El renacer de Alina. Alina Libro #3 [Elijah y Klaus Mikaelson]. (Cancelada)

Capítulo 25: Algunas cosas es mejor olvidarlas...

- ¿Por qué la ayudas? -me preguntó Aurora mirándome extrañada, lo cual no entendí-. ¿No sabes que está enamorada de tu Niklaus? - soltó sorprendiéndome un poco.

- No, ni idea, y no es "mi Niklaus" -le dije riendo antes de caminar hasta el ring y sentarme en él-. Y la verdad no me interesa mucho. Él hace su vida, y yo la mía...

- Claro, y por eso me torturaste hasta casi matarme- soltó algo molesta.

- Me provocaste, yo reaccioné- dije haciéndome la inocente, pero por la mirada de la vampira, no me creyó nada-. Por favor, hasta Nik te dijo que no me provocaras...

- No sé qué rayos vio en ti...- soltó algo harta.

- Ni yo en ti. En serio, que tan desesperado debe estar un hombre para amarte- solté burlándome y enfadándola.

- Tú lo abandonaste, no eres quien para juzgar- me dijo molesta-. Si lo hubieras visto cuando lo conocí, estaba tan dolido, destrozado, con un niño de cinco años consigo...

- Henryk- solté al recordar al hijo que resultó no serlo.

- Al principio me dijo que habías muerto, y luego cuando supe lo que él era, me confesó la verdad. Como la mujer que amaba con locura, lo odiaba con la misma intensidad- dijo borrando por completo mi sonrisa.

- Era demasiado joven...

- ¡Yo igual, y sin embargo estuve ahí para él, lo apoyé, lo amé, lo acepté como era, aun después de matar a su madre!- me gritó con furia, sin poder evitar hacerme sentir culpable-. No sé como rayos puede seguir sintiendo algo por ti, lo hiciste sufrir como nadie, y aun así él sigue ahí para ti. Lo estuvo aun cuando volviste a elegir a Elijah, lo hizo cuando decidiste tener hijos con él y casarte...

- Te lo dijo- solté incrédulamente, como fue capaz de mencionarle aquello.

- Sí, los hijos que perdiste, y que él quiso tener contigo- me dijo sin poder evitar sentirme culpable-. Él confía en mí, y aun así...

- Me ama- solté sin poder evitar sonreír.

- Y no lo mereces, no después de todo...

- Lo sé- le dije con suma sinceridad, antes de secar las lágrimas que sin darme cuenta había derramado.

- No lo entiendo, que es lo que ve en ti...

- No lo sé, tal vez diez años creciendo juntos. Una niñez compartida, un amor inocente, ser el primer amor del otro, el primer beso, la primera vez- solté riendo-. Nos casamos Aurora, ¿en serio quieres competir contra eso? - le pregunté sin dejar de reír-. Era inocente, y me amó. Me volví despiadada, y me amó aun más- dije haciéndola enojar-. ¿No te das cuenta que hace casi mil años, solo eras su distracción?

- No lo era, él me amó- soltó furiosa.

- Claro, y pasó mil años buscándote como lo hizo conmigo...- solté haciéndola rabiar más-. Eres patética, detrás de un hombre que desde que la primera vez que estuvo contigo solo pensó en mí- escupí las palabras antes de sentir su mano en mi cuello ahorcando, y yo sin dudarlo sacármela de encima con magia.

- Eres una...-soltó antes arrebatar para golpearme, pero antes de que pudiera llegar, alguien la detuvo.

- Le pones una sola mano encima Aurora y te juro que mato en este instante- soltó Niklaus apareciendo de la nada.