Capítulo 27: Regreso de Bekah, y una reunión con el enemigo.

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Ninguno dijo nada, por lo que pareció ser una eternidad, aunque no era molesta. De hecho era como si al fin dijimos lo que necesitábamos decirnos desde hace tiempo.

— Es hora de irnos— soltó rompiendo el encanto, antes de besar mi frente—. Tenemos que sacar a los niños de aquí...— me recordó antes de yo asentir.

— Cierto— apenas dije separándome de él—. Supongo que luego de esto, podemos ser amigos...

— No te preocupes, siempre estoy para ti, y lo sabes...— soltó antes de levantarse y ayudarme a parar, haciéndome reír.

— Supe que invitaste a Camille a la cena...—no pude evitar mencionar mientras subíamos por las escaleras, haciéndolo reír.

— ¿Celosa love? —Soltó sonriendo, mientras abría la puerta de los niños, encontrándonos con la niñera—. Puedes irte al apartamento— le dijo usando la compulsión en ella, antes de ella asentir y bajar.

— No realmente— mentí con habilidad—. De hecho a ella le gustas, y prefiero a Camille que a la loca de Aurora—solté riendo lo cual hizo que le contagiara mi risa.

— Casi creí que harías una escena...—soltó antes de tomar a Klaine y a Elian, en brazos, y yo a Leah.

— Supérame híbrido— bromeé mientras salíamos de la habitación y bajábamos las escaleras.

— Tú primero, bruja— me siguió el juego, haciéndome reír al abrir la puerta y salir de la casa. Como medida de precaución, siempre dejaba un auto fuera de la casa, al cual subimos sin perder tiempo, antes de poner el rumbo a su casa. Ya que los trillizos se mantendrían allí por esta noche, por las fiestas.

— Invisique—solté antes de ponernos en marcha...

Durante las dos horas, los niños no se despertaron, por lo que nos la pasamos bromeando todo el camino, con viejos recuerdos, o lo que le hice a Aurora, hasta que llegamos.

Aun invisibles, salimos del auto, para luego él tomar a los niños, y yo a Leah, los cuales ya se habían despertado. Al tan solo llegar a la puerta, miramos atrás, y por el rostro de Nik, pude adivinar que buscaba algo sospechoso, para luego asentir, por lo que sin dudar nos volví visibles.

— Nunca está de más ser precavidos— solté antes de entrar, encontrándome con unas pequeñas sorpresas al hacerlo. Habían muchas personas allí que no esperaba ver—. Elijah— dije primero al verlo, y él caminar hasta donde nosotras.

— ¿Qué hacen aquí? —me preguntó antes de darme un corto beso en los labios.

— Es navidad—solo respondí sonriéndole—. Te extrañé...—susurré sonriéndole.

— ¿Quiénes son esos niños? —preguntó cierto lobo que también estaba aquí. Sí, junto con Rebekah, Freya sentada con ella, y Hayley.

— Hubiera sido útil que alguien me avisara que estarían aquí— solté mirando a Freya, pero antes de que pudiera regañarlas, Bekah ya estaba delante de mí —. Hola Bekah.

— No te vine a saludar a ti— soltó sin preocuparse aparentar ser gentil, antes de sonreírle a Leah—. Pero qué pequeña dulzura eres...—le dijo con ternura—. Supongo que es Leah...— comentó antes de yo dársela antes de que prácticamente me la quitara de los brazos.

— Si, y los pequeños son Klaine y Elian— solté antes de Nik caminar hasta mi lado, y Elijah tomar a Elian.

— ¿Alguien me puede explicar quiénes son esos niños? —soltó de nuevo Jackson, sin entender nada. Al parecer Hayley guardó bien el secreto, y no sabía aun nada.

El renacer de Alina. Alina Libro #3 [Elijah y Klaus Mikaelson]. (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora