Al llegar, Sesshomaru peleaba con una de las extensiones de Naraku. Kagura. De un movimiento, Kagura había quedado demasiado cerca de Sesshomaru, una sonrisa maliciosa se formó en su rostro y miró de soslayo la dirección donde yo me encontraba, aunque Sesshomaru parecía aún no percatarse de mi presencia. Kagura hizo otro movimiento y al final los labios de ella chocaron con los de Sesshomaru - en pocas palabras se besaron -. Sentí una punzada en mi estomago, una punzada de tristeza y dolor, mientras que mis ojos se comenzaron a humedecer. Sesshomaru miró en la dirección donde yo me encontraba, entonces me percaté de que él ya se había dado cuenta de mi presencia, por lo que lo único que se me ocurrió hacer fue dar media vuelta con rapidez y correr de vuelta al pozo.
No podía creerlo, de nuevo estaba pasando, primero Inuyasha y Kikyo y ahora Sesshomaru y Kagura. Lo único que quería hacer era regresar a mi época y quedarme ahí para siempre. Pero algo me detenía. El hecho de que amo a Sesshomaru y no quiero alejarme de él.
Al llegar al borde del pozo, lo único que hice fue apoyarme y arrodillarme a lado de él decidiendo si saltar o no y también tratando de evitar el llanto.
- Esto... Es estúpido - susurré.
Me puse de pie con ayuda del borde del pozo y di media vuelta, dispuesta a caminar un poco, pero me detuve al ver a Kagura a mi lado.
- Oh, pobre Kagome, siempre fracasando. Primero Inuyasha y ahora Sesshomaru, jajaja, qué estúpida.
- ¿Qué quieres? - alcé la voz irritada.
- Sólo decirte que Sesshomaru será mio, lo recuperaré. Bueno, es tiempo de irme.
Agito su abanico y en unos pocos segundos había desaparecido.
¿Que lo recuperara? ¿Está loca? ¿Cuándo fue suyo?
Me había perdido tanto en mis pensamientos que no percaté de la presencia de Sesshomaru hasta que sentí como sus brazos me rodearon, a lo que yo reaccioné empujándolo levemente, pero él me tomó con fuerza.
- Kagome, no lo malentiendas, no es lo que tú piensas - murmuró aún abrazándome.
- Kagura te besó y tú... No hiciste nada...
Por alguna razón, duele más que cuando sucedió con Inuyasha.
- No es así, yo la aparté. Yo no quería que hiciera eso. Fue un momento en que bajé la guardia.
- Pero...
- Por favor, créeme.
- ¿Qué hacen aquí? - oí la voz de Inuyasha con molestia.
Me aparté de Sesshomaru y lo miré, al igual que él. Venía con Kikyo. Sesshomaru al verla se posó al frente mio, tal vez aún no había olvidado lo que pasó con Kikyo, pero sé que no había sido ella. Tal vez nos odiamos un poco, pero ella no haría eso.
- Respondan...
- Por si no lo recuerdas Inuyasha, aquí es donde prácticamente vivo - dije, ya que el templo se encontraba en el mismo lugar.
- ¡Kagome! ¡Has vuelto! - era la voz de Shippo, venía detrás de Inuyasha junto con Sango y Miroku.
