Capitulo 3

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NOTA: Holaaaaaaa! <3 agradezco sus hermosos comentarios y sus sensualosos votos(? Jajaja no pensaba subir hoy, pero hice el ultimo examen del año y ando muy contenta!!! *-*

Este capítulo está dedicado a Valeriafge!! Que me ayudo y es muy genial :3  

-¡Tienes que hacerlo!

-¡Es ridículo! Uff....Por mi perfecto, ¿Sabes? Piensa en la bella cama reconfortante y en todos los corazones palpitando de alegría a los que podría lazar un Avada Kedrabra.  ¡Pero nos descubrirán! ¡¿Vas a confiar en un gato?! –Lo observe con el ceño fruncido…tal vez en otra ocasión no podría objetivos, pero desperté de mal humor y alguien debía pagarlo.

Obviamente, Sirius entendía que ese “alguien” debía ser él y revoleo los ojos, ignorando el comentario de hechizo imperdonable.

-Sé que estas de mal humor....-puso una mano en mi hombro, haciendo de hombre comprensivo, y ambos nos sentamos, en el mugroso suelo de la casa de los gritos. No es una mansión, ni por asomo….pero no es que nosotros estemos mejor que el suelo en sí…. y es mejor que nada.

-Nah, ¿Tú crees? –exclame, con un sarcasmo palpable e interrumpiéndolo.

-Pero…..-continuo, con una muestra de paciencia increíble.- Dijimos que haríamos esto juntos y... si, confió en el gato.

Eso último, totalmente innecesario, y lo dijo queriendo hacerme reír, como que logro porque en parte fue lo que me saco una leve sonrisa. Revoleé los ojos y hable.

-Black....¿Qué clase de perro eres? -Le sonreí otra vez y asenti con la cabeza-  Esta bien ¿Y ahora?

-Em…si, mira, Crookshancks nos dijo que tu estas en el castillo, lo cual…

-Lo cual es una locura.

-Exacto, el problema es, preciosa, que al parecer ninguno aquí esta cuerdo y tú estás allí adentro. Hay muchas cosas por resolver…-bufo y se pasó la mano por el pelo, una de las cosas en común que tenemos es que somos prácticos, buscamos soluciones rápidas pero este no parece ser el caso.

Bien….lo que sucede aquí es que tengo que infiltrarme en Hogwarts de tal manera que no se den cuenta, todo bien si fuera para matar a alguien o robar o algo…pero no, no, tenía que infiltrarme como alumna vaya uno a saber cómo.

Tendría que empezar a recordarle a todos estos que se cuiden de ciertos amistosos rayitos verdes que pueden matarlos, claro, salidos accidentalmente de mi varita.

Y ahora que lo pienso…varita que no tengo….otra cosa a recalcar.

Esperen… ¿El gato?

Si, apareció por la puerta, con un palo en la boca…no cualquier palo, ¡Era mi varita! ¿Cómo…cómo? Bueno, tema aparte.

Le arrebate la varita y luego de verla bien me agacho y le acaricio detrás de las orejas.

-Retiro lo dicho por ti, Crookshancks. –dije, con una sonrisa sínica. Me aparte de él, volviendo a mirar mi varita con adoración…pero… ¿Cómo la consiguió?

Tenía tantas preguntas acumuladas y que no sabía en cual pensar.

Pero con ella, mi varita, pues…..se me facilito todo. Ya mas entrada la noche, cuando no corriamos tanto peligro, me fui al bosque, en donde podría limpiarme y hacer lo que me plazca para estar por fin, mínimamente decente.

Digamos que me fui de paseo.

Fui una de las mejores noches…de mi varita salieron más hechizos de los que las paredes de Hogwarts verán hacer a sus integrantes en un año entero.

Me deshice totalmente de esas mugrientas y desgastadas ropas que traía de la cárcel y me puse una fina prenda de seda. Solo para dormir...ya que me cubría lo justo y necesario…total, nadie me vería excepto tal vez Sirius si es que aparecia, y eso para mí era equivalente a que nadie me vería ¿Le ven algún problema?

Pase me mis manos por la suave tela, soltando un suspiro y notando toda la paz que tenía en ese momento.

Ni siquiera mis amigos imaginarios venían a molestarme.

Avance con mi característica elegancia, mis pies desnudos no resonaban contra el suelo cubierto de hojas y ramas, casi podría decirse que flotaba a un par de centímetros del piso.

La paz suele aburrirme mortalmente, pero esta vez no….es una paz distinta, supongo.

Con los mismos movimientos gráciles me subí a un árbol, recostándome en una de sus ramas y cerrando mis ojos.

Era ya muy entrada la noche y desde el árbol en donde estaba podía ver el castillo, ya que es uno de los más altos y me recosté en la rama en donde más visión tenia, pero que a la ves tuvieran otras ramas me ocultaran lo suficiente.

Recuerdos que no sabía que tenía me asaltaron...fue muy extraño, pues de golpe me encontré sabiendo todo sobre el magnífico castillo que se imponía en el lugar.

"La ceremonia de selección debe haber terminado ya y los mocosos deben estar durmiendo en sus respectivas camas"

Pensé.

Enseguida note un movimiento debajo.

"Demonios, no atraigas lo que no te conviene"

Mire y lo que vi casi me produce gritar y hacer que se escuche hasta en los confines del infierno mismo, en donde me guardan los mejores aposentos, una corona y un gran trono...eso como mínimo.

No grite, si eso es lo que se preguntan, pero estuve a punto de hacerlo.

Bien….yo estaba ahí, si, ósea, ¡esa chica era yo! No solté exclamación alguna, a pesar de tener ese sentimiento que describí anteriormente.

Ambas nos dimos la cuenta de la presencia de la otra…su cara denotaba que no podía creerle a sus propios ojos….la mía debe ser igual, irónico.

Yo…ella, bueno, no sé, ella se ve menor…como cuando tenía 13 o 14 años.

De repente abrió la boca, dándome un mini infarto interior al ver que también era mi misma voz.

-Esa es mi varita…-la observe un segundo…asustó un poco cuando ambas hicimos el mismo gesto de levantar la ceja al mismo tiempo y luego nos “analizamos” mutuamente.

Lo que paso luego fue pura confusión, creo que la chica igual a mí y yo discutimos o alguna cosa similar, pero se ve que me agarro un ataque de algo…recuerdo un dolor muy, muy intenso de cabeza, al punto de que me desmaye….no sin antes ver como la chica le rompía la nariz a Sirius…con estilo; seguro que venía a ayudar, preocupado por que no haya aparecido, no lo razone en ese momento porque enseguida perdí el conocimiento.

Esa noche viaje a mi mente, así de extraño como suena.

Tuve muchas pesadillas…pero a fin de cuentas lo que es más impórtate se dio en flashes.

Recuerdos.

Pero… ¿Qué paso aquí? Me arte, voy a llegar al fondo de esto.

Señor Tiempo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora