Nos deslizamos por los pasillos iluminados por el claro de luna, que entraba por los altos ventanales. En cada esquina, esperaba chocar con Filch o la Señora Norris, pero tuvimos mucha suerte. Subimos rápidamente por una escalera hasta el tercer piso y entramos de puntillas en el salón de los trofeos.
Malfoy y Crabbe todavía no habían llegado. Las vitrinas con trofeos brillaban cuando las iluminaba la luz de la luna. Copas, escudos, bandejas y estatuas, oro y plata reluciendo en la oscuridad. Fuimos bordeando las paredes, vigilando las puertas en cada extremo del salón. Harry empuñó su varita, por si Malfoy aparecía de golpe. Los minutos pasaban.
-Se está retrasando, tal vez se ha acobardado- susurró Ron
Ya había pasado media noche y ellos no aparecían
Entonces un ruido en la habitación de al lado nos hizo saltar. Harry ya había levantado su varita cuando oímos unas voces. Pero no era Malfoy.
-Olfatea por ahí, mi tesoro. Pueden estar escondidos en un rincón-
Era Filch, hablando con la Señora Norris. Aterrorizado, Harry gesticuló salvajemente para que lo siguiéramos. Nos escurrimos silenciosamente hacia la puerta más alejada de la voz de Filch. Neville acababa de pasar, cuando oímos que Filch entraba en el salón de los trofeos.
-Tienen que estar en algún lado- lo oímos murmurar -Probablemente se han escondido-
-¡Por aquí!- señaló Harry y, aterrados, comenzamos a atravesar una larga galería, llena de armaduras. Podíamos oír los pasos de Filch,acercándose a nosotros. Súbitamente, Neville dejó escapar un chillido de miedo y empezó a correr, tropezó, se aferró a la muñeca de Ron y se golpearon contra una armadura. AGGG ¡No puede ser! ¡¡¡Los ruidos ya eran suficientes como para despertar a todo el castillo!!!
-¡CORRAN!- exclamó Harry y los cinco nos lanzamos por la galería, sin ni siquiera darnos la vuelta para ver si Filch nos seguía. Pasamos por el quicio de la puerta y corrimos de un pasillo a otro, Harry seguido por mi, luego Ron, Hermione y atrás Neville seguíamos adelante, sin tener ni idea de dónde estábamos o adónde íbamos. Nos metimos a través de un tapiz y nos encontramos en un pasadizo oculto, lo seguimos y llegamos cerca del aula de Encantamientos, que sabíamos que estaba a kilómetros del salón de trofeos, suspiré algo aliviada
-Creo que lo hemos despistado- dijo Harry, apoyándose contra la pared fría y secándose la frente. Neville estaba doblado en dos, respirando con dificultad.
-Te... lo... dije- añadió Hermione, apretándose el pecho -Te... lo... dije -
-Tenemos que regresar a la torre Gryffindor -dijo Ron -lo más rápido posible-
-Malfoy te engañó- dije a Harry - Filch sabía que iba a haber gente en el salón de los trofeos. Malfoy debió de avisarle- dije ahora si con odio cuando ya recuperé el aliento
-Si, lo sé, vamos- dijo agitado Harry
No habíamos dado ni una docena de pasos cuando se movió un pestillo y alguien salió del aula que estaba en frente de nosotros, mi corazón se paro por un micro segundo
Era Peeves nos vio y dejó escapar un grito de alegría
-Cállate, Peeves, por favor... Nos vas a delatar-
Peeves cacareó
-¿Vagabundeando a medianoche, novatos? No, no, no. Malitos, malitos, los agarrarán del cuellecito-
-No si no nos delatas, Peeves, por favor- rogué
-Debo decírselo a Filch, debo hacerlo- dijo Peeves, con voz de santurrón, pero sus ojos brillaban malévolamente -Es por su bien, ya lo saben-
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Mi nueva vida, Primer curso de Hogwarts
FanfictionEmma era una chica que creció toda su vida en un orfanato, fue traída poco antes de cumplir un año, misteriosamente dejada en la puerta del orfanato: little dreams en Londres, pero lo que nadie sabia era que esa pequeña niña era mucho mas importan...