Capítulo 6

221 28 4
                                    

Nota: Hola! Si, lo siento, no tengo excusa! Tuve un bloqueo, espero que sigan leyendo a pesar de todo.

...y lo siento otra vez.

Sin mas preámbulos, el capitulo!

-.-.-.-.-

Al despertarme no abrí los ojos de inmediato, sintiendo el espacio a mí alrededor. Había algo extraño, algo que tiene que estar pero no estoy del todo segura de a que me refiero.

"¿Me dormí en el bosque?"Era lo más lógico, pero el lugar no se sentía para nada como un bosque. No hierva, no brisas, etc. Al principio pensé que Sirius me cargo hasta la casa y de lo agotada que estaba no me había dado por enterada pero inmediatamente lo descargue.

Algo está MUY mal aquí.

"-O tal vez tu lo estés... ¿O tal vez no?"

Abrí los ojos, haciendo caso omiso del comentarista con voz risueña dentro de mi cabeza, y me reincorpore con lentitud, mirando con una mirada atónita que ni siquiera abarcaba la incredulidad que sentía.

Estaba tendida en una cama...dentro del castillo, no podía ser otro lugar. Las cortinas, las ventanas, el mismísimo aire te lo gritaba. Pero había algo que a mí no me cerraba...si mi memoria no me falla, lo cual es muy posible, estaba en la sala común de Gryffindor, en una habitación, si...pero la de chicos.

Me incorpore todavía sin poder pronunciar palabra y observando la apacible tranquilidad que reinaba en el lugar con los ojos como platos, luego del shock inicial me mire, llevaba el uniforme aunque algo desacomodado. Incluso traía puesto los zapatos y...y el giratiempo...

Al intentar analizar la situación otra vez, mirando el objeto colgando despreocupadamente de mi cuello, toda la habitación empezó a girar.

"Mejor lo dejo para luego..."Pensé, guardándome como si se tratara de un movimiento programado, el valioso artefacto debajo de la ropa.

-¿Qué demo...?-cuando al fin mis cuerdas vocales parecían querer volver a ser de utilidad, mi pregunta se vio interrumpida cuando de un momento la puerta a unos metros de donde estaba se abrió con un estruendoso azote, irrumpiendo en la antes mencionada tranquilidad con una expresión de preocupación alarmante. Alguien enfermizamente familiar había entrado a los brotes, seguido por una chica y tres muchachos más.

-¡¡Se despertó!! – mis ojos no podían moverse del rostro ahora sonriente del chico.

-¡Sarah!-la muchacha se sentó a mi lado, mirándome con preocupación. Yo apenas notaba su presencia mientras todo alrededor parecía correrse de manera vertiginosa, los chicos de antes también se habían inclinado del otro lado de la cama, mirando con ceño fruncido de preocupado pero lo único claro era él....

-¡Sarah! -Su voz empezó a escucharse lejana, pero era sin duda su voz, acompañado de un rostro muy joven que me sonreía de repente, como si fuera la persona más feliz en el mundo.

-Sirius...-mi voz atónita era lo único que yo escuchaba con claridad.

-¡Sarah!-¿Por qué no deja de repetir mi nombre?

-¿Qué...?-pregunte, dejándome llevar por todo lo sucedido cuando en realidad en mi cabeza se gritaba una sola pregunta.

"¡¿Qué se supone que significa esto?!"

Pero nadie contesto.

-Sálvame.-la demanda me dejo en una confusión a nuevo nivel, la desesperación apareció solo segundos después. Quise hablar, gritar cuando note que todo alrededor se distorsionaba en innumerables escenas de horror y repugnancia. Pero mi voz no se oía.

Y el pendejo arrogante solo me miro y aun sonriendo con toda la felicidad del mundo pronuncio con despreocupación. Esta vez resonó en todo mi cerebro a la vez que su imagen se apagaba como si se hubiera apretado un interruptor.

-SALVAME.-todo estaba negro, pero luego de lo que parecieron horas empezó a escucharse el suave murmullo de mi nombre, pero en vez de calmarme, me aterraba internamente.

...Sarah.

-Sarah...

-¡SARAH!

Me desperté con un terrible sobresalto, mirando con ojos aterrados a todo a mí alrededor. Nunca antes me sentí tan aliviada de estar en una sucia y destrozada casa de madera.

-¡Sarah! ¡Por fin! ¿Qué demonios estabas soñado?-me pregunto él, visiblemente alterado. Él, si. Él en su forma actual, en la forma que estaba segura de que conocí...y ahora no.

-No...no pasa nada Sirius.-el mencionado alzo una ceja en mi dirección ante eso. Su nombre había sonado extraño, con atisbos de alivio pero retazos de desconfianza.

-Claro...-me sorprendió que no insistiera, pero era mucho mejor así, por más ganas de golpear su rostro que me dieran gracias a esa mirada de "No te creo nada, pero me hare el tonto" envuelta en una de incertidumbre y preocupación.

-Tks....yo, ¡aj! Solo déjalo, ¿sí? -Le dije, con obvia frustración. Sirius solo alzo ambos brazos como alegando inocencia.

-Ya me lo dirás de todos modos...-susurro, con una tranquilidad y una prepotencia que se gano una muy mala mirada.

-Cállate y sirve para algo, ¿qué hora es?

-Mm...pues no te puedo decir de manera totalmente especifica, pero yo diría que son alrededor de las 5 de la mañana.-un quejido involuntario salió de mi al escuchar eso, aparentando estar absolutamente normal mientras lo que paso no dejaba de rondarme por la cabeza.

No era como un recuerdo, ya había experimentado la sensación de recordar muchas cosas, y este sin duda no era un recuerdo. Se sentía como una vivencia mesclada con la realidad misma en la que estaba.

-Es increíble.-dije, de manera algo mordaz al recordar que tenía que contestar con algo más que un quejido.- ¿Salimos de la mejor cárcel de la historia y ni siquiera nos merecemos un buen descanso?

-Bueno, no creo que eso sea considerado un merito moral-proclamo el, sin poder evitar reír al decirlo. Me di la vuelta mientras no podía evitar devolverle la sonrisa de manera leve, a pesar de mi creciente preocupación y esa puntada cuando le vi reír de esa forma que le hacía parecer más joven. De una manera extraordinariamente igual al sueño.

Y otra puntada.

"¿Qué he hecho?" Me pregunte, con inquietud. Una de las voces empezó a reírse de manera histérica.

Él, él, él!" casi se sorprendió de lo neurótico que sonaba eso, pero no tuvo tiempo de pensar en nada mas cuando volvieron a activarse esta vez otra voz.

"¿Lo mataste también?

"O no... ¿y si lo hiciste pero no es verdad?"

"Porque tal vez no es lo que dicen que no hiciste, por lo tanto tu solo quizás hiciste todo lo que no dicen que hiciste"

"Es suficiente, ya basta", Gruñí internamente, ya bastante tenía con todo el asunto para que ellos vengan a complicarlo con sus complicadas conclusiones.

"¡Sarah!"

..."¿Qué? "Pregunte al final, sin poder resistirme. Y otra vez esa risa histérica y loca, antes de que me contesto.

"Mueres, mueres"

"¡El señor tiempo te matara!

"¿Qué no le había matado ella?

"Tal vez....tal vez no..."

"¿Y entonces, la mata porque le mato?"

"Yo lo sabía, el color rojo es su favorito"

Con unas manos firmemente apretadas, luego de un rato el delirio acabo. Las voces, ahora mas fuertes parecían hablar con un poco mas de coherencia que antes. Pero a la vez era totalmente ilógico lo que decían.

Definitivamente no podría volver a dormir.





Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 03, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Señor Tiempo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora