Luego de un largo día de trabajo decidí ir a tomar algo, mientras me vestía sonó mi celular "número Desconocido"— Buenas noches, ¿con quién tengo el gusto de hablar?
— El gusto es mío Señorita Clhoe, Habla Nathan, ¿esta dispuesta a acompañarme a tomar algo?
— Ok, ¿dónde nos veremos?
— ¿Te parece si vamos al chill's?
— Nos vemos en 20.
Me puse un el labial rojo perra pasión que tanto me gustaba y fui al bar, cuando llegué no vi a Nathan, espero al menos unos 5 min y pedí un shoot. Alguien en la barra me invitó un trago, acepte sin saber quien era, luego alguien se me acerco y tomo mi hombro— Aceptas tragos sin saber de quien— Escuche la voz de Nathan.
— Pensé que no vendrías, por cierto estaba por irme, me cansaba de estar aquí.
— Solo llevas unos 10 minutos máximos aquí.
— Me impresiona la capacidad que tienes para decir cosas sin saberlas.
— Te vi cariño, te he seguido desde que saliste.
— No es bueno que me estés siguiendo, piensa bien lo que haces antes de actuar.
— Pero me impresionas más tú a mi Clhoe, vaya que chica tan... tan.. Como decirtelo, sabes olvida que te he dicho eso. Una ronda de tequila.
Tomamos varias rondas de tequila, estaba ebria, estábamos ebrios, ambos diciendo estupideces, por un momento Subí y baile un poco, de verdad estaba muy ebria, y a medida seguía bebiendo más, y más, y más. Nathan me tranquilizo un poco, me bajo de allí y me tapó con un suéter que él llevaba. me acerqué a él y nuestras miradas se entrelazaron, un mundo lleno de emociones se encontró en mi estomago, quería besarlo pero no sabía si estaba en lo correcto.
— ¿Te han dicho que eres hermosa, que tienes un hermoso cuerpo, que llamas la atención solamente con estar presente, y que tu mirada verdaderamente hechiza?— Dijo Nathan acariciando mi cara.
Enseguida me ruborice, estaba ardiendo, que él me dijera eso era algo extraño. Me arriesgue y lo besé, nuestros labios se unían tan perfectamente, encajaban uno con el otro, abrí un poco la boca para que su lengua se encontrara con la mía.
Me propuso ir a su casa, pero me negué— De verdad lo siento— dije casi cayendo al suelo, pero no, caí sobre el, estaba tan apenada, me odiaba en ese momento, como podía ser tan estúpida para caer encima de él.
Tomo mi cintura y alzo mi mirada, me miró a los ojos y se fue acercando poco a poco a mi cara, nuestros labios estaban a centímetros de tocarse, pero se dirijo a mi oído pasando su labio superior por los míos— ¿Qué puedo hacer para que te quedes y vayas conmigo Clhoe?— dijo
— Agradezco mucho la invitación, pero estoy un poco cansada.
— Esta bien, pero no dejaré que conduzcas en ese estado, te llevaré y pagaré para que lleven tu auto a tu casa.
En el camino no dijimos nada, pegue mi cara al vidrio y me dispuse a ver el camino, luego de unos minutos rompí el silencio— Acepto— Dije mirándolo
— ¿Qué?
— Acepto.
— ¿Qué?— dijo confundido.
— Sí, acepto la invitación a tu casa.
Pude ver una sonrisa en él al escucharme. Dio vuelta y nos pusimos en marcha, me quedé dormida asi que no pudimos sincronizar más. Al llegar me cargo y me subió, quito mi ropa dejándome en ropa intima, hizo lo mismo y se acostó a mi lado.
Pude sentir unas caricias y pequeños besos en mi cabello, abrí los ojos y me encontré con esa mirada potente— Buenos días, ¿descansaste?
— Buen día, si, amanecí perfecta, gracias, ¿y tu como dormiste?
— Al lado de una hermosa mujer— dio una media sonrisa.
Reí y me beso la frente. Me encanto dormir a su lado, poder abrazarlo, poder acariciarlo, en él me sentía segura, con él sentía que todos mis pecados desaparecían, no me sentía así en años, es mas, no recuerdo haber dormido con nadie que no fueran mis amigas u hombres con los que mantenía relaciones sexuales, pero con Nathan fue diferente, con él sentí cosas que con nadie sentí jamás.
