We Suck. [Michael Clifford]

Eres tú!

Capítulo 4: Eres tú!

 - Eres tú – Balbuceo.

- Sí y tú eres tú – Dije burlonamente para que se relajara. Golpeo mi hombro juguetonamente y luego abrió los ojos como si estuviera arrepentida de hacerlo.

- Lo siento – Su vista no se conectaba con la mía, miraba al piso en todo momento -. No estaba realmente pensando lo que hacía – Susurró.

- Oh no te hagas problema, no pasa nada – Acaricié su brazo y ella observó incrédula lo que hacía -. Estarás siempre así? - Dije sonriéndole.

- Oh claro, disculpa porque es tan normal que tu ídolo y amor de tu vida – Mi sonrisa se ensancho al oír eso-. Se presente en tu casa y puedas tenerlo tan cerca. - Amaba el sarcasmo y esta chica sabía utilizarlo muy bien. - Por cierto, me llamo

- Katelyn, lo se – La interrumpí -. Yo te busqué. - La castaña hizo una cara de confusión y dejó de sonreír.

- Espera, qué? Entonces a que vienes? - Sus ojos brillaban.

- Como oíste, te busqué para agradecerte el tuitlonger que hiciste sobre “You Suck”, realmente me gusto sabes? Así que se me ocurrió venir y agradecerte personalmente.

- Déjame entender bien, me buscaste solo para agradecerme por lo que escribí?

- Si, nunca lo hago pero sabes algo? Con lo que escribiste me sentí en cierto modo protegido y que por fin alguien me entendía, pero dejémoslo, no interesa.

Katelyn se me abalanzó y me dió otro abrazo. Puedo asegurar que ella daba los mejores abrazos del mundo, después de Calum, al abrazarla pude sentir que el vacío que había en mi interior era llenado un poco. Se sentía como estar en casa.

Cerré los ojos para disfrutar un poco más esa linda sensación.

 - Quién es él Katelyn? - Dijo la que supuse era la madre de la castaña, mirándome con despreció seguramente por el color rojo de mi pelo, desde la puerta principal. Katelyn se separó de mi con inmediato, hizo una mueca y luego se giró para mirar a la señora.

- Un amigo mamá. - Dijo entre dientes.

- Y por qué no lo haces pasar adentro? - Me inspeccionó otra vez y volvió a entrar.

- Quiéres entrar? - Dijo Kate señalando la casa. No debía hacerlo, pero acá no había nadie que me lo prohibiera así que, por qué no? Tomaré el riesgo.

Asentí. - Sólo le avisaré al chofer -. Ella sonrió y luego asintió.

Hablé con el chofer y le dije que volviera por mi dentro de una hora.

- Bien, ahora sí, entremos. - Katelyn agarró mi brazo y me llevó hacía adentro.

La casa era bastante grande, todo era blanco, paredes y muebles con pequeños detalles de color.

- Linda casa – Dije.

- Espérame aquí. - Dijo señalandome el sillón que tenía atrás mio. - Seguro viniste en avión desde Los Ángeles, ahí estaban no? - Hice un ruidito de afirmación -. Por eso, te traeré algo para que comas y algo para beber. Enseguida vuelvo. - Desapareció por la cocina, aproveché para mandarle un mensaje a los chicos comentándole que todo estaba bien y que ya había llegado.

- Escuché como Kate hablaba con alguien de la cocina, una mujer, seguramente su madre.

- Katelyn, ya te dije es temprano para comer! Espera a la cena! - Dijo chillando furiosa.

- Cállate no es para mi. - Se sentía que abrían y cerraban gavetas y armarios.

- No comas esas porquerías Katelyn, estas gorda, mírate.