Noche Perfecta

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NARRADORA.

...Los gritos de ____________[tn] resonaron en su cabeza, palpitando en su miembro , Kris no podía recordar un tiempo en el que hubiera estado tan conectado, tan caliente y tan preparado para cojer. Quería hundir su miembro tan profunda, tan duramente en su apretada feminidad como pudiera. Quería encerrarse en ella, dominarla con la brutalidad de una cojida tan lujuriosa que _________[tn] se diera cuenta de que era imposible abandonar al único hombre que podía dárselo.

Pero él sabía que cuanto más tiempo pudiera mantenerla colgando en el borde de las sensaciones que la recorrían, más lo ansiaría ella más tarde. Él era un esclavo de la necesidad de ser el único que la complaciera.

Perforar su trasero con ese invasor había sido la cosa más erótica y satisfactoria que Kris había hecho en su vida. Se preguntaba si __________[TN] había sido apenas consciente de lo alto que había rogado por más. Cuántas veces le había suplicado que lo empujara más duro en su interior, que la tomara. Él lo dudaba. Las sumisas raramente recordaban esa primera vez, esos primeros largos minutos en los que un consolador, o un caliente y grueso miembro invadían su trasero.

Era la combinación de dolor y placer. Las necesidades, tan asombrosas, tan consumidoras que nublaban la mente hasta el punto de que la sumisa raramente recordaba suplicar por ello.

—Cójeme —__________[tn] todavía rogaba, su voz gruesa y desesperada mientras su feminidad dejaba escapar la dulce crema de su necesidad. Y él la penetraría. Pronto.

Kris cogió un pequeño aparato oblongo, metálico, de la bandeja. Estaba atado a una larga cuerda con una caja de control al final. Se llamaba bala de plata. Tan pequeñito que parecía inofensivo, pero los efectos de sus vibraciones internas conducirían a ____________[tn] a tal neblina de éxtasis que ella nunca lo olvidaría.

Kris insertó el aparato de tres pulgadas en su interior. Su miembro se tensó ante la estrechez, como un puño cerrado, que él encontró mientras lo presionaba pasando la plenitud del invasor encerrado en el trasero de __________[tn] lo movía hasta el final de su feminidad. Colocó el pequeño aparato al máximo de vibración contra el punto G y luego se retiró. Puso el control en una baja, gentil, acariciadora vibración que sin embargo hizo que ____________[tn] se estremeciera. Entonces él comenzó a alimentarse de su feminidad-

Kris lamió tu feminidad, justo tal y como una vez le había prometido que haría. Gentiles caricias dentro de u feminidadd con su lengua que te tuvieron alzándote contra su boca, suplicando por más. Tu cuerpo estaba cubierto de sudor, su respiración dura, sus gritos desesperados mientras él te lamía con la lengua, & la acariciaba. Y tu sabía tan malditamente bien que él no podía sino ayudarse a sí mismo empujando su lengua tan profundamente dentro de ti como podía, y meter más de ti dentro de su boca.

Kris estaba ardiendo por __________[tn]. Sabía que su control estaba resbalando, algo que nunca había pasado, algo contra lo que nunca había tenido que luchar por mantener. Pero tenía que prepararla, no podía permitirse herirte inconscientemente.

Así que Kris controló su propia lujuria, te acarició gentilmente, calibrando su necesidad y aumentando la velocidad del vibrador de acuerdo a ti. Tu estaba retorciéndote en sus manos ahora, casi en el punto del no retorno. Reluctante, él se apartó de tu goteante feminidad, lamiendo atrás, rodeando tu clítoris con su lengua. Entonces se giró, descansando en su espalda, posicionándose para succionar el hinchado e inflamado brote con su boca mientras colocaba la velocidad del vibrador al máximo.

_______________[tn] explotó, tensando su cuerpo. tu grito fue estrangulado, sin respiración, mientras tu cuerpo se arqueaba, estirándose, entonces comenzó un temblor repetido que señaló el comienzo de tu orgasmo. Kris apretó más fuerte sus labios sobre tu clítoris, dándote golpes con la lengua y sujetando tus caderas con una fuerza sencilla cuando el caliente, volcánico ímpetu de tu liberación comenzó a precipitarse a través de tu cuerpo.

NARRAS TU :

Mi cuerpo estaba temblando de manera incontrolable, mi orgasmo llenaba todo mi cuerpo, bombeando en mi sangre, provocando espasmos en mi útero mientras me rasgaba a través de aquello. Podía sentir la dura vibración dentro de mi, los labios de Kris en mi clítoris, llevándome en una furiosa tormenta de la que yo sabía, no podría sobrevivir. Fuertes estremecimientos corrían...sobre mi, un placer como ninguno que hubiera concebido me desgarró. Y en una distante parte de mi mente, me pregunté si yo alguna vez sería la misma de nuevo. Si sobrevivía.

luché contra el torrente, pero no pudo luchar con él. Podía sentir sus fluidos borbotear de mi feminidad con los espasmos, y la boca de Kris moviéndose para capturarlos con un duro y masculino gruñido. Su lengua arponeó dentro de mi torturada feminidad, provocando otro duro estremecimiento, otro borboteo de fluidos hasta que, finalmente, me derrumbé despreocupadamente contra mis cuerdas, aturdida, totalmente despojada de fuerzas.

Pequeños temblores todavía asaltaban mi desmadejado cuerpo. El pulso interminable de mi clímax no se iba fácilmente.
— ¿___________[tn]? —la voz de Kris era tierna, cálida mientras se movía a su lado. — ¿Estás bien, nena?

Sentí las cuerdas aflojarse, mis manos callosas y gentiles sobre mi piel mientras me desataba, y me ayudaba a extenderme sobre la cama. permanecí desmadejada, tan saciada que apenas podía moverme. Era consciente del movimiento de Kris a lo largo de la cama a mi lado, girándome sobre su espalda, su expresión, cuando lo miró, preocupada y gentil.

—Soñolienta — murmuró. Y lo estaba. Tan cansada, tan emocional y físicamente agotada que apenas podía permanecer despierta.

—Duerme, ___________[tn] —él besó mi mejilla gentilmente. —Descansa, nena. Empezaremos de nuevo mañana.


*****


Kris se tendió al lado de ______________[TN], colocando el edredón sobre ellos, ignorando el latir de su todavía palpitante miembro. Había llegado al clímax con ________[tn], pero no era suficiente. Necesitaba enterrarse dentro de ella, sentirla, apretada y caliente, encerrándole en su satinado calor.

Y sabía que la lucha no había acabado. Aceptar el placer completado con dolor era la parte fácil para ______________[tn]. Someterse a él sería la parte dura. Ceder ante él, sin importar lo que él le pidiera, sin importar lo que demandara para el placer sexual de ella, sería la pelea. Una a la que él le tenía ganas. Conocía a _____________[tn] mejor de lo que ella misma se conocía. Sabía, por la admisión de su padre que los libros que su madre había encontrado, lo que la había metido en esto. No era el dolor, era la dominación, la sumisión hasta los extremos sexuales que ella ansiaba. Ella quería luchar. Quería ser vencida, y él quería dárselo.

_________________[Tn] empujó contra él, disfrutando del calor de su cuerpo, de su presencia. Había soñado con esto durante dos años. Supo en el momento en que conoció a _______________[tn] que ella tenía una parte de él que ninguna otra mujer tendría nunca. El pensamiento de eso le había atormentado, lo había torturado con lujuria. En los pasados meses, se había puesto peor. Vivía y respiraba todos los días con la necesidad de ella. Era como una fiebre que ardía en sus entrañas de la que no podía huir.

Y ahora él la tenía. Para la noche de San Valentín, la última lección de ella, su sueño erótico finalmente realizado, ella sabría quién dominaba su cuerpo y su corazón.



La Tentación •megaHOT• TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora