Un programa de modelos, amigas perfectas físicamente, dos dedos en la garganta y nunca comer. Es lo único que se necesita, o por lo menos lo que yo necesito, para sentirme bien. ¡Qué hablo! Hace mucho tiempo que no me siento bien conmigo misma, con mi cuerpo, sobre todo con eso. En mi familia me llaman gorda, en mi escuela me llaman gorda, yo me llamo gorda. Nunca me había sentido tan mal, siempre me metía dos dedos en la garganta luego de comer, si es que comía, claro. Todos los días pienso... ¿Seré alguna vez hermosa como las demás?
Trastornos alimenticios, quien lo diría. Empecé a hacerlo hace cuatro años, más bien cuando entré al instituto. Nadie me tomaba en serio, debo admitir que era una gorda chancha. ¿Era? Lo soy.
Cada día me avergüenzo más de mí, no pasa uno. Si no es la crítica mía, es la de mis padres y si no es la de ellos, es la de mis compañeros. Y así varía, verán, o es Habba The Hutt o es vaca. O es foca anoréxica o cerda rara. Ya me acostumbré a ese trato.
Intenté ir al gimnasio un par de veces, pero a los que se lo contaba me aseguraban que solo iba a pensar en qué comer mañana, y pasado, y pasado. Nunca nadie me hizo un cumplido en mi vida y si lo hizo fue cuando nací.
Si. No voy a ser tan mala con mis padres, me daban mucho apoyo. Pero, estaban tan frustrados que a veces se les escapaba uno que otro insulto. Mi situación económica era mínima, mis padres trabajaban todo el día y casi nunca los veía. Por eso a veces se les soltaba un tornillo y podían llegar a herir mi autoestima. Bueno, ya no, este no existe. Es un punto mínimo.
Mi hermana... ella es más chica que yo, así que el tiempo que tienen mis padres libre lo usan en ella, porque necesita más atención y eso. Ellos no saben lo que hago, porque están muy ocupados. Siempre tienen el celular en mano o en la mesa. Y cuando este suena, ambos salen al patio y pierden toda conexión o alegría que puede haber. Con Louise, mi hermana, pasábamos todo el tiempo juntas ya que no quería que sufriera como yo.
En el instituto habían ciertas burlas, pero no tantas. A veces me decían gorda, o pequeñas indirectas como:
-Te prestaría mi ropa...pero vos sos más rellenita...
Así que esta, es mi historia.
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Mouths
Teen FictionConoce a Roxanne, a Thomas y a Lisa. Tres adolescentes que sufren, sufren lo que muchos hemos sufrido: depresión, trastornos alimenticios o el simple hecho de la discriminación. Siente como ellos, piensa como ellos. Todos a veces necesitamos ayuda...