LA BIBLIOTECA

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-Buenos días señorita, ¿dónde está la sección de leyendas?-dijo Reginald a la Flufiana que trabajaba de recepcionista.

-Tercera planta, segundo pasillo a la derecha.

-Vale, muchas gracias.

-No hay de qué.

Mientras Reginald buscaba entre los libros, se encontró con su mejor amiga Lauren, a la que le gustaba mucho el tema de las transformaciones, por lo que le contó la aparición de Eire, era de fiar.

-¡Lauren! ¿Qué tal? ¿Has encontrado algún libro sobre lo que te dije?

-¡Sí! Mira, unos pocos, espero que te sirvan de ayuda. -le tiró una montaña de libros a la cara.

-Eh... Lauren, ya sé que eres una fanática de la lectura, pero, ¿no te parecen demasiados?

-Ya, bueno, tienes razón, quédate con diez, serán suficientes.

-Cinco. -dijo Reginald aguantando soltar una carcajada.

-Seis. -dijo Lauren desafiándolo con cara de xaufin (especie de corderito)

-Está bien... No se puede contigo. -dijo ya sin poder aguantar la risa.

-¡Ja! He vuelto a ganar. -dijo sonriendo. -bueno, cuéntame algo de esa chica. ¿Es guapa? ¿Es maja? ¿Cómo se llama? -dijo con ganas de que le dijese que le gustaba.

-Uno, depende de los gustos de cada persona, dos, sí, mucho, y tres, se llama Eire.

-¡Genial! -dijo feliz, sabía que le gustaba.

-¿P-por qué genial? -estaba nervioso, no sabía por qué. ¿Sentía algo por ella? Nunca había amado a nadie tras llegar a su planeta además de a sus padres adoptivos.

-¡Te gusta! -dijo gritándole al oído.

-¡Baja esa voz! -dijo él con el tímpano casi roto.

-Vale, vale, pero admítelo.

-¿Qué? Mira, no lo sé, sólo es que me siento, no sé, diferente cuando estoy con ella.

-O lo admites, o pongo cara de xaufin.

-Sabes que no voy a decir nada porque hagas eso.

-Pero las cosquillas sí que funcionan, ¿verdad? -y se puso a hacérselas.

-Basta Lauren, ya vale... ¿Te quedas a gusto si te digo que sí?

-¡Claro! ¿O no me oyes?

-Muy bien, pues sí. ¿Podemos acabar con esto de una vez?

-¡BIEN! A mi mejor amigo le gusta una chica... ¡Wow! Hay que celebrarlo, iremos a...

Reginald le tapó la boca con la mano, estaba hablando demasiado alto, y además había mencionado la palabra chica, que para los Flufianos no existía, era xixo y xixa, se parecía pero no era igual. Eso hizo que la bibliotecaria les mandase callar y que todo el mundo los mirase.

-Deja de gritar si no quieres que la gente nos mire Lauren.

-Vale,vale, pero quiero que sepas que estoy feliz por ti.

-Creo que de eso ya se enteró todo el mundo.

-JA JA, muy gracioso Reg. Hablando de Eire, ¿cómo os conocísteis? ¿Cuántos años tiene? ¿Sabes si le gustas?

-A ver, ya te contaré sobre ella, que me está esperando en un sempi desde hace diez minutos y debe de estar aburrida.

-Está bien, pobrecilla, parece buena xixa. -esta vez lo había dicho bien para pasar desapercibido.

-Bueno, hasta luego Lauren. -dijo moviendo la mano en símbolo de despedida.

-¡Adiós Reg! -dijo feliz.

Cogió los libros y los alquiló en la planta en la que había ido a buscarlos. Mientras tanto, Eire había visto todo lo ocurrido desde dentro del sempi. Pensaba: ¿Será su novia? ¿No están muy juntos? Pero, ¿qué más me daba a ella? A él seguramente no le gustaba, pero se había portado tan bien con ella que sentía algo por él. Estaba algo celosa, pero la prioridad era volver a su casa en estos momentos.

-¡Hola Eire! Lo siento, ya sé que he tardado mucho, pero una amiga ya me había buscado los libros y me entretuvo con tonterías. -estaba nervioso, para él no habían sido tonterías.

-Tranquilo, no pasa nada, no has tardado tanto.

-B-bueno, ahora iremos a mi garage a buscar información y te presentaré a mis padres Flufianos.

-Me parece bien, muchas gracias por todo lo que estás haciendo por mí, de verdad. Si no fuese por ti no sé qué hubiese hecho. -tras esto le dio un abrazó, y Reg se sonrojó un poco.

-¿A dónde vamos ahora, pareja?

-N-no, nosotros no... Bueno déjelo, queríamos ir a la Calle Popcorn N° 7.

-Muy bien, llegaremos en media hora. -dijo el chófer.

EL ORIGEN DE LOS FLUFIS©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora