Capítulo 3 | Desahogo y Peleas

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Salí de la empresa y me acerque a Dafne la abrase y la bese en la mejilla nos subimos en mi auto en tanto no subimos me invadió con preguntas.

-¿Como te fue?, ¿Qué te dijeron?

-Me fue muy bien y me contrataron

-Estoy tan emocionada por ti -dijo luego de lanzar un grito

- Lo sé, eso no tienes que decirlo

Nos dirigimos a una heladería para pasar el rato, cuando llegamos pedimos los helados y nos sentamos en una mesa.

-¿Y no conociste a nadie? - dijo con una sonrisa

- Si, conocía a un chico llamado Andrés

-¿Y esta guapo?

-Si, y bastante simpático

-El perfecto para ti

-Si, pero también esta mi jefe

-¿Que estas pensando?

-No lo se... Creó que hay posibilidad

-Ese hombre millonario fornido y todo lo demás, estas loca - dijo un poco furiosa

- Me estas diciendo que no soy capaz de enamorar a un hombre como el - dije furiosa, no puedo creer que halla dicho eso

-No es eso...

-¿Que soy tan fea que no se puede enamorar de mi?-me siento ofendida, traicionada y defraudada, mi mejor amiga diciéndome en mi propia cara que no soy lo suficientemente bonita para enamorar a un a hombre

- Melanie escucha...-no podía quedarme ni un segundo mas 

-Creí que eras mi amiga, pero por lo visto no me crees lo suficiente para nada - Salí de la heladería muy furiosa y triste a la vez, me subí a mi auto y lo último que vi fue a Dafne frente a la heladería mirándome con una cara bastante triste. Estoy enfadada con ella, mi mejor amiga diciéndome en mi propia cara que no soy capaz de enamorar a nadie, es muy injusto, Dafne y yo no somos amigas hace 5 días, somos amigas desde la secundaria, tenemos 10 años siendo amigas y ella mas que nadie sabe que yo soy capaz de conseguir lo que quiero cuando me lo propongo, ella sabia todo lo que mi prima Kate me había enseñado para seducir a los hombre y conseguir lo que quiera de ellos ¿y que ahora me diga eso en mi propia cara? esa no es ni siquiera la manera.

yo mas que siento en este momento es rabia, voy manejando por las calles y no pudo haber un peor trafico que en este momento, descargo mi ira y rabia con un señor que estaba delante de mi que manejaba como una tortuga y le daba paso a todo el mundo, cuando uno se encuentra en el maldito trafico no se puede considerar a las demás personas, la ira se apodero de mi cuerpo y empecé a tocar el claxon con desesperación, todas las maldiciones que no fui capaz de gritarle a Dafne en esa heladería me las estaba desquitando con ese pobre viejo en la calle, luego de que descargue toda mi rabia me sentí tan culpable con ese pobre hombre, mi día no podía ir peor de lo que ya iba solo me dispuse a seguir manejando para poder estar tranquila en mi casa y poder pensar. 

Mi Jefe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora