El único plan que fue concebido en las retorcidas mentes de la pareja, fue escapar... Huir lo más lejos posible de todos aquellos que pretendían separarlos; pero no sabían cómo hacerlo, pues no tenían el dinero suficiente para comprar los pasajes.
Aunque a Dante se le ocurrió un plan maestro: Era quincena y seguramente su hermana Ishara acababa de cobrar su cheque. Sería el dinero más fácil que el muchacho conseguiría para salvar su insana relación.
La noche elegida para escapar, Dante le pidió a su amada que lo esperara en la estación de autobuses, el lugar donde darían fin a su tormentosa vida e iniciarían el peor de los cuentos de hadas.
Mientras Farrah esperaba sentada en una butaca, su príncipe se infiltró al hogar de su primogénita a través de la ventana del cuarto de lavado. La casa estaba sumergida en la oscuridad, y el único sonido provenía de la televisión de la sala al otro extremo del lugar, así que Dante aprovechó la penumbra y corrió hacia la habitación de Ishara, donde él recordaba que ella guardaba el dinero.
Pero las cosas no salieron como él lo planeó. Enredada entre las sábanas y las piernas de un extraño, su hermana estaba en la habitación y gritó cuando se encontró con la mirada de Dante. Fue una mirada tan efímera, que duraría una eternidad gravada en la mente del muchacho.
Y sin más, Dante eliminó el único obstáculo que lo separaba de la felicidad.
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Antítesis del corazón
ContoDante estaba sumergido en la oscuridad luego de vivir con una tormentosa familia. No sabía cómo escapar de él mismo y de los trastornos que lo persiguieron durante toda su vida; sin embargo, en uno de los tantos talleres a los que asistía, conoció...