Behind those blue eyes-[N.H.]

Creo que me estoy volviendo loca

Zoey

A la mañana siguiente me desperté por el ruido del timbre que no dejaba de sonar. Como pude me puse unos zapatos y fuí hasta la puerta para abrirla. Al hacerlo me encontré con un sonriente Kyle que sostenía, en sus manos, lo que parecía ser una docena de facturas recién compradas.

Le sonreí y lo dejé pasar. Lo seguí hasta la cocina y me senté en el taburete de la isla.

- Que cara que tenés. ¿ Amanecimos con el pie izquierdo?- se burló.

- Callate que no estoy de humor para bromas. - dije y tomé una factura- Hmmm están ricas.

- Si, ya se , Betty hace las mejores facturas de todo Londres.- dijo para después tomar una factura.

- Cuando la veas mandále mis felicitaciones.- dije con una factura en la boca.

- Lo haré- río. - Ahora que ya comiste, ¿ me piensas contar que fué lo que te pasó? - preguntó impaciente.

Bufé- Está bien, lo haré.- me pasé la mano por el pelo.- Ayer cuando iba en autobús hasta mi casa. El autobus pinchó una rueda así que me bajé dos paradas antes de llegar. Entonces empezé a caminar y de pronto dos hombres grandes me empezaron a seguir y me acorralaron en un callejón. Ahí me pegaron y me dejaron muy débil. Creí que me iban a matar- dije a punto de quebrarme.

- Tranquila, ya estas a salvo. - dijo Kyle tratando decalmarme. - Lo que no entiendo es como llegaste al hospital.- dijo curioso.

- Justo cuando estaban por volver a pegarme, apareció un chico encapuchado y les empezó a pegar. Cuando me dí cuenta ellos ya estaban muertos. Después el me llevó al hospital y no lo ví mas. Se ve que el tenia mi celular y te llamó desde ahí y después se lo habrá entregado a la enfermera que me lo devolvió.- solté

-¿ Entonces me estás diciendo que ese chico misterioso, apareció de la nada y te salvó la vida?

- Si así es, y siento la necesidad de agradecerle pero no se ni siquiera su nombre.

- Zoey, ¿nunca te pusiste a pensar en la posibilidad de que el no quiere ser visto? Capaz que le gusta ser misterioso.- Escuché las palabras de Kyle atentamente. Capaz que él tenía razón y él no quería ser visto o algo por el estilo. Todavía me sentía un poco enojada.

- Cambiá esa cara, ¿ porque no llamamos a Emily y vamos todos a ver una película al cine?

Bueno pero antes será mejor que me vaya a cambiar si no quiero parecer un hipopótamo recién levantado.-bromeé. Estaba hecha un desastres de pies a cabeza ¿Por qué mientras no le avisás a Emily?

El asintió y yo me dirijí a cambiarme. Me puse algo sencillo. Cepillé mi cabello, me lavé los dientes y me dí un toque de maquillaje para finalizar.

Al bajar me encontré con un Kyle listo para irse.-Hablé con Emily y me dijo que en diez minutos nos encontraríamos en el cine.- murmuró

- Esta bien, estonces es mejor que salgamos.

Nos dirigimos al cine en el auto de Kyle. El día estaba precioso. Había un sol impresionante, lo que es muy inual en Londres. Al llegar divisé a Emily en la puerta del cine esperándonos.

- Emily, aqui- grité llamando su atención. Ella al divisarnos nos regaló una hermosa sonrisa.

Nos acercamos a donde estaba y fuimos a hacer la fila para sacar la entadas. Nos habíamos decidido por ver una película de comedia. Después de pagar los pochoclos entramos en la sala y nos sentamos para disfrutar la pelicula.

Resultó ser un poco aburrida. Pero no era de las peores que había visto. Yo era muy fa de las películas y me había visto decenas de películas. Algunas resultaron ser las peores, y nunca las volvería a ver. Otras me gustaron tanto que nunca me cansaría de verlas.

Después de finalizar nos dirijimos a tomar un helado y Emily me contó que un chico se le había acercado en la biblioteca para preguntarle sobre un libro y después se quedaron hablando. Ella era una persona muy tímida y le costaba socializar. Me gustaba la idea de que al fin encuentre a alguien con cosas en común con ella, para poder hablar.

Al terminar cada uno se dirigió a su respectiva casa. Antes de volver a mi casa decidí pasar por lo de mi tía ya que ayer no había tenido la oportunidad de saludarla por su cumpleaños.

Después de tocar el timbre el timbre de su casa, ella abrió la puerta muy feliz. Me hizo pasar y nos dispusimos a hablar de cosas triviales mientras tomaba el té. Sé qué podía parecer muy aburrido. Pero considerando que mi familia nunca estaba, esto me hacía sentir bien.

Cuando íbamos por la segunda tasa de té, mi tía recibió un llamado de una amiga, para invitarla a salir. Ella quiso decir que nota que me encontraba ahí, pero yo me excusé diciendo que tenia mucha tarea y tenía a volver a casa.

Al llegar a mi casa me hice unos sandwiches ya que moría de hambre y los comía mientras veía mi serie favorita tirada en el sillón. Una hora duro el capítulo. Cuando por fin término el sueño me estaba consumiendo.

Me levanté del sillón y fuí a la cocina a lavar los platos a sucios. Al terminar decidí darme un relajante baño en el yacuzzi. Me encantaba prender velas y disfrutar de un rato de relajación. Cuando habían días en los que estaba muy estresada o de mal humor, me daba un baño de burbujas. Era como si todo desapareciera.

Después de un largo baño, salí y me prepare para dormir. Me encargué de que este todo cerrado. Después de la noche anterior había quedado con un poco de miedo. Me cepillé lo dientes y me acosté

Cuando me estaba por dormir vi una luz que entraba por la ventana, así que me paré decidida a saber de que trataba y me di cuenta que provenía de un carro de policias que pasaba por ahí. Pero me llevé la gran sorpresa al descubrir que detrás de el carro, mas allá, escondido tras un árbol, estaba el misterioso chico de ojos azules mirando hacia mi ventana.

Rápidamente cerré las cortinas. Su presencia me intimidaba, ¿ que estaba haciendo aquí? ¿ como descucbrió donde vivía? Volví a mirar por la ventana y me di cuenta que ya no estaba. Había desaparecido. Una sensación de pánico me recorrió el cuerpo. No entendía que podía estar haciendo aquí o como había encontrado mi casa.Seguramente eran alucinaciones mías. Había sido un largo día y mi mente me estaba jugando una mala pasada.