Acquainted •j.b• short story

dos

-Creo que me gusta más así- dijo Kendall acomodándose su cabello al costado de la cama.

-Acabo de confirmar que me gustas de todas maneras- Justin se le tiro arriba y le revolvió el cabello. Volvió a tumbarse en la cama nuevamente.

-Ven para acá - dijo Justin.

Kendall se acostó a su costado y lo abrazó. Le quitó el sombrero para poder mirarlo a los ojos.

-¿Que crees que estaríamos haciendo ahora si no nos conociéramos?- murmuró Kendall.

-Probablemente saltando en una cama elástica con cinco chicas altas y con un buen culo. Pero aquí te tengo a ti pesada. Y es lo mejor que tengo-
Le corrió un par de cabellos que estaban sobre su cara y le besó la frente.

-Al principio me sentí muy ofendida pero ya se me paso con lo demás- rieron al mismo tiempo.

No podían parar de mirarse el uno al otro. Era como si admiraran cada detalle de la cara de cada uno.

El momento romántico lo arruinó el perro que habían adoptado en una casa de perros callejeros hace dos meses. Se llamaba Mufasa.

No pudieron evitar abrazarlo con todas sus fuerzas y hablarle como le habla una madre a su bebé.