus empezó a besar a Alec y éste correspondía sus besos, ambos se acariciaban. Alec tenía sus manos en la cadera de Magnus y sentía como éste la movía en busca de fricción.
El mayor recorría el cuello del menor con su boca, y delineaba con su lengua la mandíbula de Alec.

La ropa empezó a estorbar y Magnus hizo que Alec se sentara para quitarle la camisa y pudo ver el pecho de Alec, a pesar de ser tan joven su cuerpo estaba formado y no parecía el de un adolescente. Volvió a acostar a Alec sobre la cama, desabrochó el cinturón y le bajó el pantalón dejándolo sólo en boxers. Y Magnus pudo notar que Alec ya tenía una erección.
-¿Puedo...uh..puedo desvestirte?-preguntó Alec nervioso.
-Claro que si cariño, no tienes ni que preguntar.-dijo Magnus dejando un beso en la frente de Alec.

Magnus se acomodó para que Alec pudiera quitarle el pantalón, la camisa se la había quitado el mismo minutos atrás.
Magnus veía como las manos de Alec temblaban al rededor del botón de su pantalón y le parecía adorable cuán nervioso estaba Alec. El botón cedió y Alec deslizó los pantalones por las largas piernas de Magnus.

Al igual que Magnus Alec pudo notar que el mayor ya tenía una erección entre sus piernas.

Ambos se acostaron de nuevo en la cama, esta vez Alec arriba y Magnus abajo. El menor se movía en círculos sobre la erección de Magnus que cada vez se hacía más grande.
Magnus tomó el control y acostó a Alec boca arriba, se alejó un momento de él y se dirigió a la mesa de noche por el lubricante y un condón.
-Abre las piernas cariño.-dijo Magnus, cuando soltó aquello Alec se puso rojo como un jitomate pero obedeció la orden de su novio. Abrió las piernas avergonzado y aquello que vieron los ojos de Magnus casi hace que el mayor se corra.

Cuando Alec abrió las piernas pudo ver su orificio tan rosa que Magnus no lo creía posible, no tenía ningún oscurecimiento y se veía tremendamente limpio.

El mayor tomó el lubricante y empezó a dilatar a Alec, y lo único que éste podía hacer era jadear y moverse inquieto.
-No te muevas o te voy a lastimar.-dijo Magnus mientras sus manos trabajaban en el orificio de su novio.
Cuando Alec por fin estuvo dilatado Magnus se puso el condón y alineó su miembro en Alec.
-Te va a doler un poco pero después será mejor.-dijo Magnus. -Pon tus piernas en mis hombros.
Alec obedeció, puso sus piernas en los hombros de Magnus y éste lentamente entró en Alec.
-¡Dios! Duele, duele.-dijo Alec.
-Voy a ir despacio, no quiero lastimarte.-dijo Magnus.
Su miembro se hundía lentamente en Alec, estaba muy apretado, por eso le dolía.
Cuando por fin Alec se acostumbró al tamaño Magnus se movió rápido, Alec le sujetaba el cuello y trataba de mantener sus piernas en los hombros de Magnus. Alec gemía desesperado, se notaba que jamás lo había hecho por que era un poco inexperto.
Magnus gemía e intentaba besar a su novio en aquella incómoda posición y lo logró gracias a que Alec era muy flexible.
Unas cuantas embestidas más y Magnus se corrió.
Cambiaron de posición, Magnus le pidió a Alec que lo montara y el menor tenía mucha vergüenza de hacer aquello. Pero obedeció.

Se sentó a horcajadas sobre Magnus y lentamente Magnus entró en él.
-Muevete cariño, yo te sostengo, muevete libremente.-dijo Magnus.
Alec empezó a subir y bajar, le daba mucha vergüenza porque estaba desnudo sobre un hombre subiendo y bajando. Empezó a acelerar y Magnus pensó que se convertiría en experto muy pronto porque estaba bajando demasiado rápido para ser la primera vez. Unas cuantas embestidas más y Alec se corrió sobre el pecho de Magnus.
-Oh yo...lo...lo siento no debí venirme sobre ti.-dijo Alec avergonzado mientras se quitaba de encima de Magnus.
-Mi vida así debe de ser, no te preocupes.-soltó Magnus.
-¿Seguro?
-Si. Descuida ahorita me limpio.-dijo Magnus levantándose y dirigiéndose al cuarto de baño, buscó una toalla para limpiarse, pero antes de eso tomó un poco de semen de Alec y se lo llevó a la boca, en ese momento pensó que el sabor era muy dulce. Después se limpió y fue a donde Alec.

El menor ya se había metido a la cama, así que Magnus hizo lo mismo y ambos se acostaron en posición de cucharita.
-Te quiero mucho Magnus.
-Yo también te quiero Alec, no tienes idea de cuánto.
Ambos se quedaron dormidos en aquella posición.

Hola, perdón por tardar en actualizar. Va a haber actualización doble esta semana. Disfruten el smut 7u7

All the love, Marcela Gao.