Y POR ESO CAMBIE

CAPITULO 15 - TE QUEDA MUY GRANDE LA PALABRA PADRE

POV DAVID

Nos encontrábamos en casa todos reunidos en la sala escuchando hablar a Viviana que yo era muy egoísta con todo lo que estaba haciendo, mi madre solo la escuchaba no le daba la razón ni tampoco la negaba, en cambio mi hermano Austin siempre alegaba con ella, siempre sacándole en cara todo que siempre fue muy caprichosa desde pequeña, que no todo el mundo gira alrededor de ella, pero ella siempre decía que nosotros dos siempre estuvimos en contra porque es la única mujer, así estuvimos por dos horas hablando, discutiendo hasta que el esposo de mamá Gregg interrumpe

-por Dios ustedes tres nunca se comportaron de esta manera, Viviana nunca te has llegado a preguntarle a David porque no quiere que venga su padre, mira a Austin vino de Inglaterra solo para hablar este tema y tú nunca dejas hablar siempre repites lo mismo, no ven el daño que le hacen a su madre, escuchar la misma pelea de siempre

- Gregg yo te aprecio mucho, pero eres el menos indicado para opinar – dice Viviana un tono seco

- por Dios Viviana – dice mamá alterada

- cállate, Gregg tiene el derecho para opinar cualquier tema, no sea estúpida

- entiendo que tú nunca me consideraste de la familia pero yo te considere como una hija

- no tienes que darle explicaciones papá – al fin opino – ella nunca entenderá y creo que siempre con el tema de su papá, nunca ella cambiara su opinión – digo mirándola fijamente

- al que llamas mi padre es tu padre también

- nunca lo fue y nunca lo será – digo marchándome

Me encuentro concentrado haciendo unos trabajos, el cual tengo en mis audífonos puestos para olvidarme de todo y no escuchar las discusiones que se encuentra abajo, siento que me abren la puerta y me volteo y es mi hermano, veo que no ha cambiado nada sigue siendo delgado, lleva su cabello corto, siempre con una sonrisa desde pequeño pero esta vez veo que es fingía veo que se acuesta en mi cama y nos quedamos en silencio mientras termino mi trabajo.

-¿terminaste?

- sí – digo volteado la silla - ¿qué tal la discusión?

-no recordaba cómo era pelear con Viviana, ella tan

- irritante, tan ella como siempre, yo la amo, pero ella nunca lo entenderá

- esos 26 años no ha cambiado en nada, sigue siendo la misma niña que siempre tiene la última palabra para todo, la consentida de papá y mamá

- sí, ¿Qué tienes bro, te siento tenso?

- no sé cómo vas a tomar esto – dice sentándose y mirándome algo alerta – nuestro padre viene ahora

- como mierdas dice – digo golpeando la mesa histérico – como hace eso Viviana

- dice que él tiene el derecho también de estar en su matrimonio y que el también opine, ya que es una reunión familiar – dice tranquilizándome

- que se meta su reunión familiar, yo no soy familia de él, él para mi murió Austin, no lo he visto desde que nos fuimos de casa, tú no sabes el dolor que tengo desde esos años, tú no sabes que se siente verte todos los días esta cicatriz – mostrándole la gran cicatriz que tengo en mi costado lado izquierdo el cual me la hizo el día que me tiro por la escaleras – no sabes el oído que tengo de todas esa cicatrices invisibles – digo gritando y suspirando que golpeo la puerta tan duro, que mi mamá sube alterada

- ¿por Dios que pasa aquí? - dice mirándome asustada

- cómo pudieron, que esto llegara tan lejos, solo para complacer a Viviana y ¡¿mi sufrimiento que?! Tus palabras ma, cuando salimos de esa casa dijiste que nunca lo volvería a ver, dijiste que nunca dejaría que entrara más en nuestras vidas, dijiste que si yo no quería saber nada de él me lo respetaría; ¿dónde carajos quedaron toda esa promesas? –digo acercándome con una lagrima cayendo de rabia