Capítulo 7 "Cita triple"

260 32 11
                                    

Esta vez no había nadie para recogerme a la salida del colegio, prácticamente mis amigos habían desaparecido luego de esa extraña e incómoda hora en la cafetería, y no había vuelto a saber de ellos en las tres horas que siguieron.

Frank pasó frente a mí en el aparcamiento, charlando animadamente con su grupo de amigotes, y solo me dirigió una mirada para advertirme que no me acercara. Como había comprobado el día anterior, Jake no me dirigió ni una mirada, pasando de mi como si nunca en la vida nos hubiéramos visto. Cada vez comprobaba más que los amigos de mi hermano eran tan imbéciles como él.

En mi camino a la parada de autobuses, me sorprendí al darme cuenta de que, increíblemente, había esperado que un chico sobre una motocicleta negra se ofreciera para llevarme. Que estupidez. Lo había conocido dos días atrás, no podía esperar que ahora se ofreciera todos los días para hacerme de chofer.

Luego de media hora en un vehículo demasiado pequeño para tantos alumnos cansados, sudorosos e irritados, por fin llegué a casa. Creo que cada vez entendía más el odio de Lucy hacia el transporte público, especialmente cuando había que tomarlo durante las horas pico en que todos salen del colegio. Era sofocante.

Luego del calor agobiante de la tarde y del cansancio de ocho horas en el colegio, fue un alivio encontrarme en mi fresco y pacífico hogar, especialmente después de comprobar que el auto de Frank no estaba frente a la acera, su dormitorio se hallaba vacío, y el baño se encontraba libre de visitantes desnudos inesperados. Ya en el refugio de mi habitación, el celular comenzó a sonar en mi bolsillo.

-¿Qué pasó? -dije luego de comprobar a mi madre en el identificador.

-Hola hija, ¿cómo estás? Yo muy bien, gracias por preguntar. -reí.
-Disculpa, estoy algo cansada. ¿Cómo va el trabajo?

-Agotador, y recién estamos a mitad del día...-suspiró.- Para eso te llamaba. Hoy me toca hacer guardia, y tu padre tiene que terminar unos trabajos en la oficina, así que no llegaremos a cenar.

-Okey.-no era nada nuevo.

-Tu hermano me dijo que hoy no irá a casa a dormir, así que quizás podrías invitar a Lucy y Jason para que se queden contigo, ¿te parece? -sonaba esperanzada, sabía que mi madre odiaba dejarme sola, y de algún modo quería saber que me encontraba acompañada.

-Claro, les diré.- obviamente, oculté el hecho de que mis dos mejores amigos tenían planes para esa noche.

-En mi mesita de luz hay dinero por si quieren comprar comida, supongo que tu padre volverá después de que estén dormidos. Cuídate, te quiero.

-También te quiero. -y corté.

Tiré la mochila en algún rincón lejano del dormitorio. Luego de deshacerme de toda mi ropa, me envolví en un toallón y me encerré en el baño. Mientras esperaba que se llenara la bañera, envié un rápido mensaje a Lucy para desearle suerte esa noche. Dejé el celular sobre el lavamanos, con el reproductor en una lista de música clásica, y me hundí en el agua.

Evité deliberadamente pensar en la rara actitud de Jason y Lucy, en mi hermano y sus imbéciles amigos (aquí debemos hacer una clara referencia a Jake), en el nuevo chico de en frente, o en mis ausentes padres...Simplemente me concentré en el piano, inundando cada rincón de la habitación, y lo último que recuerdo es a Debussy tocar...

***

El timbre sonó y abrí los ojos confundida, intentando ver a través de la penumbra de la habitación. El living estaba a oscuras, y la casa estaba inusualmente en silencio. Luego lo recordé, claro, me habían dejado sola. Me senté, todavía algo desorientada, ¿cómo había llegado ahí?

That girl (SUSPENDIDA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora