Lienzos en Blanco 🌹HunHan

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Las vacaciones de verano vienen y se van, pero la enfermedad se queda. Está en el párpado izquierdo de Sehun, que se inclina y esconde el iris color cocoa que a Lu Han le gusta contemplar. Está en la forma en que da una docena de pasos y jadea en busca de aire. En el jugo que cae de sus fosas nasales, en la dificultad que tiene al masticar la comida, en la constante inhabilidad de tomar una pluma o abrir una puerta. Está en la forma en la que contempla la pista en las mañanas, cuando se encuentra con Lu Han; un palpable anhelo que rompe el corazón de Lu Han y el más grande recuerdo del destino de Sehun.

Sehun no vuelve a la escuela. Sus viajes al hospital se han vuelto frecuentes, así que prefiere esconderse en el ático de Lu Han y esperar que regrese a casa. Ellos pasan las tardes escuchando música, pintando y hablando. A veces ellos no hablan, solo se tiran en el suelo abrazados, con la boca cerca de sus cuellos y sus dedos viajando lejos.

Ya es de noche cuando Lu Han siente la realidad cayendo sobre él, una sabana de sueños hechos pedazos sobre su piel vulnerable. Mira al techo por horas, intentando encontrar grietas en la madera, repentinamente consciente de la blanca inmensidad de su habitación. Y también desea no haberse enamorado en primer lugar, cuando recuerda los toques y susurros de Sehun, y sus labios agrietándose cerca de su cuerpo, y sus uñas arañando su espalda. No. En la oscuridad, Lu Han se abraza del pensamiento que seguirán juntos.

—Déjame pintarte.

Sehun lo mira y luego vuelve su atención a el orden de los discos de jazz en el ático de Lu Han. — Okay

Algunos minutos después se refugian en la habitación de Lu Han, con las persianas cerradas. Sehun se sienta en la cama, atrayendo a Lu Han hacia su regazo, plantando besos en su clavícula. Lu Han vagamente se pregunta si la condición de Sehun empeorara si hace esfuerzo, pero pronto lo olvida cuando sus pensamientos se difuminan y se pierde en el pecho de Sehun, explorando los caminos tortuosos alrededor de sus caderas y llevándolo a un lugar donde su lujuria puede ser saciada, placer corriendo por sus venas y yendo inconscientemente al el clímax final con un jadeo.

Ellos yacen en un enredo de brazos y piernas.

El parpado de Sehun se mueve ligeramente. — ¿Crees que ya me puedas pintar?

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En algunas horas :'v subire los últimos tres capítulos... esperenlos XD

Bía, cambio y fuera ✌