Capítulo 33: Mordida de pingüino.
Despertar no fue agradable, la cabeza me dolía y parecía que en cualquier momento me estallaría, mis ojos no se quedaban atrás los sentía cansados y tenía un poco de frío, por lo que quise tirar un poco más del cobertor falllando en el intento y haciendome recordar que Michael estaba a mi lado. Su brazo rodeando mi cintura y su respiración caliente golpeando de forma suave la base de mi cuello.
Nuevamente hice el intento de estirarme, esta vez queriendo alcanzar el celular de Michael para ver la hora, pero el brazo del susodicho se aferró más a mi, como si no quisiera que me aleje. Volteé a verlo para saber si ya había despertado pero, sus ojos seguían cerrados. Trate de alcanzar nuevamente el celular y tras algunos intentos pude lograr mi prometido. 7:40 indicaba el celular en letras blancas.
Decidí que era muy temprano para levantarme así que permanecí viendo a Michael dormir por algunos minutos y observar cada detalle, tratando de memorizar cada uno de ellos para cuando se vaya.
Era simplemente perfecto, tanto que no parecía real. Estaba convencida de que el amor que sentía hacia él no era normal y que algunos de sus pequeños detalles me hacían perder la cordura, como aquel toc que tenía de pasar su lengua por aquellos labios tan rojos cada vez que estaba incómodo o había hablado por mucho tiempo.
- Buenos días - murmuró pero parecía que solo hubiera dicho la última palabra de tan bajo que hablo.
- Buenos días - dije soltando una risita ya que Michael había cerrados sus ojos nuevamente, probablemente no acostumbrado todavía a la luz que comenzaba a colarse por el gran ventanal.
Pasé mi mano por su pelo, despeinandolo aún mas de lo que estaba, porque simplemente me encantaba cuando lo tenía de esa forma.
- Qué hora es?
- Las ocho, vuelve a dormir un rato más - aconsejé pasando mis dedos por la piel pálida de su pecho, pensando que era lo mejor ya que dentro de unas horas afrontaría un largo viaje.
- Cinco minutos más - murmuró y escondió su rostro en mi cuello depositando unos cuantos besos en ese sector.
Mientras Michael descansaba unos minutos más, me dediqué a acariciar su espalda, deslizando solo las puntas de mis dedos provocando que soltara pequeños ronroneos como si fuera un gatito.
Pensaba que era afortunada en tener a alguien como él, cuando el teléfono comenzo a sonar. Provocando que gruñera y que se separara de mi entre chasquidos de lengua. Atendió y aproveche que me había soltado para correr hacia el baño, tratando de ocultar mi cuerpo lo más posible, una vez adentro del baño me deje caer en el inodoro y reí de lo absurdo que había sido lo que acababa de hacer.
Lavé mi cara y tuve el atrevimiento de lavar mis dientes con el cepillo de Michael, sintiendome traviesa y divertida mientras lo hacia, até mi pelo en un moño y volví a desatarlo inmediatamente cuando vi la marca morada en la base de mi cuello, era pequeña pero al tocarla dolía.
Mi cara se torno roja en el momento que Michael entró por la puerta y bajó sus boxers, dispuesto a orinar en mi presencia.
- Michael! - chillé riendo mientras cubría mis ojos, provocando que el largara una fuerte carcajada - Podrías haberme avisado que necesitabas el baño y yo salía.
- Tenía que hacerlo bebé - dijo entre risas y pude sentir como tiraba la cadena - Ya, listo - indicó para que sacara mis manos de la cara, seguí sus indicaciones y pude ver como se lavaba las manos mientras me sonreía de forma divertida a través del espejo.
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We Suck. [Michael Clifford]
FanfictionMichael Clifford de 19 años e integrante de 5 Seconds of Summer nunca se imaginó el caos que una ex novia resentida podía generar, mucho menos se imaginó encontrar el amor gracias a una canción.