Prólogo

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Miras a muchas personas caminar diariamente  por la calle, algunas van deprisa otras caminan lentamente, pero nadie se percata de sus emociones, cada quien en su mundo y con sus propios problemas.

Recuerdo que cuando era pequeña mamá  era muy feliz pero tambien recuerdo haberla escuchado llorar todas las  noches, en ese entonces eres muy joven para entender la vida. Yo le preguntaba sí  todo estaba bien y ella mentía ocultandolo todo con una sonrisa y un abrazo muy cálido.

Ella era el amor más sincero que tenía  hasta que una noche todo cambio.

UN MINUTO PARA AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora