Black Pearl | ChanYeol & Krystal

Cinco.

Krystal despertó una tarde de domingo, el día estaba sorprendentemente nublado, así como le gustaba a ella.
Pero algo no estaba bien.

Algo en su corazón y mente volvió a aparecer, recuerdos, sentimientos y demás volvieron a presentarse.

Recordó tantas cosas que en su momento la hicieron sentir tan mal, que ahora lo único que hacían era que ella se sintiera de alguna manera vacía.

Era algo que no podía describir, solamente sentir, muchas veces su hermana insistió en hablar con ella, estar con ella, pero Krystal se negaba poniendo la excusa de que sólo quería dormir.

Eran aproximadamente las 6:00 p.m., cuando Krystal por fin se puso de pie, aunque todos, o al menos Jessica hubieran preferido que se hubiera quedado en cama, sin decir palabra alguna, ahogándose en su dolor.

Krystal se dirigió a la pequeña habitación de baño que estaba integrada en su cuarto, parecía estar poseída, era como si no fuera ella, y solamente estuviera haciendo lo que alguien le pedía.
No había expresión alguna en su rostro, estaba completamente serio. Tampoco decía nada, solamente se escuchaban los pasos que daba ella con sus pies descalzos.

Abrió cuidadosamente la puerta del baño, y después la cerró con el mismo cuidado. Buscó algo en una pequeña puerta, y cuando finalmente lo encontró tomó entre sus manos aquel objeto brillante y filoso.
La miró por unos segundos, casi serían dos semanas desde que no lo volvía a hacer, pero hoy lo rompería.
Lo pensó unos segundos, necesitaba hacerlo, pero no quería dañar a Jessica, simplemente no se lo perdonaría. Pero a veces el dolor nos gana.

Entonces no lo pensó más, y comenzó a pasar aquella navaja por su brazo izquierdo, haciendo largos y finos cortes, la sangre salía y parecía no parar, un ardor inundaba todo su brazo, pero no parecía importarle, sabía que sería más fácil aliviar ese dolor físico que sentía, que hacerlo con el dolor que sentía emocionalmente.

De la nada, golpes fuertes se comenzaron a escuchar, gritos y llanto. Era Jessica.
Entonces fue como si Krystal hubiera vuelto a ser ella, como si aquel "espíritu" hubiera salido de ella, abrió rápidamente la puerta, y pudo ver la figura de Jessica preocupada. Lo había vuelto a hacer.

De nuevo daño a su hermana, volvió a hacerlo y justo cuando parecía estar bien.

Jessica tomó vendas, gasas y demás, y rápidamente comenzó a ponerlas en todo el brazo de Krystal, con ayuda de algunos objetos del botiquín de primeros auxilios detuvo el sangrado, y llevó a Krystal a su habitación, no permitiría que hiciera otra cosa mala.

Krystal tuvo un pequeño desmayo por la pérdida de sangre, pero a las pocas horas volvió a despertar.

Cuando abrió los ojos pudo ver a Jessica con un rostro serio, en cuando ella notó que había despertado, le preguntó lo siguiente:

—¿Intentaste... Suicidarte? —Krystal no podía decir absolutamente nada, las palabras no salían de su boca, quería hablar, pero no podía—. Por favor, háblame —dijo Jessica con una voz temblorosa, Krystal de nuevo intentó decir algo.
—No... —su voz fue casi un susurro, era débil, pero pudo decir algo.
—Krys... —Jessica tomó entre sus manos el rostro de Krystal, la miró a los ojos por unos segundos, y después lágrimas comenzaron a salir de los ojos de Jessica, y en ese momento se le partió el corazón a Krystal, un sentimiento de culpa inundó su ser, se sentía mal consigo misma, no podía soportar ver a Jessica sufrir y mucho menos por su culpa.

Jessica secó sus lágrimas con ayuda de su mano, y después tomó la mano de Krystal, la llevó al baño de la planta alta que ambas compartían.
Krystal no entendía cuales eran las intenciones de Jessica al llevarla ahí, pero cuando iba a preguntar, Jessica comenzó a llenar de agua la tina que estaba ahí, entonces decidió guardar silencio.