Recuerdos

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Suspire desconsoladamente. Probablemente sonreiría tontamente si pensara que eso ayudaría. Si supiera cómo hacerlo. Su boca siempre parecía expresar sus pensamientos. El aire de superioridad de Kris sólo lograba irritarme. Después de aquel primer beso, mi duro cuerpo manteniéndome cautiva contra la pared, mientras me susurraba lo que quería en mi oído. mi cuerpo había estado de acuerdo, ...mi mente, trastornada y aturdida por las imágenes, había entrado en escena con una defensa instantánea: su inteligente boca De Kris...

Habían pasado alrededor de dos años, cuando mire por última vez a Kris...

Me sentó sobre la cama, todavía desnuda, mi feminidad húmeda, palpitando con el recuerdo que tuve hacia 2 años con Kris

— ¿Puedes soportar el calor, nena? —me había susurrado él, sosteniéndome contra la pared mientras empujaba su miembro entre mis muslos. —No voy a mentirte, ___. Te deseo demasiado. Pero no soy uno de tus alumnos al cual puedas manejar. Te deseo atada a mi cama, gritando, rogando por mí. Deseo bombear mi miembro en ese pequeño y apretado trasero tuyo, quiero oír tus gritos mientras estoy entrando allí y te penetro con un consolador comprado sólo para esa apretada feminidad- me dijo el perverso de Kris

Solo temble ante el recuerdo de la excitación y la caliente y desesperada necesidad.

—Seguro —yo había respondido socarronamente — ¡Y luego yo puedo hacer lo mismo con tu trasero!
Kris había osado reírse de mi. Reírse de mi mientras sus dedos se hundían en mi apretada y mojada feminidad y mi orgasmo ondulaba sobre mi cuerpo. había jadeado, sintiendo el resbaladizo calor pulsar sobre mi feminidad, mojando los dedos de él. Luego los había deslizado al pequeño y apretado agujero que había prometido meter, un dedo hundiéndose hasta su primer nudillo, enviando una llamarada de dolor a mi cuerpo que había disfrutado demasiado para estar cómoda con eso.

Yo recorde mi miedo, palpitando tan caliente como mi lujuria. Y Kris me había observado, su miembro grueso, duro bajo sus pantalones, sus ojos oscuros mientras yo pasaba por delante de él temblando.

— ¡Pervertido! —lo había acusado .
Los labios de él temblaron y sus ojos llamearon de cólera

— ¿Y tú? —me preguntó — ¿En qué te convierte esto a ti, nena? Porque tarde o temprano, tendrás que admitir que lo deseas.

— ¿Qué, que me violes? —había siseado .

Sus ojos de repente se ablandaron, una extraña sonrisa apareció en sus labios.
—Nunca violación, _____[tn]. Tú rogarás por eso. Porque los dos sabemos que lo deseas tanto como yo. Mi miembro deslizándose en tu apretado trasero mientras gritas que me detenga, luego gritando que nunca me detenga. Tú eres mía, ______[tn], y yo sé como darte lo que necesitas. Cuando estés lista para aceptarlo, házmelo saber.- Me hablo Kris, mirando fijamente mis ojos sin piedad alguna.

Yo solo sacudi su cabeza. Desearlo y aceptarlo eran dos cosas diferentes.

YO había soñado con eso desde entonces, demasiado humillada para pedírselo, y él rechazó ofrecérselo una segunda vez.

Toque mi suave, acalorada feminidad, mientras que mis ojos se cerraron & me acostaba sobre la cama. Pensar en lo que él deseaba me aterrorizaba, excitándome al punto que dolía. Pensar en su miembro, tan grueso y duro, entrando cuidadosamente en mi trasero mientras penetraba mi húmeda, suplicante feminidad con un consolador, atada, incapaz de luchar, incapaz de escapar, a merced de sus deseos, me había empapado de necesidad. Él no me lastimaría. Yo sabía bastante sobre Kris para saber que él nunca me haría daño, pero podría mostrarse cosas sobre yo misma que no estaba segura de querer conocer. Él podía mostrarme una parte de mi que no estaba segura de poder manejar. Ese era un pensamiento escalofriante.



La Tentación •megaHOT• TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora