Tierra Mortal

28 de abril

Llegó el día en el que "Íbice" solía asesinar.

Derek y Capricho fueron a comisaría a primera hora de la mañana para ir preparando las primera pistas.

Habían averiguado algo, el nombre del mafioso para el que trabajaba la hermana de Capricho. Se le conocía como "Delito", pero nadie conocía su nombre real.

Darren llegó minutos después.

- Hola, chicos -dijo al llegar- ya tengoel nuevo caso.

- A ver si adivino -dijo Derek- callejón y cuchillo por la espalda.

Darren negó con la cabeza.

- ¡¿Cómo que no?!

- Esta vez sólo hay un brazo en la escena del crimen -continuó él- y la nota, como siempre -dijo mientras sacaba una bolsa de pruebas con una hoja dentro.

Capricho la cogió y la leyó en voz alta.

- "Hola, juguetitos. Veo que os gusta jugar. Juguemos. Si queréis ver el resto del cuerpo, podéis encontrar la pista en el brazo que os he dejado. Él os 'echará una mano'."

- ¿Y qué había en el brazo?

- Nada fuera de lo normal, tan sólo un tatuaje de la Marina. Hemos investigado y la tienda que los hacia ha cerrado. Podéis ir allí a investigar en cuanto rellene el papeleo.

Los chicos asistieron y Darren se fue.

- No entiendo por qué tu hermana hace esto. Es decir, la obligan a asesinar no a esto. Parece disfrutar...

- Carly es así. Si hace algo, lo hace bien...

- Ya pero aún así...

Darren volvió.

- Ya podéis ir.

Ellos volvieron a asentir y se marcharon.

Llegaron una hora después a la tienda de tatuajes abandonada cercana al puerto.

Era un local pequeño y desgastado por el tiempo. De madera podrida y llena de polvo, con agujeros de termitas. Un cartel medio caído decía "Tatt" y una 'O' colgaba de un poste cercano.

Derek abrió la puerta y entró.

Lo único que había allí, era una televisión antigua y un mando.

- Si que se toma en serio lo de jugar... -dijo Derek mientras cogía el mando y apretaba el botón de "on".

En la pantalla, apareció la hermana de Capricho, Carly; con una careta en forma de zorro negro.

- Hola, juguetitos. ¿Pensábais que iba a ser tan fácil? Pues os diré algo. Estáis atrapados. Así que eso, intentad salir y os daré la siguen te pista. Y bueno, daros prisa que me tengo que ir de compras y a vosotros se os acaba el aire -soltó una risa y la televisión se apagó.

Capricho corrió hacia la puerta y probó a empujarla. Estaba cerrada.

¿Y la madera podrida? En realidad era acero pintado, imposible de traspasar.

- Mierda...

- ¡¡Socorro!!

- Nadie te va a oír, toda esta zona está en desuso.

- ¿Y es que tienes una idea mejor?

Ambos guardaron silencio.

- Tendremos que pensar algo. Si ha dicho eso es porque se puede salir.

- Sí, ¿pero cómo?

Él negó con la cabeza.

Al cabo de un rato, añadió:

- Ha dicho que nos vamos a quedar sin aire, ¿no debería haber en estos sitios por narices un conducto o algo? Tal vez podamos salir por ahí.

- Eso sería demasiado fácil, Derek. Conozco a mi hermana y seguro que habrá dejado alguna pista por aquí.

- Pues... a buscar... supongo.

Y así lo hicieron. Buscaron y buscaron durante lo que les parecieron horas. Hasta que Capricho encontró algo:

- Eh, mira esta plantilla de tatuaje.

Derek se acercó.

- ¿Qué le pasa?

- Dice "William Heirens".

- ¿Y qué? Se llamaría así.

- No. Esto lo ha dejado mi hermana. Heirens era un asesino en serie de mediados del siglo XX. Cuando asesinaba, escribía con pinta labios: "Por amor de Dios, atrapenme antes de que maté más. No puedo controlarme".

- Me perturba que sepas todo eso -dijo él con una sonrisa- ¿pero qué me quieres decir?

- ¡Que Carly quiere que la atrapemos! ¡Por eso hace todo esto!

- Entonces...

- Creo que si salimos de aquí, se entregará.

Hubo unos minutos de silencio.

- Pues ya sólo queda ver cómo salimos.

- Ya...

- ¿Hay algo más sobre Heirens que pueda ayudarnos?

- No. Le encontraron muerto en su celda hace unos tres o cuatro años...

- Celda...

- ¿Qué pasa?

- ¿Y si es un juego de palabras? Celda o "Zelda". Es un videojuego, y he visto plantillas de su protagonista, Link, en el almacén.

- Me perturba que sepas todo eso -bromeó ella imitando su reacción anterior.

Derek le sacó la lemgua y fueron hacia el almacén. Él tenía razón, estaba lleno de plantillas y falsas calcomanías del personaje.

- Hay una en la pared, ¿no es raro? -dijo ella examinando un azulejo.

Al intentar quitarla, el azulejo se hundió y el suelo bajo sus pies empezó a temblar.

- ¡Qué has hecho!

- ¡Yo nada!

Bajo ellos, se empezaron a formar unas escaleras.

Ya más calmado, Derek dijo:

- Bajemos.

Y así lo hicieron. Ambos bajaron las escaleras hasta lo que resultaron ser los túneles de la alcantarilla.

Por ellos, consiguieron salir al exterior.

- Dijiste que tu hermana quería que la atrapásemos, entonces, ¿dónde está?

- Está claro, ¿no? Dijo que se iba de compras.

- Ya. Y vamos a ir por toda la ciudad buscándola por los Zaras.

Capricho rió.

- No. Su centro comercial estaba a las afueras, y lo cerraron el año pasado. Vamos allí, ¿no? -dijo con una sonrisa burlona-

Derek asintió a regañadientes y fueron al coche. En pocos minutos, ya estaban allí.

- ¿Cuál era su tienda favorita?

- Está por ahí.

Llegaron a un local vacío. Completamente lleno de polvo pero con un objeto en medio... un maniquí ensangrentado.

- ¿Qué quiere decir todo esto?

- Es obvio, ¿no? -dijo una voz tras ellos.

El reloj marcó la media noche.